Entrevista a Carey Gillam: Monsanto, cáncer y corrupción en la Ciencia

Por El Editor, 28 de septiembre de 2017

corporatecrimereporter.com

Cincuenta y cinco años después de que Rachel Carson en «Primavera Silenciosa» advirtiera sobre los peligros del DDT y el uso descontrolado de pesticidas, una antigua reportera de Reuters está enarbolando la bandera roja sobre la presencia de pesticidas en la cadena alimentaria que no podemos eliminar.

En “Encubrimiento: La Historia de un herbicida, Cáncer y Corrupción en la Ciencia” (Island Press, 2017), la periodista de investigación Carey Gillam expone los detalles sobre la campaña de 40 años de duración del plaguicida más popular del mundo: el glifosato, conocido comúnmente como Roundup de Monsanto.

Gillam es actualmente directora de investigación en US Right to Know.

Gillam dice que el glifosato es el producto agroquímico más ampliamente utilizado en la historia, un plaguicida presente en el aire, el agua, los alimentos e incluso en nuestro propio cuerpo.

En Whitewash, Gillam explora las demandas legales de miles de estadounidenses que creen que Roundup les provocó cáncer, y expone la influencia de una industria multimillonaria que ha trabajado durante décadas para mantener a los consumidores en la oscuridad y mantener a las Agencias de Regulación bajo control.

Gillam desvela las comunicaciones de la industria y los documentos normativos que revelan los vínculos corporativos con un elenco de jugadores, desde periodistas y reguladores hasta blogueros y científicos de las universidades públicas.

Gillam rastrea lo que ella llama la «corrupción en la Ciencia», descubriendo historias de cómo los agronegocios se han aprovechado de los empleados útiles del Gobierno y censurando científicos o desacreditándolos para ocultar las pruebas de los daños.

Gillam muestra cómo la influencia de la política ha estado trabajando durante años en las agencias reguladoras como la Food and Drug Adminnistration (FDA), el Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (USDA), y la Environmental Protection Agency (EPA) -la misma agencia creada como resultado de los hallazgos de Carson en su libro Primavera Silenciosa.

Tanto la EPA como la Comisión Europea están analizando actualmente si mantener el glifosato en el mercado o limitar su uso, y las afirmaciones de que provoca cáncer en los EE. UU. se están produciendo en medio de un creciente interés en saber la verdad sobre este plaguicida tan ampliamente extendido.

En 2015, la Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer -parte de la Organización Mundial de la Salud– llegó a la conclusión de que el glifosato probablemente es cancerígeno.

– Editor: ¿Qué quiere decir cuando habla de corrupción en la Ciencia?

Hemos desvelado documentos a través de la Ley de Libertad de Información (FOIA) y solicitudes estatales de registros. Y tenemos documentos que han salido a la luz en litigios que ahora están pendientes contra Monsanto. Es abrir los ojos, impactantes evidencias de que Monsanto ha estado trabajando muy duro durante muchos años para enterrar toda prueba de daño de este producto químico y difunde su propia investigación.

Los documentos muestran que Monsanto ha formado un ejército de sustitutos y soldados -profesores, investigadores- personas que parecen ser independientes de Monsanto, pero que de hecho, detrás de las cortinas, están canalizado dinero hacia sus organizaciones, a sus universidades, a sus programas de investigación. A cambio, algunos de ellos firman los artículos que Monsanto redacta. Elaborar borradores que Monsanto modificará y su nombre aparecerá como una revisión positiva e independiente del glifosato. De hecho, Monsanto los escribió. Eso no se dice en ninguna parte. Los documentos muestran que Monsanto usó el término «escritura fantasma» para ciertos trabajos de investigación. Ellos esencialmente contratarn científicos, les pagan dinero, y ponen sus nombres en informes de investigación. Pero Monsanto se encarga de la escritura y la edición. Monsanto lo expone en sus documentos internos.

Podría seguir y seguir. El caso es que Monsanto quiso fundar una organización que pareciera ser independiente de Monsanto y que escribiera informes o artículos que criticaran a científicos o periodistas u otros que escribieran cosas que no fueran positivas sobre el glifosato o los transgénicos.

En sus correos electrónicos, dicen – no puedes dejar que nadie sepa que Monsanto está detrás de esto, tenemos que mantener a Monsanto en segundo plano.

– ¿Qué pasa con los periodistas?

Monsanto ha realizado un esfuerzo concertado para capacitar a los periodistas sobre cómo informar sobre la Industria. Están llevando a cabo campamentos de entrenamiento y llevando a estos profesores supuestamente independientes y a otros para entrenar a estos periodistas y a otros en cómo pensar sobre la ciencia y estos temas. Están intentando influir en la cobertura informativa de la prensa

Cuando se dieron cuenta de que no iba a seguir la narrativa corporativa, trataron de presionarme e intimidarme. Muchos ofrecen exclusivas y artículos que son señuelos que les harán quedar bien a los ojos de los Editores. Mientras el periodista se ciña a una cierta narrativa, está bien. Intimidan a los periodistas que no siguen la narrativa. Me dijeron más de una o dos veces que no había hechos erróneos en mis artículos. Dijeron que el problema con mis artículos era algo llamado falso equilibrio. No debería estar presentando dos lados de una historia. Sólo debería estar presentando su lado.

– ¿Quién le dijo eso?

Oí eso de la gente de Monsanto . Lo escuché de la gente de relaciones públicas de la industria en BIO. Lo he oído de numerosos actores de Monsanto y de la Industria Química. Escribieron sobre esto en uno de los documentos. Lo llamaban Carey Gillam y su falso equilibrio

Me acusaron de presentar ambos lados de un suceso cuando sólo debía de presentar uno.

– ¿Cuándo dejó Reuters?

– A finales de 2015.

– ¿Por qué se fue?

La presión de la industria fue parte de la razón. Cada vez era más difícil convencer a los editores de que los artículos eran válidos. Durante los primeros doce o trece años, tuve un editor sólido que no temía las críticas de la Industria, que no tenía miedo a las presiones. La dirección editorial cambió en los últimos dos años antes de que me fuera. Era diferente. Tenía un editor que no tenía experiencia en agricultura, que no conocía la Industria, que me dijo por ejemplo que el glifosato no era una gran historia, que no iba a ser una historia, que nadie se preocupaba por el glifosato. Eso fue poco antes de 2015, cuando la clasificación de la Agencia Internacional de Investigación sobre el Cáncer se convirtió en una noticia de primer nivel en todo el mundo. Se estaba haciendo difícil hacer mi trabajo. Así que fui a un lugar donde pudiera hacer mi trabajo «.

– Usted utiliza el término corrupción en la Ciencia. Pero, ¿qué pasa con la corrupción en el Gobierno? ¿Por qué el Gobierno no ha actuado con firmeza y se ha opuesto al glifosato?

Hay una larga historia dentro de la Agencia de Protección Ambiental (EPA) protegiendo los intereses corporativos. Por supuesto, todo vuelve a ser una cuestión de dinero. Y en algunos de los documentos, Monsanto es claro – queremos que la EPA haga una cosa «.

Hay una larga historia dentro de la Agencia de Protección Ambiental (EPA) protegiendo los intereses corporativos. Por supuesto, todo vuelve a ser una cuestión de dinero. Y en algunos de los documentos, Monsanto es claro – queremos que la EPA haga una cosa.

Y Monsanto gasta mucho dinero en grupos de presión y contribuciones a campañas. Y en apoyos a determinados legisladores. Y van a apoyarse en estos responsables designados públicamente dentro de la EPA. Y van a decirle a la EPA – queremos que esto suceda. Y eso se ve en esos documentos internos.

También está las puertas giratorias. Cuando los responsables dejan la EPA, pueden obtener trabajos lucrativos dentro de la Industria Química – si son amistosos, si son útiles. Hubo un responsable de la EPA que supervisaba la revisión de cáncer del glifosato. Dejó la EPA y casi inmediatamente comenzó a trabajar en la Industria Química. Y Monsanto amaba a este tipo. Hablan de ello en sus documentos internos, de lo útil que podría ser. Y cómo querían que él fuera con el que tratar, en lugar de otro, en el tema del glifosato.

Hubo tres altos cargos de la EPA a los que Monsanto acudió para tratar de impedir una revisión del glifosato realizada por otra agencia federal. Ellos no la querían. Dijeron que les preocupaba que esta otra agencia federal estuviera de acuerdo con la Agencia Internacional para la Investigación sobre el Cáncer y que encontrara problemas con el glifosato. Y le pidieron a las tres personas más importantes de la EPA que ayudaran a impedir la revisión. Y esos tipos realizaron las maniobras adecuadas y lo impidieron.

No lo sé. ¿Es corrupción? ¿Es colusión de intereses? ¿Es una colaboración? ¿Es cuestión de que son buenos amigos? No sé, pero parece que hayan servido mejor a las Corporaciones que a la gente.

– ¿En qué situación se encuentra actualmente la demanda presentada en los Estados Unidos contra Monsanto?

Hay alrededor de 3.000 demandantes en los Estados Unidos que alegan que Monsanto sabía y encubrió las evidencias de que el glifosato les provocó, a ellos o a sus seres queridos, cáncer. Obviamente, algunas de estas personas han muerto, así que sus familiares han presentado la demanda. Algunos de ellos están vivos y sufren de cáncer ahora mismo. Varios cientos de estos juicios se han consolidado en la corte federal de California. Y ahí es donde hemos visto salir a la luz el grueso de estos documentos que desvelan todo el entramado. Y Monsanto ha estado luchando con uñas y dientes para mantenerlos en secreto y mantenerlos sellados. Y ha sido una verdadera batalla en los tribunales. Pero han salido varios cientos de páginas de documentos sin sellar.

– ¿Algunos de estos casos ya han sido resueltos o se está desarrollando el juicio?

No. Los primeros juicios están programados para junio de 2018.

– ¿Cuándo se presentó el primer caso?

Los primeros casos se presentaron en 2015, después de que la Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer clasificara el glifosato como probablemente cancerígeno. Los procesos previos se han desarrollado con rapidez. Se han presentado casos casi todas las semanas. La Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer encontró una relación positiva entre el glifosato y el linfoma no Hodgkin. Todos estos demandantes lo hacen por un linfoma no Hodgkin.

– Veo en su sitio web que comparecerá ante el Parlamento Europeo el próximo mes. ¿Qué es lo que va a decir?

La agenda ha cambiado un par de veces. El presidente de Monsanto, Hugh Grant, fue invitado a participar en una mesa redonda conmigo ante los miembros del Parlamento Europeo. Y se negó a asistir. Están cambiando un poco los asuntos de discusión. Se supone que la discusión tiene que ver con las regulaciones de la EPA y cómo se ha manejado la ciencia y cómo se ha manejado la regulación. Me referiré a ese tema, a lo que hemos descubierto: el chantaje y la influencia que Monsanto ha ejercido sobre la agencia que determina la seguridad del producto químico «.

[Para leer la entrevista completa a Carey Gillam, ver Corporate Crime Reporter 37 (10), de 25 de septiembre de 2017, solamente en la edición impresa]

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