Desde Gaza: todavía estamos vivos (sea cual sea su significado)

Por Mona El-Farra, 31 de julio de 2014

Common Dreams

Mujeres y niños palestinos en el exterior de una escuela utilizada por la ONU como refugio para los residentes que huyeron de sus hogares durante la operación militar de Israel, en Jabaliya, en el norte dela Franja de Gaza, 29 de julio de 2014 (Foto: Reuters / Finbarr O'Reill).
Mujeres y niños palestinos en el exterior de una escuela utilizada por la ONU como refugio para los residentes que huyeron de sus hogares durante la operación militar de Israel, en Jabaliya, en el norte dela Franja de Gaza, 29 de julio de 2014 (Foto: Reuters / Finbarr O’Reill).

Todavía sigo viva. No sé lo que realmente significa esto, pero puedo quizás quiera decir que todavía puedo caminar y ayudar a las personas que lo necesitan. Todo depende de mi suerte. Y aquí, para las personas que todavía siguen vivas en Gaza, la suerte significa que no te deshaga una de las bombas que siguen lanzando los tanques israelíes, sus aviones y sus barcos de guerra. Es un aluvión de bombas. Los estadounidenses emplean la frase “¡Llueven gatos y perros!”, aquí decimos “¡Llueven proyectiles y bombas!”.

Hoy comencé a trabajar en el centro médico de la Sociedad de la Media Luna Roja. No teníamos electricidad, pero el aparato de Rayos X seguía funcionado, por lo que he podido atender a muchos pacientes. Permítanme que les diga algo de lo que he visto.

El primero fue un niño del que desconocía el nombre, le llamábamos el Numero 6. Tendría alrededor de 3 años y venía identificado con unas pegatinas adheridas a su brazo, donde decía Número 6, Desconocido. Me sorprendió esto, así que enseguida pregunté a las enfermeras y conductores de la ambulancias: ¿Cuál es su nombre?. Me dijeron que nadie sabía su nombre, y que había sido encontrado entre los escombros de una casa destruida, el único superviviente de su familia: ¿Es que nadie recuerda dónde estaba su casa?. Me dijeron que en la zona donde había sido encontrado, todos los edificios estaban destruidos y los escombros de una viviendas mezclados con los de otras, y a veces los cuerpos de los niños eran lanzados de un lugar a otro. Así que nadie sabía dónde vivía.

Entonces fue cuando me di cuenta: el Número 6. O sea que habría otros cinco niños desconocidos encontrados con anterioridad que él, y otros muchos niños los habrá después.

La segunda fue Reem Ahamd, de 6 años. Reem también debía ser atendida en la unidad de Rayos X. Ella tiene un nombre, pero es la única superviviente de su familia. Perdió a sus padres y a sus hermanos. Tiene una herida en la cabeza.

La tercera fue una mujer de 52 años de edad, que llegó a la clínica con su hijo. Su hijo es enfermero y estaba en una situación de pánico. Había salido a cuidar las plantas del jardín, cuando la metralla le golpeó en la cabeza y entonces su hijo empezó a lamentarse como un loco y dijo: “Somos una familia sencilla que vivíamos en nuestra casa. La metralla alcanzó el jardín e hirió a mi madre. Quiero que mi madre viva”. Esta mujer se llama Buthaina el-Izraia.

La cuarta fue una colega, Afaf Jabar, una enfermera de nuestro equipo. Afaf perdió a su hija Leena, que también era enfermera, a sus dos nietos y al esposo de su hija cuando una bomba cayó en su refugio de campo de refugiados de Bureij.

Hemos pasado por muchas penurias en Gaza. Pero esto es un nuevo tipo de guerra. Israel está cometiendo nuevas masacres día tras día. En la clínica de la Media Luna Roja recibimos unos 200 pacientes al día. Y no somos una clínica que atienda emergencias. Muchas enfermedades están apareciendo en Gaza debido a la destrucción de Israel de los sistemas de agua, del sistema eléctrico, por el continuo estrés y el temor de más de tres semanas de bombardeos. Las gente está sufriendo problemas gastrointestinales, diarreas, problemas respiratorios y de la piel. Los pacientes más vulnerables de todos son los niños.

Hay una grave situación de emergencia. Gracias a las donaciones nos las arreglamos para conseguir algunos medicamentos y distribuirlos por clínicas y hospitales, así como kits de higiene, leche y alimentos a más de 100 familias. Pero nos enfrentamos a una falta de más medicamentos. Quiero que esto lo sepa la gente y contribuya con su apoyo, para que podamos seguir atendiendo a las personas que están sufriendo. Gracias por compartir este mensaje sobre lo que he visto en estos días de ataques israelíes y que sepan cómo pueden ayudar para adquirir más medicamentos.

Esto es lo que puede decirles sobre nuestra situación, y quizás con suerte les pueda contar algo más mañana.

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Mona El-Farra es directora de Alianza por la Infancia en Oriente Medio, médico de profesión y trabaja en favor de los derechos humanos y de las mujeres en la ocupada Franja de Gaza. Nació en Khan Younis, Gaza, y se dedica a elaborar programas que mejoren la calidad de la salud, ofrecer servicios culturales y recreativos en la Franja de Gaza. También es Presidenta de la Sociedad Palestina de Salud de la Media Luna Roja de la Franja de Gaza y miembro de la Unión de Comités de Trabajo por la Salud. La Dra. El-Farra tiene un hijo y dos hijas.

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Procedencia del artículo:

http://www.commondreams.org/views/2014/07/31/view-gaza-were-still-alive-whatever-means