El caso Andrew Wakefield: la rehabilitación de su colega, el Dr. John Walker-Smith

Por Silvye Simon, 27 de abril de 2012

Votre Santé

El gráfico muestra la disminución en la vacunación de SPR ( triple vírica) en el Reino Unido ( en azul) y la proporción de madres que consideraban segura la vacuna triple vírica (en verde). Graph: UK Department of Health.

 Se han dicho gran cantidad de mentiras con toda impunidad sobre el Dr. Andrew Wakefield, que debido a sus investigaciones entró en declive la administración de la vacuna triple vírica, sarampión, las paperas y rubeola (SPR), en el Reino Unido, teniendo muy altos costes para Glaxo SmithKline.

Es cierto que el daño causado debe ser castigado y el Dr. Wakefield ha servido como chivo expiatorio en este asunto, mientras que otros investigadores han obtenido los mismos resultados sobre la regresión del autismo, pero sin beneficiarse de una publicidad muy embarazosa para la Industria Farmacéutica.

Durante 14 años se han repetido una y otra vez las mismas mentiras en los medios de comunicación, sin contrastar la validez de sus afirmaciones o de plantearse los interrogantes que surgían. El Dr. Wakefield fue despedido del hospital en el que trabajaba, perdió su reputación y se vio obligado a exiliarse. Si hemos de ser claros, aquello fue una calumnia.

Recordaremos brevemente el asunto a aquellos que lo han olvidado o que no lo conocieron: en 1998 la revista The Lancet publicó los casos de 12 niños que habían sido atendidos en el Hospital Royal Free de Londres por problemas intestinales. El estudio establecía una posible relación entre estos problemas, retrasos en el desarrollo, algunos casos de autismo, con el virus presente en la vacuna contra en sarampión, que se encontró en el intestino de estos niños. Los médicos descubrieron que en 8 de estos niños, los problemas gastrointestinales y los síntomas de autismo se habían iniciado poco después de la administración de la vacuna triple vírica.

Veamos como se el asunto en este otro sitio web: http://briandeer.com/mmr/uptake-stats.htm (N. del T.: Brian Deer es uno de los periodistas que ha lanzado más duros ataques contra Wakefield. Sus artículos han sido publicados en el Sunday Times).

Las TRES PRINCIPALES CONTRIBUCIONES del Dr. Andrew Wakefield a la disminución en la aceptación de la vacuna triple vírica.

Abril de 1995:The Lancet publica un artículo de Andrew Wakefield y otros, en base a los datos estadísticos extraídos de modo fraudulento de dos estudios independientes, pretendiendo con ello establecer una relación entre las enfermedades intestinales y la vacuna contra el sarampión. El Hospital Royal Free y la Escuela de Medicina ofrecen una conferencia de presa, que es televisada, en la que se critica la vacuna triple vírica. Los investigadores, entre ellos el Dr. Wakefield, más adelante tienen que abandonar su pretensión de establecer relación entre la enfermedad de Crohn y la vacunación.

Febrero de 1998:The Lancet publica un artículo de Andrew Wakefield y otros que afirman haber encontrado una posible relación entre las enfermedades intestinales, el autismo y SPR.El hospital Royal Free y la Escuela de Medicina una conferencia de prensa televisada, en la que Wakefield aconseja a los padres boicotear la vacuna triple vírica en favor de la administración individual de las vacunas. En el análisis de los datos brutos – los registros de los médicos – se observa que el documento es falsao y engañoso en todos los aspectos críticos.

Enero de 2001: Reacciones adversas a medicamentos y exámenes toxicológicos se publica un artículo de revisión por Andrew Wakefield y Scott Montgomery haciendo un ataque generalizado contra la vacuna triple vírica, pero la revista tiene una tirada de 350 ejemplares y el impacto en los profesionales médicos es insignificante, pero el Dr. Wakefield se defiende diciendo que tiene el apoyo de ciertos periodistas. En los análisis del material original se observan mentiras y falsedades en las consecuencias extraídas.

Los 13 coautores que publicaron el trabajo en la revista The Lancet eran todos ellos miembros del Grupo de Estudio sobre enfermedades inflamatorias intestinales del Hospital Royal Free. En el año 2004, bajo la presión de las autoridades sanitarias británicas, 10 de los autores firmaron una carta en la cual indicaban que retiraban la publicación que establecía una vinculación entre vacunas y autismo, lo cual no se decía categóricamente. A continuación, John Walker-Smith, un reconocido gastroenterólogo y pediatra, Andrew Wakefield y Simon Murch fueron acusados de fraude médico por el GMC ( General Medical Council) y los posteriores procesos judiciales han dado lugar a que tanto Wakefield como Walder-Smith perdieran su licencia médica (en el Reino Unido), mientras que el Dr. Murch la ha conservado. Wakefield ha sido demonizado por los medios de comunicación, mientras que laboratorios y pequeño burgueses se mostraban encantados de informar de los escándalos que benefician a la Industria Farmacéutica en lugar de investigar las implicaciones de este asunto.

Resumiendo: En julio de 2003, el propietario de la revista The Lancet, Crispin Davis, se convirtió en director no ejecutivo de Glaxo SmithKline, el fabricante de la vacuna triple vírica (SPR).

El 27 de febrero de 2004, su hermano, el juez Davis, creo que en este caso está bien señalar el parentesco, retira la asistencia jurídica a los demandantes, mientras que en virtud de extrañas razones se rechaza la publicación en The Lancet de Andrew Wakefield, que durante ese período es arrastrado por el barro en la BBC y el Sunday Times.

En julio de 2004, Crispin Davis, el hermano del juez, fue elevado a la categoría de noble por el Gobierno de Blair.

En cuanto a James Murdorch, hijo del multimillonario Rupert Murdorch, dueño de un imperio de medios de comunicación de proporciones mundiales, incluyendo el Sunday Times, que recientemente se ha visto involucrado en un gran escándalo, fue contratado por Sir Crispin Davis para unirse al grupo de GlasoSmithKline. Es un ejemplo típico de una sucesiva cadena de intereses en relación a la controversia entre vacunas y autismo, y del que no somos conscientes.

Pero a veces hay, afortunadamente, justicia en la Tierra. El 7 de marzo de 2012, el profesor John Walker-Smith ganó su recurso contra el Colegio de Médicos del Reino Unido, que le había acusado falsamente y difamado, así como al Dr. Andrew Wakefield, por el papel desempañado en la publicación del artículo en The Lancet en 1998.

Esta sentencia se produce tras una larga deliberación que ha durado 217 días, y representa el juicio más largo en todos los 152 años de historia del GMC (Consejo General Médico).

Esta victoria ha permitido al profesor Walker-Smith recuperar su condición de médico, que perdió en el año 2001, es decir, seis años antes de que comenzara el juicio. Está muy contento con esta victoria, porque su familia ha vivido una situación muy difícil desde el año 2004: “Nunca olvidaré la ayuda que he recibido, lo cual agradezco a los que me han apoyado. Espero disfrutar de mi jubilación con mi familia”.

En la sentencia de 70 páginas, Sir John Mitting dijo que las acusaciones contra él no podían mantenerse y rechazó la acusaciones del periodista Brian Deer y el político Evan Harris del Partido Liberal Demócrata en Sunday Times, diciendo que son infundadas. El juez agregó que las acusaciones estaban “insuficientemente motivadas y muchos puntos de vista eran superficiales, extrayendo conclusiones falsas”.

El veredicto lava de toda sospecha al Dr. Walker-Smith. Es una conclusión consecuente, ya que la fiscalía no ha recibido quejas de que los niños hayan sufrido daño alguno, y los padres han apoyado a los dos médicos durante el juicio, señalando los beneficios que los niños obtuvieron durante el tratamiento en el Royal Free Hospital.

Mientras que John Walker-Smith recibió apoyo para apelar la decisión del Colegio de Médico, el Dr. Andrew Wakefield, exiliado en los Estados Unidos, no tenía medios para apelar ante el Tribunal Supremo.

La sentencia descarga totalmente de mala práctica médica al Dr. Wakefield y podrá continuar sus investigaciones en los Estados Unidos, mientras que el pseudo periodista Brian Deer continúa con sus difamaciones, así como la Dra. Fiona Godlee y el British Medical Journal, que le han acusado falsamente de fraude y han intensificado sus ataques para destruir su carrera y su vida. El juicio tendrá lugar en Texas, donde ahora vive Wakefield. La decisión del Tribunal sobre su colega es un buen augurio para rebatir los cargos presentados por el GMC.

Los padres, que pertenecen al grupo CryShame, recibieron con gran satisfacción el anuncio, después de más de ocho años de espera, y felicitaron al profesor John Walker-Smith. Cryshame es una asociación de padres que han visto a sus hijos padecer autismo en el segundo año de vida y se preguntan sobre la posible relación con la vacuna.

Marcos Blaxill, padre de una niña autista, director de SafeMinds, autor de varias publicaciones sobre el autismo en varias revistas médicas de prestigio, dijo: “El Gobierno del Reino Unido necesita hacer frente a la corrupción del GMC, que ha perjudicado gravemente la reputación de algunos honorables médicos. Además, resulta indignante que el Dr. Andrew Wakefield haya sido vilipendiado por funcionarios de Gobiernos, fabricantes de vacunas y autoridades médicas, y los medios de comunicación aceptando de forma acrítica los cargos”.

The Canary Party, una organización creada para defender a las víctimas de los accidentes médicos y venenos ambientales, han recibido con alegría la victoria de un médico que lucha contra un sistema corrupto, tomando en serio los intereses de los niños.

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La periodista Sally Beck del diario Sunday Daily Mail publicó en febrero de 2011 nuevos hallazgos resultado de investigaciones llevadas a cabo en los Estados Unidos que confirman los resultados del Dr, Andrew Wakefield: parece existir un vínculo entre la vacuna triple vírica y el autismo regresivo.

Ahora, un equipo de la Escuela de Medicina de la Universidad de Wake Forest en Carolina del Norte está buscando a 275 niños con autismo regresivo y enfermedades intestinales. De los 82 niños que ya han sido examinados, 70 de ellos dieron positivo en la presencia del virus del sarampión. El director del equipo de investigación, el Dr. Stephen Walker, dijo que: “Los resultados que hemos obtenido hasta ahora indican que son cepas presentes en la vacuna, y no cepas salvajes del virus del sarampión”.

Esta investigación muestra que el virus de la vacuna contra el sarampión fue descubierta en el tracto gastrointestinal de un buen número de niños diagnosticados con autismo regresivo. Así que la publicación del Dr. Wakefield de 1998 parece ser honesta.

Ya en el año 2001, John O’Leary, Profesor de Patología en el Hospital de St James y el Trinity College de Dublín, reprodujeron el trabajo del Dr. Wakefield, confirmando la contaminación de estos niños sólo por el virus del sarampión de la vacuna triple vírica y el Departamento de Salud y algunos medios trataron de desacreditar esta investigación, bajo el pretexto de que no se podía realizar en las mismas condiciones. Nadie lo había intentado. En Dinamarca, según informó el Journal of American Physicians and Surgeons en septiembre de 2004, se realizaron un gran número de diagnósticos de autismo relacionados con la introducción de la vacuna triple vírica (SPR). De modo que el trabajo del Dr. Wakefield ha sido corroborado por investigadores independientes de japón, Irlanda y otros países, poniendo de relieve la relación entre esta vacuna y los problemas que surgieron.

Sin embargo, el Ministerio de Sanidad del Reino Unido, al igual que el Ministerio de Sanidad de Francia ( y el de España), repiten una y otra vez el mismo estribillo: “La vacuna triple vírica es la mejor forma de protección contra el sarampión, las paperas y la rubeola”.

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Sylvie Simon, 27 de abril 2012

The Canary Party – 120 Birch Bluff Road – Tonka Bay, MN 55331

Ginger Taylor 855-722-5282 or Media@CanaryParty.org

http://www.naturalnews.com/Andrew_Wakefield.html

http://www.naturalnews.com/031211_Andrew_Wakefield_BMJ.html.

Fuente:

http://www.votresante.org/suite.php?dateedit=1335558012