Alto número de suicidios entre los soldados veteranos estadounidenses

Por Marti Hiken y Luke Hiken, 29 de septiembre de 2012

Dissident Voice

 

Las cifras más recientes indican que por cada soldado que muere en Afganistán o en Irak, 25 soldados veteranos se suicidan al regresar a los Estados Unidos. ¡Son unos datos asombrosos! ¿ Cómo puede ser esto?

En 1971, la Universidad de Stanford realizó un experimento en una cárcel para determinar cuáles eran los efectos de estar en prisión a un grupo de alumnos seleccionados. La mitad de los estudiantes actuaron como guardianes de la prisión, mientras que la otra mitad actuaban como delincuentes condenados por delitos graves. La Universidad tuvo que suspender el experimento de forma brusca al descubrir que los guardianes actuaban de forma sádica, actuando de forma violenta y los criminales estaban respondiendo a las condiciones de encarcelamiento de una manera peligrosamente violenta. El experimento pone de relieve lo que le sucede a la mayor parte de la gente cuando se les trata sin respeto y sin ningún de consideración. Más importante aún, demostró el efecto catastrófico de que una autoridad desenfrenada engendra violencia y corrupción entre los encargados de las funciones de vigilancia y guardia (1).

Estamos siendo testigos de un colapso similar de la moral y de la estabilidad mental de los soldados estadounidenses que actualmente participan en las guerras imperialistas en Irak, Afganistán, Libia y otros lugares de Oriente Medio. El Diario de Psicología Clínica y Consultoría ha publicado recientemente un informe en el que se dice que por cada soldado muerto en Irak, Afganistán u Oriente Medio en los últimos 10 años, 25 veteranos se han suicidado (2). Sean debidos estos intentos de suicidio o no como resultado de un desarreglo mental como consecuencia de un Trastorno de Estrés Postraumático (TEPT), o las secuelas de tener unos buenos soldados que se convierten en monstruos asesinos a causa de las condiciones bajo las que se les coloca ( es decir, como en el experimento de Stanford) es algo discutible. Sin embargo, lo que entra en juego aquí es el hecho de que más de medio millón de soldados y mercenarios ( es decir, civiles contratados) han vuelto a casa desde las regiones de Oriente Medio, y el Pentágono cree que aproximadamente 1/3 de ellos sufren algún tipo de trastorno de estrés postraumático.

Estas estadísticas revelan la depravación moral que resulta de la participación en las guerras de Oriente Medio y el impacto que tienen nuestras invasiones coloniales, no sólo en las poblaciones indefensas que hemos elegido para atacar, sino también en los autores de esos ataques. Es imposible que soldados que participan en masacres injustificadas no queden marcados por ellas. Podríamos recordar nuestra experiencia en Vietnam para proporcionarnos una pista de los resultados desastrosos de las guerras injustificadas produjeron en los hombres y mujeres que participaron en ella. Pero no, el Pentágono y los falsos líderes parece no haber aprendido nada de Vietnam, ni de los fracasos de rusos y franceses en Afganistán, o el vergonzoso ataque a Irak. Estos falsos líderes no se ven afectados por la crueldad y la saña de sus incursiones en el exterior, pero otros que han participado en estas guerras se pasan el día pensando en suicidarse.

Recientes estudios llevados a cabo por la NYU y Stanford han documentado el hecho de que han sido asesinados civiles por los ataques estadounidenses mediante el uso de aviones no tripulados, algo que el Pentágono reconoce (3). Sin embargo, algún burócrata con cabeza de toro del Departamento de Defensa, un tal John Brennan, tiene la osadía de decir a Obama que estos estudios no son exactos, y que muestran sólo un puntito de exactitud, ya que los aviones no tripulados sólo matan a terroristas, y las muertes injustificadas son sumamente raras. Estos comentarios patológicamente absurdos ¿ son para aislar a Obama de las masacres de cientos de mujeres y niños inocentes, o por el contrario Obama es más canalla de lo que creemos por poner a un payaso como Brenan al frente del uso ilegal de estos aviones no tripulados?

Una nación que asesina de forma indiscriminada a civiles, que emprende guerras de agresión contra naciones indefensas, y se enfrenta a aquellos que les piden razones para tanta destrucción en todo el mundo, no sólo está sometiendo a sus soldados a un comportamiento suicida, sino que destruye también la integridad moral de toda esa nación. Mientras que en cada evento en el que vemos aviones a reacción y banderas estadounidenses mostrados a propósitos de propaganda, el pueblo estadounidense tiene que seguir soportando los crímenes internacionales de guerra, y la mayoría de las personas tienen que esconder su cabeza ante la vergüenza por la decadencia de lo que fue una gran nación.

El experimento de la prisión de Stanford fue un microcosmos de lo que está ocurriendo en el mundo estadounidense y muestra lo que ocurre con los ciudadanos que se convierten en asesinos y a la nación que les paga por hacerlo.

(1) El experimento de la prisión de Stanford fue un estudio de simulación psicológica de encarcelamiento realizado en la Universidad de Stanford. El experimento consistía en observar los efectos de convertirse en guardia o prisionero de la prisión. El experimento se llevó a cabo en la Universidad de Stanford entre el 14 al 20 de agosto de 1971 por un equipo de investigadores dirigidos por el profesor de Psicología Philip Zimbardo. La investigación fue financiada por la Oficina de Investigación Naval de los Estados Unidos y era de interés tanto para la Marina de los Estados Unidos y la Infantería de Marina, como una investigación sobre las causas de los conflictos entre los guardias y prisioneros de las prisiones militares.

Veinticuatro estudiantes varones fueron seleccionados para asumir al azar los roles de presos y guardias en un simulacro de prisión situada en el edificio de Psicología de la Universidad de Stanford. Los participantes asumieron sus funciones más allá de las expectativas de Zimbardo: los guardias emplean medidas autoritarias y algunos de los presos acabaron sufriendo tortura psicológica. Muchos de los prisioneros aceptaron sin rechistar estas torturas, y a petición de los guardias también acosaron a otros presos. El experimento de Zimbardo también afectó al propio investigador, que en su papel de superintendente permitió que continuasen los abusos. Dos de los presos abandonaron enseguida el experimento,q ue tuvo que terminar de forma brusca sólo 8 días después de comenzar. Ciertas partes del experimento fueron filmadas y estos extractos están disponibles para uso público.

( Eduardo Punset entrevistó al profesor Zimbardo acerca de este experimento: http://blip.tv/redes/redes-54-la-pendiente-resbaladiza-de-la-maldad-3447480)

(2) Press TV: “De acuerdo con un artículo publicado en The New York Times el 14 de abril, muere un soldado estadounidense cada día y medio de promedio en Irak o en Afganistán, mientras que los veteranos se suicidan a un promedio de uno cada 80 minutos.

En el artículo también se dijo que se registran más de 6500 suicidios de veteranos cada año, más que el número total de soldados muertos en Afganistán e Irak desde que comenzaron estas guerras”.

(2) Zucchino, David, “Los ataques con drones ( aviones no tripulados) en Pakistán han matado a muchos civiles” LA Times, latimes.com, 9-24-12

Luke Hiken es abogado, especialista en práctica penal, inmigración, asuntos militares y derecho de apelación. Marti Hiken es directora de Progressive Avenues y ex directora adjunta del Institute for Public Accuracyy ex presidenta del National Lawyers Guild Military Law Task Force. Visite el sitio web de Marti Hiken y Luke Hiken (http://www.progressiveavenues.org/)

Otros artículos de Luke y Marti Hiken: https://noticiasdeabajo.wordpress.com/?s=luke+hiken&x=0&y=0

Fuente: http://dissidentvoice.org/2012/09/why-veterans-kill-themselves/