La gran catástrofe nuclear de Japón y la crisis actual

por Richard Wilcox, 31 de marzo de 2012

DissidentVoice

 

Por fin llegó la primavera. Incluso en el Japón post-apocalíptico, después de unos días de lluvia fría y días tristes, el velo se ha levantado. Amanece otro día con el cielo azul y la gente disfrutó en el parque central de Tokio, gracias a la temperatura suave y la danza del sol entre las hojas, apareciendo las primeras flores en los cerezos, familias de picnic, juegos de pelota, los estudiantes universitarios metidos en bulliciosos partidos, paseando a los perros, corredores, ciclistas, cómicos, artistas, acróbatas, músicos y frenéticos sonidos de los bongos para entretener a los transeúntes. Todo el mundo parece contento, pero por desgracia muy pocos saben de la siguiente historia.

El Reactor número 4

Si bien es cierto que vivimos tiempos interesantes, quizás sean demasiado poco interesantes. Una noticia sobre la situación nuclear ha saltado recientemente: Japón ha estado muy cerca de una catástrofe nuclear a gran escala, pero se salvó de la situación y todo fue un simple percance mecánico, según dice Tokio Power Company (TEPCO), ¡nada que tenga que ver con alguna negligencia suya!

El diario Asahi informó que en 11 marzo de 2011 un terremoto y un posterior tsunami destruyó los reactores nucleares de Fukushima:

Una disminución en el nivel de agua (en el reactor número 4) podría haber producido una exposición y un calentamiento del combustible nuclear y un vertido masivo de radiación y sustancias radiactivas. No sólo se habría convertido la planta nuclear número 1 de Fukushima en un lugar de difícil acceso, sino también podría haber dado lugar al abandono de la planta nº 2 de Fukushima y de otras centrales nucleares situadas en las cercanías. Los peores escenarios previstos por los Gobiernos de Tokio y de Washington incluían la evacuación de los residentes del área metropolitana de Tokio, Sin embargo, una puerta que separaba la piscina donde se almacenaba el combustible gastado y el reactor contiguo, creó un espacio, lo que permitió que cerca de 1000 toneladas de agua procedentes del reactor se almacenasen allí, según se supo más tarde. Como resultado, el combustible ( de la unidad 4) se mantuvo a niveles relativamente seguros durante la crisis.

No tengo claro por qué las barras de combustible no han estado cubiertas de agua durante todo el tiempo, ya que no pueden estar expuestas al aire, pero de acuerdo con lo que se dice sólo por accidente el agua se filtró hasta la puerta debido a un mal funcionamiento del reactor. De no enfriarse las barras de combustible, se habría producido un incendio de materiales radialógicos y habría impedido que se rociase agua sobre los otros reactores. La fusión de varios reactores en cadena habría producido algo tan catastrófico que lo de Chernobyl habría parecido una fiesta de té. De hecho, el terremoto del 11 de marzo ocasionó que 14 reactores de 4 sitios diferentes de Japón se viesen afectados.

Estos son fallos nada raros en la Industria Nuclear, con las payasada y, peor aún, mintiendo a los regulares. Con el fin de que TEPCO ahorrase dinero, un ingeniero admitió que encubrió un “defecto de fabricación en el recipiente de acero, de un valor de 250 millones de dólares, instalado en el reactor nº4 de la central de Fukushima Dai-Ichi… para una unidad de Hitachi Ltd. (6501) en 1974. El reactor, que Tanaka denominó como una bomba de tiempo, estaba cerrado para su mantenimiento cuando se produjo el terremoto del 11 de marzo”. Tanaka señaló que “no sabe lo que hubiera pasado si ese reactor hubiese estado en funcionamiento”. Problemas técnicos impidieron la reactivación del reactor nº 4, lo que impidió una crisis a gran escala.

El “que pasaría si” no es algo que ya debamos olvidar, a pesar de lo que el Sindicato Internacional de Delincuencia Nuclear (CEIN) diga: la crisis está lejos de haber finalizado. Como ha dicho un experto nuclear japonés, Hiroaki Koide, todavía un terremoto de gran magnitud podría causar estragos en la unidad 4. Debido a que la estructura del edificio está muy debilitada y los terremotos son muy persistentes, las 1300-1500 barras de combustible nuclear que se almacenan en el piso superior, a 100 metros sobre el suelo, se encuentran en un situación muy precaria.

Si se produjese una fuerte réplica y se desplomase una pared, el agua de la piscina se filtraría y no enfriaría el combustible gastado. Empezaría a fundirse, quizás por completo. Y la enorme cantidad de radiación contenida en el combustible gastado sería expulsada al exterior, sin paredes que la contuviesen… sería el final. El final para una amplia zona, incluyendo Tokio.

Los temores de Koide son recogidos por Yukitero Naka, un ingeniero nuclear que apareció en una cadena de televisión alemana. La empresa de consultoría nuclear de Naka ha estado trabajando para ayudar en las labores del reactor nº1 de Fukushima, por lo que conoce bien la situación.

Mi mayor temor es que pronto no habrá personal cualificado que pueda trabajar allí” una vez que la mayoría de ellos hayan estado expuesto al nivel máximo de radiación, No está seguro de que acudan nuevos ingenieros y trabajadores, teniendo en cuenta que harán falta varias décadas para desmantelar la planta, lo cual es un asunto muy preocupante. También cree que la situación sigue siendo muy peligrosa, especialmente en el reactor 4, “que ha sido muy dañado por el terremoto”. Las barras de combustible gastado que se enfrían en la piscina se almacenan junto con “gran cantidad de maquinaria muy pesada…. De producirse otro terremoto, entonces el edificio se derrumbaría y otra reacción en cadena es probable que se produjese”.

Hideki Shimamura y su equipo de geólogos de la Universidad de Tokio, dijeron en la televisión alemana que las posibilidades de un nuevo terremoto son grandes en Japón, de un 75% en los próximos cuatro años. Si nos fijamos en el mapa topográfico que muestra las profundidades del océano, hay una gigantesca falla que es paralela a la costa este de Japón, como si el país entero estuviese a punto de caer por una cornisa. Las réplicas en el noreste de Japón han sido abundantes desde el 11 de marzo, siendo Japón una de las regiones sísmicas más activas del mundo, en el Cinturón de Fuego del Pacífico asiático. (1, 2, 3).

En “Stop Hamakoa”, un sitio web que ha estado funcionando durante años para advertir de los peligros que podían afectar a la central nuclear de Hamakoa, situada a 200 kilómetros de Tokio, se señala que el 66% de los vientos soplan en la dirección de Hamakoa hacia el área metropolitana de Tokio durante todo el año. Shimamura cree que Japón ha subestimado el poder de los terremotos en sus normas de construcción y las plantas nucleares están muy poco preparadas para terremotos de gran magnitud. Cuando los reporteros de la televisión alemana hicieron esta pregunta a los gerentes de TEPCO, admitieron que estaban haciendo todo lo posible para reforzar el edificio de la unidad cuatro (lo cual trae algo de consuelo), pero se quedaron estupefactos. Si además están operando dentro de un paradigma obsoleto, ¿ quién puede culparlos?.

El experto nuclear estadounidense Robert Álvarez señala que si se produce el drenado del agua del Reactor 4 “como consecuencia de otro terremoto, se podría desencadenar un incendio catastrófico que liberaría ocho veces más cesio radiactivo que el emitido en Chernobyl”.

En una de las entrevistas dadas por el experto en materia nuclear, Arnie Gunderson, el 5 de junio de 2011, describe la situación de la siguiente forma:

No hay ningún reactor que esté funcionando. Todo lo que se sacó fue colocado en las piscinas de combustible gastado. Pero eso no significa que funcionen bien todos los sistemas de contención, de modo que el combustible gastado está a la vista. Cuando se realizaron sobrevuelos con helicópteros se pudo observar que había desaparecido el edificio de contención y se podía ver el combustible en la piscina donde se guardan los residuos. Están todavía muy calientes, ya que el último combustible gastado se había depositado en el mes de noviembre. Todavía se desprende mucho calor de esa piscina. Brookhaven National Labs realizó un estudio en 1997 y señaló que si una piscina de combustible se quedaba sin agua y se incendiaba, se podían producir unas 187.000 víctimas mortales… El Presidente de la NCR dijo que la razón por la cual había pedido a los estadounidenses que se alejasen de un radio de 150 millas era porque tenía miedo de que el Reactor 4 se incendiase, y que de las piscinas de combustible se volatilizase plutonio, uranio, cesio y estroncio. Y si el estudio de Brookhaven señala que pueden morir más de 100.000 personas… mi consejo a las personas de Tokio es que si hay una réplica sísmica severa y el edificio del Reactor 4 se derrumba, deben irse. Estamos en una situación donde la ciencia nunca se ha encontrado y el combustible nuclear incendiado es una situación que nunca se ha vivido”.

Por desgracia, la tecnología para eliminar las barras de combustible todavía no se ha inventado. Debido a los extremos niveles de radiación, los trabajadores no pueden hacer su trabajo, así que primero habría que inventar unos robots que salvasen a los humanos. El Gobierno ha iniciado el proceso de desmantelamiento de lo que queda de Fukushima. Toshiba, Hitachi GE y Mitsubishi Heavy Industries reciben el apoyo del Gobierno para desarrollar una tecnología que permita su desmantelamiento, pero también se busca el apoyo de otras empresas más pequeñas. El sr. Koide está preocupado porque el proceso de retirada de las barras de combustible no comenzará hasta 2013.

Gundersen comentó la dificultad de esta situación:

La situación del Reactor 4 me ha dejado perplejo. Creo que se verán obligados a construir un edificio exterior que lo cubra todo, pero se necesitarán enormes grúas, grúas que puedan levantar unas ciento cincuenta toneladas, es decir, enormes, para así poder poner el combustible gastado en contenedores, de modo que pueda ser eliminado. Es algo parecido a lo que ocurrió en Three Mile Island, pero todo el combustible estaba en el fondo del recipiente. Pero se tardaron tres años en poder acceder al combustible fundido de Three Mile Island, en realidad fueron cuatro. Así que el problema es que las grúas tienen que actuar en las partes destruidas de los reactores 1, 3 y 4. Y no se puede hacer al aire libre, tiene que hacerse bajo el agua. Mi conjetura es que van a tener que construir un edificio en torno a los existentes para proporcionar la suficiente protección, y de este modo poder colocar el combustible gastado en los recipientes adecuados”.

El estado actual de los reactores no es de color de rosa. Recientemente la unidad 2 se observó que estaba más caliente que el infierno y que sufría un déficit de agua en el circuito de refrigeración… Las unidades 1 y 3 emiten tanta radiación que no hay manera de evaluar su estado, incluso con la más moderna tecnología de que se dispone. Los problemas técnicos y las fugas de agua radiactiva han afectado de forma constante a la zona. (4, 5) Los problemas logísticos descritos por Naka y Gunderson son enormes, ¿ por qué no hay un esfuerzo internacional en marcha para salvar a Japón y al mundo?

Propagación de la radiación

Suponiendo que no sucede lo peor, la situación es crítica. Sabemos que en parte hubo suerte porque la mayor parte de la radiación se dirigió hacia el mar ( claro, suerte para unos, desgracia para otros), pero aún así ha quedado toda una región del noreste de Japón y de Tokio cubierta por cesio. La cantidad de radiación liberada siempre se ha revisado al alza, aunque las estimaciones la sitúan en torno al 50% de la liberada en el accidente de Chernobyl. Un investigador europeo dice que:

El accidente podía haber tenido un efecto mucho más devastador en la población de Tokio. En los primeros días después del accidente el viento sopló en dirección al mar, pero en la tarde del 14 de marzo cambió, con lo que las nubes de cesio radioactivo 137 se depositaron en enormes extensiones del país ( ver la reconstrucción de radioisótopos). Cuando se precipitó al suelo, a lo largo de las montañas centrales del país y del noreste, se registraron niveles muy altos de radiación en el suelo, por suerte, la capital y otras zonas densamente pobladas tuvieron un tiempo seco. “Hubo un período en el que se acercó una alta concentración de material radiactivo, pero no llovió”, dijo Stohl. Podría haber sido mucho peor”.

Sin embargo, actuando de forma arrogante, como suelen hacer los políticos, y ocultando datos, no le dijeron a la gente sobre los peligros de la radiación a la que podían estar expuestos:

El Ministro de Ciencia y otros altos funcionarios del Ministerio decidieron no informar de los datos de radiación al público cuatro días después del terremoto del 11 de marzo… los funcionarios del ministerio y los burócratas tomaron la decisión de ocultar los datos el 15 de marzo sobre la propagación de la radiactividad, que incluía la suposición de que todo el material radiactivo de la planta podía ser liberado”.

Además, importantes correos electrónicos de advertencia de la propagación de la radiación fueron “accidentalmente” eliminados de los equipos del Gobierno con la finalidad de cubrir sus propias pistas. Se propagó la radiación, incluso el más temido de todos los radionucleídos, el plutonio, que se ha detectado a unos 20 a 30 kilómetros al noroeste y al sur del lugar del desastre nuclear.

He realizado mediciones al azar con mi propio dosímetro de radiación gamma. Una lectura basal normal es de unos 0,05 microsieverts por hora, pudiendo llegar a 0,1. Supongo que es la radiación gamma de fondo medida con bastante exactitud, porque cuando realizo la medición a 30.000 pies de altura se alcanza un valor de 2, lo cual es normal a esa altitud. He comparado las lecturas a un metro del suelo, tanto en Tokio como en Estados Unidos, y el valor era el mismo, 0,08.

El Ministerio de Ciencia y Tecnología de Japón (MEXT) mide la radiactividad en la lluvia y en los suministros de agua. La radiación en el aire se controla desde las centrales de medición situadas en los edificios más altos de Tokio. En Tokio y otras regiones se suelen registrar lecturas muy bajas, tales como 0,05 microsieverts por hora. No puedo explicar la discrepancia, pero diferentes dosímetros dan medidas diferentes. Las autoridades locales toman mediciones a 5 cm del suelo en los patios de las escuelas y registraron mediciones de sólo 0,1 microsieverts por hora. Esto es extraño, porque si se pone el aparato de medición en el suelo, los registros son más altos. En otros lugares, aceras y cunetas, he recogido lecturas que van desde los 0,06 mcs por hora hasta los 0,29. Es un margen muy amplio. Las autoridades locales no miden la radiación a nivel del suelo en las escuelas y no presionan los padres para que también se haga. Tal vez el Gobierno no quiera gastarse dinero de forma “innecesaria”, incluso si los niños están jugando con material radiactivo.

Cuando Arnie Gunderson tomó cinco muestras del suelo al azar en los alrededores de Tokio, encontró valores más altos que los valores estándar que se consideran en los Estados Unidos. El año pasado, el Proyecto de Defensa contra la Radiación publicaba datos preocupantes sobre los valores de la radiación en las muestras del suelo en la región de Tokio. En la ciudad de Kashiwa y en el Tokio oriental, se registraron cantidades notables de cesio, superando en casos extremos los valores límite establecido por el Gobierno para la agricultura, 5000 Bq/kg (6).

El Gobierno parece que poco a poco está mejorando el control de la situación. MEXT ha publicado datos recientemente que muestran las consecuencias de la exposición a los radionucleidos de cesio y de otros tipos sobre la región de Japón. Es de suponer que se deba al polvo que se levanta en la planta de Fukushima y no la que se extienda desde la central (aunque todavía sigue emitiendo radiación). Por ejemplo, en enero de 2012, la tasa de precipitación fue de 2 becquerelios por metro cuadrado depositados en el suelo de Tokio, lo que haría un total de 20 millones de becquerelios. Lo positivo es que al oeste de Tokio se ha detectado muy poca radiación y los alimentos que se cultivan en esas regiones se pueden considerar como seguros.

Impacto en la salud humana

La gran mentira del Gobierno japonés es que el desastre nuclear “no supone ningún riesgo inmediato para la salud”, cuando después de las explosiones en el reactor se debe decir que 573 personas ya han muerto como consecuencia del accidente. Gracias a los medios de comunicación independientes en Internet y unos pocos periodistas honestos, ahora sabemos la magnitud de los daños en los reactores y la propagación de la radiactividad, a pesar de que el Gobierno lo sabía perfectamente desde el primer momento. No es de extrañar que la mitad de los residentes de Fukushima estén muy preocupados acerca de las consecuencias del accidente en la salud. Un estudio reciente realizado por un organismo nuclear francés, ACRO, encontróbien los niveles de cesio radiactivo en los niños en Tokio, Kanagawa y Saitama, por debajo de los niveles de detección; en los niños de Fukushima, Miyagi, Iwate y Chiba (Ciudad de Kashiwa) se detectó cesio radiactivo en la orina”. La página web de ACRO ha publicado muchos resultados de pruebas de medición de la radiación en Japón. Como era de esperar, el polvo de las casas del noreste de Japón tenía contaminación por altos niveles de cesio. En Chiba también se encontró cesio radiactivo en el polvo, mientras que en Osaka no aparecía. En una prueba realizada en una escuela de Tokio, se observó que cada vez se detectaban niveles más bajos de cesio en la leche que se suministraba a los niños. Al adquirir más conocimientos sobre los alimentos afectados por la radiación, se evita comprar alimentos procedentes de Fukushima, relegando así a la Ucrania del Japón, el granero del país, a la miseria de sus campesinos.

Para las personas preocupadas por la ingesta de radionucleidos, he aquí una breve lista de los métodos de desintoxicación que sugirió un naturópata y una farmacia:

DESINTOXICACIÓN POR CONTAMINACIÓN POR CESIO Y OTROS RADIONUCLEIDOS

Quelpo

Carbón activado

Arcilla verde francesa

Magnesio no oxidado

Baños en sales de magnesio

Baños en arcilla de bentonita

Las estimaciones sobre el números de muertes que se pueden producir debido al desastre nuclear de Fukushima pueden variar de cero, de acuerdo con la versión oficial, a millones de personas.

Asistí a una conferencia del Dr. Chris Busby en Tokio durante el verano de 2011. Como experto en los efectos de la radiación a bajo nivel, explicó su metodología y fue muy crítico con los riesgos nucleares, algo inherente a la Industria Nuclear, subestimándose los peligros. Después del accidente escribió un artículo en el que estima:

Dentro de los 100 kilómetros en torno a Fukushima Daiichi se estima que alrededor de 200,000 casos de cáncer adicionales se producirán en los próximos 50 años, con casi la mitad de diagnosticados en los próximos 10 años, siempre que los 3,3 millones de personas que viven en el área permanezcan allí durante un año. Se estima que más de 220.000 nuevos casos de cáncer se van a producir entre los 7,9 millones de personas que viven entre los 100 a 200 kilómetros en torno a Fukushima en los próximos 50 años, con también la mitad de diagnosticados en los próximos 10 años”.

Dado que el documento ha sido elaborado en base a las estimaciones del Gobierno japonés sobre unos niveles determinados de radiación, se entiende que siendo los niveles actuales mucho más altos, se podría cuadriplicar la cifra de muertes prematuras, es decir, en torno a 800.000. Si se incluye también el área que está fuera del radio de 200 km en torno a Fukushima, el número pude aumentar aún más.

Hice un cálculo aproximado basado en los niveles de exposición aprobados en Estados Unidos por radiación externa en las labores de las plantas nucleares. En mis cálculos he incluido la posibilidad de unos mayores niveles de exposición, en lugar de restar importancia a los datos. Por ejemplo, si asumimos que una de cada veinte niños, no uno de cada cien, pudiera desarrollar cáncer en los próximos veinte años debido a la radiación gamma procedente de Fukushima, podíamos extrapolar este modelo a otros grupos de edad y a distintos lugares. De acuerdo con la Wikipedia, a partir de 2010, la prefectura de Fukushima tiene una población de 2.028.752 habitantes. Suponiendo que la sociedad de Japón es una sociedad que envejece sobre todo en las zonas rurales, pensé que no más de una sexta parte de ese número serían niñas. Si asumimos como más probable que la posibilidades sean las mismas para los hombres en cada grupo de edad, entonces se obtiene que una persona de cada 40 va a desarrollar un cáncer. El total sería:

chicas: 16000

chicos: 8000

adultos:24.000

total: 48.000

Aleatoriamente he duplicado el número de adultos, considerando que se trata de una mayoría de la población, aunque es menos vulnerable, según las directrices consideradas en los Estados Unidos. Otras prefecturas que rodean Fukushima tienen niveles similares de población, hasta llegar a Chiba y Tokio, donde hay millones de personas. Si utilizamos los datos de 48.000 muertes en nueve prefecturas, si incluimos Tokio, la cantidad ascendería a 432.000 muertes prematuras, un número similar al obtenido por otras estimaciones.

Sin embargo, este modelo depende de una cantidad determinada de radiación y la eventual evacuación de zonas peligrosas. Fukushima sigue emitiendo radiación y no se evalúa el riesgo por la ingestión de polvo o alimentos contaminados, o incluso daños al ADN que pudieran afectar a futuras generaciones.

Otro cálculo se podría hacer comparando los datos de Chernobyl. Si asumimos que un millón de personas murieron a causa del accidente de Chernobyl (según el informe Yablokov), siendo la radiactividad por cesio prodecente de Fukushima un 50% de aquella, con un 20% de la contaminación depositándose en suelo japonés, pero con una densidad triple de población, obtendríamos una cifra de alrededor de 300.000 muertes en Japón en los próximos 25 años.

Una cultura de corrupción y de negación

El Gobierno japonés ha demostrado en el manejo de la crisis nuclear una actitud totalmente deshonesta, al igual que otros organismos internacionales. Uno de los últimos escándalos que pone por encima las ganancias a la salud de las personas, es la determinación de enviar todos los desechos radiactivos de todo Japón para que sean quemados en las incineradoras. En lugar de contener el problema en la zona afectada, las emisiones radiactivas y cenizas volantes extenderán el problema a zonas más alejadas, tales como Okinawa. El blogger Ex-SFK resume perfectamente las razones económicas por las cuales los gobiernos locales ( haciendo caso omiso de los deseos de la población) están a favor de esta forma de tratamientos de los residuos radiactivos:

Las incineradoras necesitan más basura para operar, así los residuos son enviados a los dioses; las incineradoras se encuentran en mal estado y se necesita una nueva generación de tales dispositivos, y esta es la razón por la que los municipios lo apoyan para recibir un subsidio del Gobierno nacional para la renovación o construcción de nuevas instalaciones”.

Ya en 2003, Junichi Sato de Greenpeace de Japón me dijo que “la Industria de la Incineración de residuos tenía un gran interés en la quema de los residuos”. Aunque el Gobierno afirma que la última generación de incineradoras tiene un alto nivel de seguridad en emisiones ( reducción de hasta el 90% en comparación con la tecnología anterior), no aborda el tema de las dioxinas presentes en las cenizas volantes, altamente tóxicas, que deben ser enterradas en vertederos.

El Gobierno está permitiendo que los residuos de las incineradoras sean reciclados para su uso como materiales de construcción. Esto puede ser muy peligroso para los habitantes que viven en las cercanías de estos productos tóxicos. Además se propaga la ilusión de un reciclaje como una solución a los problemas de los residuos… La tecnología de la incineración intensiva es costosa en su construcción y en su funcionamiento. En lugar de incinerar los residuos, tenemos que tomar decisiones a nivel local en cuanto a consumo y avanzar en una mayor reutilización de los materiales, en comparación con el reciclaje o la producción de residuos. Pero el Gobierno promueve la producción de residuos y la incineración, firmando contratos con las empresas incineradoras de los municipios. Los contratos especifican que una cierta cantidad de residuos han de ser entregados según el horario establecido, para evitar desmanes (pág. 125 a 133).

Este aspecto de la crisis nuclear se basa en «Dokken Kokka» o «Estado de construcción», que ha dependido de la asignación de fondos estatales para un proyecto que beneficia a cierta zona o grupo para proyectos de construcción en los últimos veinte años, a fin de estimular la economía de Japón. Un ejemplo de lo que sucede con los políticos lo tenemos en la investigación de un miembro del Parlamento, Koki Ishii. Ishii estuvo investigando durante diez años el aumento de la deuda pública de Japón, y descubrió que estaba relacionado con el mal uso del dinero público y los estrechos lazos del Gobierno con la Industria de la Construcción y la delincuencia organizada. Ishii fue el segundo miembro del Parlamento asesinado desde la Segunda Guerra Mundial, asesinado por la “Construction State (Estado de Construcción)” Los vínculos entre las Universidades y la delincuencia organizada ha llevado a la intimidación de activistas sociales que cuestionan las destructivas políticas sociales (7). Esto nos ayuda a entender el por qué las personas de Japón no han hecho frente a la Industria Nuclear: la juventud se desalienta de involucrarse en la vida política pública. Cuando escribí un sencillo panfleto sobre la crisis nuclear de Fukushima para una revista escolar, el artículo fue rechazado al considerarse que tocaba un asunto demasiado sensible. Esto es sorprendente teniendo en cuenta la función de las instituciones educativas, la de reforzar las estructuras de poder existentes, sin cuestionar las prácticas establecidas ( aunque éstas sean fraudulentas) y las normas sociales. El control ejercido por la televisión y la opresión institucional nos explica por qué algunas víctimas del desastre nuclear apoyan todavía la energía nuclear. Pero muchos japoneses se están enfrentando a los matones que defienden tal Industria. Los ciudadanos están cuestionando la decisión de Osaka de reiniciar la actividad de los reactores, incluso en contra de la opinión pública.

Una de las voces más frescas de Japón ha sido la del Sr, Mochizuki en la página web de Diario de Fukushima, que nos ha suministrado cuantiosos datos a partir de las fuentes japonesas y que ha traducido al inglés. Mochizuki hace hincapié en los siguientes importantes asuntos: hay una creciente sensación de impotencia entre los jóvenes que están preocupados por la radiación, no siendo capaces de aunar voluntades para oponerse; una creciente presión social psicológica tiene mucho que ver con una falta de voluntad para hacer frente a la realidad de la catástrofe de Fukushima. Aunque las protestas hayan sido loables, no han afectado a las políticas energéticas de una manera sustancial y esto ha llevado a un cierto grado de desesperación e incluso a una potencial violencia (8, 9, 10).

La gente ha sido programada desde el nacimiento para formar parte de los engranajes de la Maquinaria Industrial. Japón ha tenido durante bastante tiempo un notable éxito tecnológico y económico. Pero con las actuales perturbaciones, no hay manera de reconfigurar el sistema, no hay forma de seguir adelante, simulando una realidad que no existe, o pensando que los radionucleidos no les van a hacer daño. El proceso de reeducación de la gente se está llevando a cabo por personas como Mochizuki, con una actitud valiente y noble.

Algunos científicos han sugerido que la energía geotérmica es el camino a seguir para la obtención de energía en Japón. “Además de los amplios recursos geotérmicos, Japón dispone de los vientos y las mareas, y la radiación solar”. Sin embargo, existe incertidumbre sobre el futuro económico de Japón si se cierran los reactores nucleares y se incrementan las costosas importaciones de petróleo. Algunos observadores están preocupados por la posible entrada de Japón en recesión económica antes de que las energías renovables sean desarrolladas.

El comentarista estadounidense Pat Buchanan apunta a otra cuestión candente en Japón, la crisis demográfica:

“¿Cómo se llegó a esto? Los recursos no es motivo de disputa. Cuando millones de soldados japoneses regresaron de su imperio muerto para formar familias, hubo una explosión demográfica. Bajo la ocupación de U.S., Tokio rápidamente legalizó el aborto, y la nación aprobó el control de la natalidad. Japón lo hizo antes que Europa…. Ahora todos enfrentan a la muerte demográfica, con Japón liderando el camino.”

En los últimos meses he escuchado las conferencias de Matt Johson, un nacionalista ortodoxo, que propone la vuelta a una vida sencilla basada en el cultivo de la tierra, lo cual es un soplo de aire fresco en medio de tanta reiteración de los valores de la clase media. La noción de burguesía como el “instrumento universal de destrucción” que poco a poco se ha ido forjando es tan relevante hoy en día que define la forma de enfrentarse a catástrofes como la de Fukushima, y a otras calamidades con las que se enfrenta la Humanidad, como siempre.

1.-Seismic Monitor Map. [↩]

2.-Earthquake Information

20:07 JST 27 Mar 2012 20:00 JST 27 Mar 2012 Iwate-ken Oki M6.4 [↩]

3.-Japan earthquakes 2011 Visualization map. [↩]

4.-Japan reactor has fatally high radiation, no water . [↩]

5.-Leak from the Pipe after Reverse Osmosis (Desalination) Treatment: 120 Tonnes, 80 Liters May Have Flowed into Ocean. [↩]

6.-Tokyo Metropolitan Soil Testing Results. Chart. [↩]

7.-Rumpus on campus: Prestigious university in Tokyo has become a battleground in a war over freedom of political expression. [↩]

8.-Japanese politely giving up their lives. [↩]

9.-Separated Japanese. [↩]

10.-Japanese pushed to the corner to revolt. [↩]

http://dissidentvoice.org/2012/03/japans-near-miss/

Otros artículos de Richard Wilcox en Noticias de abajo:

http://noticiasdeabajo.wordpress.com/2012/03/10/alimentos-radiactivos-en-japon/

http://noticiasdeabajo.wordpress.com/2011/07/01/censura-en-japon-el-encubrimiento-de-fukushima/

http://noticiasdeabajo.wordpress.com/2011/06/13/manifestacion-antinuclear-en-japon/