La utilización de virus bacteriófagos en la lucha contra la infecciones

Por Mark Kaufman, 11 de marzo de 2018

mashable.com

Bacteriófagos atacando las bacterias Salmonella. Imagen: microbiologybytes

Después de que los médicos de Yale reemplazaran un vaso sanguíneo del corazón de un hombre de 76 años de edad, observaron una importante infección por bacterias en su tórax.

La solución más habitual es tratar de destruir las bacterias dañinas con antibióticos, pero comprobaron que los antibióticos no matarían a la bacteria, P. aeruginosa, que como ya viene ocurriendo con muchas bacterias en los últimos años, se ha vuelto resistentes a los antibióticos tradicionales.

Entonces, los médicos recurrieron a una solución experimental, que supone la utilización de unos virus conocidos como bacteriófagos que matan a las bacterias.

Al quedarse sin otras opciones, los médicos emplearon este tratamiento experimental, insertando cientos de miles de virus conocidos por combatir esta misma bacteria. El pasado jueves, Yale anunció que el tratamiento había funcionado y publicó el estudio en la revista Evolution, Medicine y Public Health.

Los bacteriófagos, comúnmente conocidos como fagos, se conocen desde hace más de un siglo. Pero después del descubrimiento de la penicilina y la popularización de los antibióticos que usamos hoy en día, los fagos cayeron en desgracia en su uso para combatir las mortales infecciones bacterianas.

Sin embargo, a medida que las bacterias se vuelven cada vez más resistentes a los antibióticos convencionales, los fagos, estructurales virales de aspecto extraño que pueden tener algo parecido a unas patas para anclarse en las bacterias, han vuelto a escena.

La resistencia a los antibióticos se está convirtiendo en un grave problema, de modo que los fagos pueden ser una buena alternativa”, dijo Ben Chan, investigador del Departamento de Ecología y Biología Evolutiva de Yale, que fue quien propuso la utilización de los fagos para tratar de acabar con la bacterias presentes en el corazón del paciente.

Dos de las principales causas de resistencia a los antibióticos, según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), son la excesiva prescripción de antibióticos y la presencia de antibióticos en los alimentos que consumimos, como la carne de vaca o de cerdo. Ambas proporcionan una mayor exposición de las bacterias a estos medicamentos y por tanto mayores oportunidades que presenten resistencia a los mismos.

Los fagos empleados en este tratamiento se obtuvieron en Dodge Pond, Niantic, Connecticut, aunque Chan tiene muestras de fagos de todo el mundo. Diferentes equipos de investigación recorren diferentes cursos de agua en busca de los microorganismos más dispares y se los envían a Chan.

Nunca se sabe lo que se puede encontrar, realmente”, dijo Chan.

Imagen: WIKIMEDIA COMONS

Después de exponer los fagos de Dodge Pond a la común P. aeruginosa en su laboratorio de Yale, Chan encontró una concordancia.

La FDA aún no ha aprobado los estudios clínicos para los tratamientos con fagos, por lo que después de que el paciente (que era médico) aceptase participar en el tratamiento, Yale obtuvo permiso de la Administración de Alimentos de Medicamentos para inyectar los virus en el corazón.

Estudios como este resaltan el potencial de los fagos. Se necesitan más estudios, pero sucesos como este son realmente poderosas”, dijo Timothy Lu, profesor asociado de Ingeniería Biológica del MIT, que no participó ni en el tratamiento ni en el estudio, en una entrevista.

Los fagos pueden llegar a ser una importante solución frente a la resistencia bacteriana: en noviembre de 2016, una superbacteria resultó ser resistente a 26 antibióticos distintos, y acabó con la vida de una mujer de Nevada.

Pero una importante limitación es que los fagos se dirigen específicamente a ciertas bacterias, mientras que los antibióticos convencionales se pueden usar para combatir una gran variedad de infecciones bacterianas.

La mayoría de los antibióticos son de un amplio espectro, así que los médicos están acostumbrados a dispensar antibióticos sin saber qué bacterias están presentes”, explicó Lu.

Pero los fagos son diferentes. Es importante conocer las bacterias que están causando la infección”.

Esto requiere que hay que encontrar formas de diagnosticar más rápidamente las bacterias en cuestión, ya que las infecciones bacterianas se deben combatir con rapidez.

Los científicos y las Agencias de Regulación tienen un largo y tedioso camino de experimentación antes de que estos virus pueden utilizarse de manera regular para controlar las infecciones, no solamente en tratamientos experimentales como el de Yale.

Pero a medida que la comunidad científica se moviliza para luchar contra la creciente amenaza a la resistencia a los antibióticos, los médicos están mostrando una mayor curiosidad hacia la búsqueda de fagos que puedan matar a las bacterias. Entonces llaman al Chan de Yale, que tiene una amplia biblioteca de microorganismos aniquiladores de bacterias.

Recibo llamadas, correos electrónicos y mensajes de texto con bastante frecuencia”, dijo.

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