Vivir como los blancos

por Linh Dinh, 21 de mayo de 2012

Dissident Voice

 Fuera de la Galería, en el centro comercial de la clase baja de Filadelfia, se encuentra Jimbo sentado en una silla de ruedas, llevando un gran cartel que dice: “Soy una víctima del cáncer. No puedo trabajar. ¿Puede usted ayudarme?”. Bajo un sombrero de vaquero, sus ojos todavía están en alerta, aunque ya aparece una pequeña mancha morada en su labio inferior. Lector y pensador, Jimbo le hablará de Pearl Harbor, de la infiltración del FBI en los movimientos de protesta y, sobre todo, de cómo el Fondo Monetario Internacional ha esclavizado al mundo.

Tiene setenta y siete años de edad. Jimbo tenía un negocio de venta de galletas tostadas, entre otras cosas, y trabajó en una fábrica de ventanas de ventilación para los camiones Ford. Como yo, también ha lavado ventanas, ganando unos pocos dólares por su trabajo, En invierno, el agua se congelaba tan rápidamente como caía sobre el cristal, pero con el calentamiento global este problema ya es menor.

En una valla publicitaria colocada en una parada del autobús en Chicago se puede leer: “Estoy a favor del calentamiento global si en la ciudad no va a hacer tanto maldito frío”. En la misma calle, en el garaje Greenway Self Park, aparece el logotipo de unas hojas verdes en lugar de los gases que destruyen la capa de ozono, lo cual es un signo de distinción.

Nacido y criado en Kensington, Jimbo todavía vive allí. Recibe una ayuda de la Seguridad Social de 780 dólares al mes, pero el alquiler ya le cuesta 760 dólares. ¿ No es pagar mucho en Kensington por semejante basura? ¿Qué puñetas hace la ONU en este mundo? Si quiero ser perseguido por imbéciles con metralleta, y que mi cuerpo golpee contra el suelo, entonces me iría a Chicago, donde se celebra la cumbre de la OTAN.

Con sólo 20 dólares al mes para otros gastos, Jimbo debe pedir limosna, aunque también podría irse a vivir a un lugar más barato, quizás a Kabul o Bagdad, por ejemplo, pero como ya es un hombre entrado en años, no cree que Blackwater le contratara.

Le pregunté a Jimbo: “Sigo oyendo que las mujeres negras son las más generosas en dar limosna. ¿Es eso verdad?”.

¡Desde luego!”

¿Y por qué cree usted que es así?”

No lo sé, pero creo que es porque están más acostumbradas a cuidar de los demás”.

Hummmm ¿Y los chicos trajeados? ¿Le dan algo?”.

¡Esos tipos son los peores! La mayoría de ellos ni siquiera se acercan porque piensan que podría pegarles alguna enfermedad o algo así”.

Es interesante”.

¿Todos los negros, o sólo las mujeres negras?”.

Todos los negros, pero sobre todo las mujeres negras son las mejores. Cuando crecía en Kensington, me dijeron que si los negros eran esto y aquello, que si no eran buenos, pero ahora que tengo que pedir limosna puedo decirle que la gente negra me trata con mucha amabilidad”.

Durante más de un siglo, Kensington tuvo gran cantidad de fábricas que producían todo tipo de enseres: alfombras, máquinas, tejidos, cristales. Ahora todo se ha convertido en un lío de mil demonios, como toda la industria del país. Jimbo dice: “Muchos de mis vecinos de Kensington reciben una ayuda del Gobierno a principios del mes, pero una semana más tarde ya están pelados. Usted debería ir allí y ver cómo es aquello”.

He subido muchas veces allá arriba”

Habrá visto lo mal que está aquello, con tráfico de drogas”.

Y prostitución”.

Sí, también. Como la gente está pelada, algo tienen que hacer. Había muchas fábricas allá arriba, pero todas han desaparecido”.

En Kensington, un cartel está colocado en lo alto de un pilar: “ ¡Alerta sanitaria! Hay una prostituta de nombre Sheri Pitts que es seropositiva. Si usted conoce su paradero, por favor póngase en contacto con el Ministerio de Salud Pública. Descripción: 5’4», de 95 libras. Lleva un tatuaje en el brazo izquierdo, “Chocolate Sheri”. Otro en la mejilla derecha “Sexy”. # 173-60-6501. Tiene que ser detenida. Está extendiendo esta enfermedad”.

La próxima vez que vaya a Kensington para echar una mano a la economía local, llevaré en la mejilla izquierda un tatuaje brillante que diga “Sexy”, como un chamán, o marca de vudú, o con escritura gótica, sólo para sonreír y decir tranquilamente: “Lo siento, Chocolate, pero no parece que esta noche podamos tener una relación cariñosa, o la próxima, o quizás nunca, aunque como miembro de la OTAN, esa alianza que junta a gentes bien armadas, quizás lo intente otra vez. ¡Ah, joder, sólo vamos a joder!. Puesto que yo fui quién te hizo enfermar en primer lugar, estamos destinados a un abrazo mortal, seductora terrorista!.

Siento usar el término joder como analogía de agresión, ¿pero no es el inglés tan dado al uso de estos términos, joder, joderé o le joderé a usted? ¡En inglés, para joder hay que odiar, ¿no significa matar? ya que joden en Libia, en Siria o Irán, o si usted prefiere, jode Israel, Wall Street, la CIA y el Pentágono!

En Chicago, los jefes blancos conspiran en ver cómo pueden jodernos, incluso los blancos de rango inferior. Como ya esperábamos, han cogido a unos jóvenes blancos y los han encarcelado acusándolos falsamente de terrorismo. Esta es la forma de que la gente vea a los blancos pobres, a los que llevan tatuajes, o anillos en la nariz, como enemigos. Como los extranjeros de piel oscura y los negros de aquí, los blancos descontentos serán marcados como asesinos indiscriminados de masas que sólo quieren destrozar las cosas porque ellos odian “nuestro estilo de vida”. Gracias a la Brigada de Investigación Criminal, se ha impedido que vuelen el puente de Cleveland y la Oficina Central de la Campaña de Obama en Chicago, para ir después a un Centro Comercial o la Casa Internacional de Tortitas. ¡Si no se les trata con severidad, es posible que hasta salpiquen el jarabe de maíz por todas partes! En lugar de trabajar en hacer felaciones, por ejemplo, estos tipos se confunden y se unen al movimiento Occupy, y pronto dirán que se trata de una rama de Al Qaeda que apoya a Irán y que utilizan los fondos dejados por Bin Laden.

Mientras tanto, Jimbo pide porque no puede pagar sus cuentas de otro modo. Confiesa que le gusta sentarse en un restaurante de vez en cuando y disfrutar de un emparedado italiano de 7 dólares o pollo frito o un plato de carne de cerdo. “ ¡Entonces es cuando me siento como un verdadero hombre blanco.

Linh Dinh es autor de dos libros de historias y cinco de poemas, y una novela que acaba de aparecer, Love Like Hate (Amor como el odio). Rastrea nuestro deterioro social en su blog de fotografía, que actualiza con frecuencia: http://linhdinhphotos.blogspot.com/

Fuente de este artículo en inglés:

http://dissidentvoice.org/2012/05/white-living/