por Martha Rosenberg, 14 de marzo de 2013
No es ningún secreto que la Industria Farmacéutica está atravesando malos momentos. La patente de medicamentos como Lipitor, Seroquel, Zyprexa, Singulair y Concerta ha caducado, y no hay otros que los reemplacen. Revistas médicas con Journal of the American Medical Association (JAMA) y New England Journal of Medicine (NEJM) han visto descender la publicidad de las empresas farmacéuticas. Con los ingresos por publicidad cayendo, WebMD, la voz de la Industria Farmacéutica en la Web, también se ha visto adelgazar, anunciando que recortará 250 puestos de trabajo en diciembre.
A medida que el modelo de estos medicamentos se deteriora, la Industria Farmacéutica está tratando de meter por todos los medios vacunas y medicamentos inyectables, mucho más caros, que se pueden vender en las farmacias, pero no tienen competencia con los medicamentos genéricos. Unos medicamentos especialmente lucrativos para esta Industria con los fármacos modificados genéticamente que inhiben el factor de necrosis tumoral (TNF). Los inhibidores del TNF tienen un precio de unos 20.000 dólares al año, pudiendo actuar contra las enfermedades autoinmunes… pero siendo peligrosos para otras enfermedades. Sin embargo, la Industria Farmacéutica está comercializando inhibidores del TNF para la artritis, problemas de dolor de espalda, la piel y el aparato digestivo, para evitar la pérdida ósea e incluso contra el asma.
La mayoría de los inhibidores del TNF están relacionados con la tuberculosis, el cáncer e infecciones, ya que suprimen el sistema autoinmune. Uno de estos fármacos, Xolair, ha sido investigado por la FDA por posibles relaciones con ataques cardíacos y accidentes cerebrovasculares. 77 personas que tomaron Xolair presentaron respuestas alérgicas un año y medio después, según informes de la FDA. Aún así, se recomienda para el asma. ¿Cómo es posible?
Xolair está en proceso de comercialización por Genentech y Novartis. The New York Times anunciaba que podía utilizarse este medicamento para tratar a pacientes con urticaria crónica o urticaria idiopática crónica. De aprobarse esta nueva indicación, es decir, para el tratamiento de la urticaria crónica idiopática, se trataría un importante problema sanitario en los Estados Unidos, lo que se conoce a nivel publicitario como el síndrome de las piernas inquietas.
Algunos de los ensayos clínicos para determinar la seguridad de Xolair se llevaron a cabo en Vivra, que fue investigada dos veces por la FDA debido a las denuncias presentadas. Los ensayos con Xolair y otros siete medicamentos se han denunciado por violación de los protocolos y fraude, según un investigador que trabajó en los ensayos. A los pacientes no se les advirtió de los riesgos, fueron presionados, se produjeron falsificaciones y ciertas facturas enriquecían al investigador que llevaba a cabo los ensayos. San Mateo, California – los medicamentos para el asma y la alergia de Vivra eran los más utilizados en el país contra las enfermedades respiratorias, hasta su fusión con Lakewood…
Otros inhibidores del TNF que está impulsando la Industria Farmacéutica son Humira, para el dolor de espalda, y que la publicidad dice que podría tratarse de una enfermedad autoinmune; Prolia, para prevenir la osteoporosis.
Los medicamentos para prevenir la osteoporosis no han sido de mucho éxito para esta Industria. Medicamentos como Boniva, Fosamax y Actonel se les ha vinculado con cáncer de estómago, osteonecrosis de mandíbula, latido irregular del corazón, dolor y causa de fracturas. Fosamax de Merck, fabricante de impuso la exploración ósea de las mujeres de mediana edad y mayores, asegurándose el reembolso de Medicare, unas exploraciones que conducían a la venta de Fosamax, según la National Public Radio.
Estén atentos a estratagemas similares para la venta de nuevos productos inyectables por parte de la Industria Farmacéutica.
Martha Rosenberg es columnista y dibujante, que escribe sobre temas de salud. Su dirección de correo electrónico: martharosenberg@sbcglobal.net. Su primer libro, titulado Born with a Fritos Deficiency: How Flaks, Quacks and Hacks Pimp the Public Health, será publicado por Amherst, New York-based Prometheus Books, el próximo año.
Fuente: http://dissidentvoice.org/2013/03/can-this-industry-be-saved/#more-48050
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