¿Qué está causando la pérdida de memoria? No se trata únicamente de Alzheimer (I)

Por el Dr. Gary G. Kohls, 8 de febrero de 2018

globalresearch.ca

La medicina institucionalizada ha llegado a ser una grave amenaza para la salud. El impacto del control profesional sobre la medicina, que inhabilita a la gente, ha alcanzado las proporciones de una epidemia. Iatrogénesis, el nombre de esta nueva plaga, viene de iatros, el término griego para «médico», y de genesis, que significa «origen». La discusión de la enfermedad del progreso médico ha cobrado importancia en las conferencias médicas, los investigadores se concentran en los poderes enfermantes de la diagnosis y la terapia, y los informes sobre el paradójico daño causado por curas contra enfermedad ocupan cada vez mayor espacio en los prontuarios médicos”. Némesis médica, Iván Illich.

Más de 50 afecciones distintas pueden causar o imitar los síntomas de la demencia”, pero “ la enfermedad de Alzheimer sólo se puede distinguir de otras demencias realizando una autopsia”. De una publicación sobre salud de la Universidad de Harvard titulada “¿Qué está causando la pérdida de memoria? No se trata únicamente de Alzheimer”.

Ahora se sabe que los medicamentos producen daño mitocondrial, lo que puede explicar sus efectos adversos. Se ha documentado que todas las clases de medicamentos psicotrópicos dañan las mitocondrias, del mismo modo que los medicamentos con estatinas, analgésicos como el paracetamol y otros muchos”. Doctores Neustadt y Pieczenik, autores de “Daño y enfermedad mitocondrial inducida por medicamentos”.

Estamos viendo el inicio de la mayor tragedia médica que la humanidad haya presenciado. Nunca antes en la historia del establishment médico se ha provocado

de manera intencionada tal deficiencia nutricional potencialmente mortal para millones de personas sanas, simplemente sentándose con arrogancia e irresponsabilidad para ver qué es lo que pasa. No puedo evitar el considerar con tristeza y desprecio lo que es hoy y lo que fue en otros tiempos esta gran profesión”. Dr. Peter Langsjoen, cardiólogo, comentando los efectos adversos de las estatinas que muy a menudo causan graves daños difíciles de detectar en las mitocondrias del músculo cardíaco, el sistema nervioso central y otros tejidos corporales. El Dr. Langsjoen ha dicho que ha observado cada semana en su práctica clínica varios casos de insuficiencia cardíaca congestiva inducida por las estatinas.

También se observa que los casos de formas puras de la enfermedad de Alzheimer, en ausencia de otras enfermedades cerebrales coexistentes, como infartos o lesiones relacionadas con la enfermedad de Parkinson, son relativamente poco frecuentes”. Doctor Daniel Perl, Escuela de Medicina del Monte Sinaí (2010).

Establecer la toxicidad para las mitocondrias no es algo que sea evaluado por la FDA para obtener la aprobación de los medicamentos, por lo que no existe forma de saber qué agentes son realmente tóxicos”. Dra. Katherine Sims, Mass General Hospital: http://www.mitoaction.org

La Industria Farmacéutica se dedica a seducir de forma deliberada a la profesión médica, en todos los países, en todo el mundo. Se gasta una fortuna en influir, contratar y comprar dictámenes científicos hasta el punto de que dentro de unos años, si la Industria Farmacéutica continúa en el camino actual, será difícil encontrar una opinión médica no comprada”. John Le Carré, autor de “El jardinero fiel”, que se ocupaba de la corrupción en la Industria Farmacéutica.

A lo largo del siglo XX, la Industria Farmacéutica ha sido diseñada por los inversores, cuyo objetivo es el de reemplazar los remedios naturales efectivos pero no patentables por medicamentos farmacéuticos que en gran parte son ineficaces pero patentables y muy rentables. La naturaleza misma de la Industria Farmacéutica es la de hacer dinero con las enfermedades actuales. Del mismo modo que otras industrias, la Industria Farmacéutica trata de expandir su mercado, es decir, mantener las enfermedades actuales y encontrar nuevas enfermedades para sus medicamentos. La prevención y cura de enfermedades daña el negocio farmacéutico y la erradicación de enfermedades comunes amenaza su propia existencia”. Dr. Matthias Rath, en Revista de la Asociación Médica Americana, 15 de abril de 1988.

Por lo tanto, la Industria Farmacéutica lucha a toda costa contra la erradicación de cualquier enfermedad. La Industria Farmacéutica en sí es el principal obstáculo: las enfermedades más comunes hoy en día se siguen extendiendo aún más, incluidos los ataques cardíacos, los derrames cerebrales, el cáncer, la presión arterial alta, la diabetes, la osteoporosis y muchas otras. Los medicamentos farmacéuticos no están destinados a la cura de enfermedades. De acuerdo con las aseguradoras de salud, actualmente se comercializan y prescriben más de 24.000 medicamentos sin ningún valor terapéutico comprobado. De acuerdo con las asociaciones médicas, los conocidos y peligrosos efectos secundarios de los medicamentos se han convertido en la cuarta causa de muerte después de los ataques cardíacos, el cáncer y accidentes cardiovasculares”. Dr. Rath (1998).

La investigación de la Industria Médica generalmente es un fraude, sí, una mentira. Los CDC saben perfectamente que las vacunas causan autismo, pero está a partir un piñón con la Industria Farmacéutica. La Ley de Cuidados de Salud Asequibles fue diseñada para obligar a las personas a comprar seguros privados, lo que obliga a utilizar los ingresos discrecionales para pagar unas primas abusivas y no tengan dinero para utilizar formas holísticas de curación”. En GreenMed Info.

Las publicaciones médicas se han convertido en operaciones de lavado de imagen de la Industria Farmacéutica”. Richard Horton, editor de The Lancet (marzo de 2004).

Por lo menos el 50% de los artículos publicados en esta revista tan prestigiosa no sólo son malos, sino francamente deshonestos”. Dra. Marcia Angel, coeditora de New Ingland Journal of Medicine durante unos 20 años antes de ser despedida porque cuestionó la influencia adversa de la Industria Farmacéutica en las políticas editoriales de NEJM.

Es difícil lograr que un hombre entienda algo cuando su salario depende de que no lo entienda”. Upton Sinclair, autor antifascista y antiimperialista estadounidense de principios del siglo XX.

Ningún fabricante de vacunas será responsable… de las lesiones o muertes relacionadas con una vacuna”. Presidente Ronald Reagan al firmar el Acta Nacional de Lesiones por Vacunación Infantil (NCVIA) en 1986, eximiendo a las Empresas Farmacéuticas de toda responsabilidad médica y legal cuando se producen muertes o los niños quedan incapacitados por las lesiones provocadas por las vacunas.

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En las últimas décadas se han llevado a cabo una serie de campañas bien financiadas, a veces promovidas por personas bien intencionadas, para sensibilizar a la gente sobre la difícil situación de los pacientes con pérdida de memoria a corto plazo, relacionada con la edad, pero que no se trata de demencia. De manera sospechosa, la mayoría de estas campañas provienen de organizaciones de defensa del paciente, como la Asociación de Enfermos de Alzheimer, que provocan confusión entre la gente al hacerla creer que todos los pacientes con perdida de memoria o demencia tienen la enfermedad de Alzheimer.

No es tan curioso que muchas, tal vez todas, de estas campañas hayan sido financiadas, generalmente en secreto, por las mismas Empresas Farmacéuticas que se beneficiarán promoviendo la venta de los llamados medicamentos para el Alzheimer (¡o incluso vacunas!). Tales “campañas educativas” de relaciones públicas que parten de las empresas, son cada vez más un procedimiento estándar para promocionar los medicamentos de la Industria Farmacéutica, incluso antes de que sean aprobados por la FDA. En otras palabras, muchas Asociaciones de Pacientes se convierten en una fachada de la Industria Farmacéutica, aunque muchos de los voluntarios que participan lo hacen con buena intención y desconocen estos entresijos. Se puede hacer mucho en estas asociaciones proIndustria si se está atento y se descubren los motivos últimos: la promoción de un fármaco.

La Industria Farmacéutica ha descubierto que la promoción, la desestigmatización y la demanda de terapias con medicamentos para las llamadas “enfermedades mentales” son excelentes herramientas para comercializar sus medicamentos, que promociona como “de etiología desconocida” o “heredada” y, por lo tanto, inevitable, incurable, pero manejable con una ligera ingesta de cócteles de dos o más medicamentos que nunca se han probado en el laboratorio, y mucho menos en situaciones clínicas (Véase esto).

Hace un año, los grupos de apoyo del Azheimer, particularmente la Asociación de Enfermos de Alzheimer de los Estados Unidos que está patrocinada por la Industria Farmacéutica, patrocinaron un documental que presentaba la demencia del cantante country Glen Campbell. Campbell ha sido diagnosticado con la enfermedad de Alzheimer a pesar del hecho, bien documentado, de que Campbell era famoso por el abuso de drogas dañinas para el cerebro, que inducen demencia, tales como la cocaína y el alcohol. De modo que quizás su demencia haya estado provocada por el consumo de drogas neurotóxicas, agravándose posiblemente por el consumo de medicamentos psicotrópicos que también alteran el cerebro de manera simultánea. Artistas populares como Campbell, que con frecuencia realizan circuitos de conciertos agotadores tanto mental como físicamente, son conocidos por usar drogas ilícitas y otras legales, que cuando se usan simultáneamente tienen efectos adversos en el cuerpo y en el cerebro.

La experiencia de otra víctima de demencia temprana, que también consumía drogas ilícitas, Robin Williams, es similar a la de Campbell: ambos consumían grandes cantidades de sustancias psicotrópicas que tenían efectos adversos en sus cerebros, hígados y psiques. Williams había sido diagnosticado recientemente de enfermedad de Parkinson y demencia con cuerpos de Lewy (¡ambos de etiología desconocida!). Su desesperado acto de suicidio se produjo en un contexto en el que se le habían recetado medicamentos psiquiátricos en la instalaciones Hazelden de Minnesota. Es conocido es tales medicamentos provocan pensamientos suicidas.

En las últimas décadas, se ha producido un aumento dramático de una prescripción excesiva de medicamentos que alteran el cerebro, tanto en adultos como en niños. También se ha producido un aumento significativo de la vacunación, sobrevacunación, de niños y bebés principalmente, pero también en adultos.

Y no por causalidad, durante este mismo período, han aparecido decenas de millones de nuevas víctimas de la demencia (¡de etiología desconocida!) y decenas de millones de trastornos autoinmunes que antes no se oía hablar de ellos, trastornos del espectro autista y otras enfermedades crónicas entre las poblaciones excesivamente medicadas y sobrevacunadas. La ingesta crónica de medicamentos que alteran el cerebro y la administración simultánea y regular de vacunas neurotóxicas tiene consecuencias nefastas. La afirmaciones de inocencia de la Industria Farmacéutica frente a estas epidemias son mentiras descaradas. Las disculpas están a la orden del día.

¿Iatrogenocidio?

La flagrante promoción de trastornos iatrogénicos prevenibles en gran medida, llena las arcas de la Industria Farmacéutica y la Industria Médica, especialmente si los Medios Corporativos (la supuesta ecuanimidad del Cuarto Poder) contribuye al desastre al evitar conscientemente un diálogo abierto con los Medios Corporativos. Lo contrario de lo que debería ser un debate honesto, abierto y democrático.

Trágicamente, los responsables de los Medios controlados por las Empresas parecen no tener interés en alterar la tranquilidad de su status quo invitando a los denunciantes a su programas de entrevistas. ¿Qué está pasando? Sospecho que probablemente haya demasiado alegría, demasiado comadreo e inversiones cruzadas (además de aceptar la publicidad, algo que intimida y silencia) entre las muchas entidades corporativas que han invertido mucho y deben mantener un sólido status quo.

Parte II

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