¿Solidaridad o competencia en tiempos de crisis?(I)

Por James Petras, 4 de julio de 2011

 

No nos damos cuenta de lo difícil que es para los oprimidos unirse. Sólo la miseria les une (…) Pero, aparte de su miseria, todo lo demás les separa, porque se ven obligados a arrancar las miserables migajas de la boca de los otros.

    • Bertolt Brecht, volumen 9

      (Pantheon Books New York 1972) p. 379

Hay dos hechos indiscutibles sobre los Estados Unidos: que la Economía y la clase obrera están experimentando una prolongada crisis económica que ya va para tres años y no da señales de terminar, sin que se haya producido ninguna gran revuelta, y la resistencia y las protestas no han tenido ninguna consecuencia. Pocos periodistas han tratado de resolver esta aparente paradoja, y los que lo han hecho han dado respuestas parciales, bueno, en realidad, plantean más preguntas que respuestas.

Líneas de Investigación

En esencia la mayoría de los periodistas sólo dan cuenta de uno de los dos lados de la paradoja. Los analistas económicos se centran en la extensión, duración y persistencia de la crisis económica, destacando el fuerte impacto sobre el trabajo y la clase media, en términos de desempleo, menos ingresos, bajos salarios, hipotecas, etc. Por otra parte, la izquierda progresista, ha hecho hincapié en las protestas locales, en las críticas lanzadas en las encuestas de opinión, las quejas ocasionales de los burócratas sindicales y de las esperanzas que se expresaban en medios académicos de que una revuelta estaba en marcha, en un futuro no muy lejano.

Entre la minoría de analistas menos optimistas se ve una visión pesimista de esta paradoja. Apuntan a profundos obstáculos psicológicos, de organización y políticos que impiden que cualquier revuelta o descontento arraigue entre la gente de Estados Unidos.

En general estos críticos ven a la clase media y trabajadora como víctimas del sistema, manipulados por falsos líderes y los medios de comunicación, atrapados por un capitalismo corporativo y por un sistema de partidos que les impide defender sus intereses de clase.

En este ensayo, voy a seguir una línea alternativa de análisis que sostiene que los “enemigos externos” que bloquean la resistencia de la clase media y trabajadora son ayudados e instigados por el comportamiento y los intereses percibidos en estas clases. En la búsqueda de esta línea de investigación, voy a argumentar que la naturaleza y el alcance de la crisis ha sido mal interpretado en su impacto sobre la clase media y trabajadora y como consecuencia, el grado de contradicciones internas de estas dos clases no se ha entendido adecuadamente.

Conceptos clave: aclaración sobre la crisis y su impacto

Las crisis económicas, las más graves y prolongadas, como la que actualmente está afectando a los Estados Unidos, no tienen un impacto uniforme en todos los sectores de las clases media y trabajadora. Este impacto desigual ha segmentado a las clases medias y trabajadora, es decir, los que se ven afectados negativamente y los que no, y los que en determinadas circunstancias se han beneficiado. Esta segmentación es un factor clave para entender la falta de solidaridad de clase y se ha traducido en una serie de contradicciones entre y dentro de las clases trabajadora y media.

En segundo lugar, el desarrollo desigual de la organización social, en especial la sindicación, entre los trabajadores del sector público y privado: unos han intentado conservar sus beneficios sociales y sus salarios, y los otros han perdido terreno . Los trabajadores del sector público se basan en la financiación pública para mantener sus intereses corporativos, mientras que los trabajadores del sector privado están obligados a pagar el aumento de impuestos, debido a una legislación fiscal regresiva. El resultado es un conflicto real o aparente entre los intereses de los bien organizados trabajadores públicos, en torno a un conjunto limitado de intereses y una masa desorganizada de trabajadores del sector privado, que son incapaces de luchar para mantener o aumentar sus salarios, frente a las demandas de los conservadores para que se produzcan más recortes en el sector público.

El partidismo político socava la solidaridad de clase y el hecho de que gobierne el partido demócrata, debilita la resistencia social conjunta. Esto es evidente en relación con las cuestiones de la guerra y de la paz, la crisis económica y los recortes en los programas sociales. Cuando los demócratas, hoy en el Gobierno, aumentan los gastos de las guerras, los movimientos en contra de las mismas han desaparecido, las protestas en contra de los recortes sólo se dirigen contra los Gobernadores Republicanos, no contra los Demócratas, aun cuando las clases media y trabajadora (incluyendo los empleados del sector público) se vean afectados negativamente.

Los altos cargos de los sindicatos ( con un promedio de salario anual de 300.000 dólares, más beneficios) provocan aún mayor división, ya que dan prioridad a la seguridad de su posición mediante contribuciones de varios millones de dólares para los Demócratas, manteniendo su seguridad con los ingresos por los pagos de cuotas. La seguridad de estos altos cargos se obtiene por su alineación con los gobernantes, con los alcaldes y ejecutivos, lo que contribuye a una mayor división entre la clase trabajadora, entre la estabilidad de estos cargos y sus seguidores, por un lado, y el resto de las clases media y trabajadora.

Se opera con otros conceptos clave que giran en torno a lo que se llama “condiciones objetivas de la crisis”, una revisión crítica que trata de dar una explicación de la paradoja, siguiendo con un examen detallado de las contradicciones internas, y se concluye exponiendo algunos puntos de partida para resolver la paradoja.

Una crisis económica real, profunda y sostenida

Los síntomas y las estructuras de esta profunda crisis son fácilmente visibles para cualquiera, tanto para el apologista más obtuso como para el más prestigioso economista: el desempleo y subempleo alcanza entre el 18% al 20%. Una de cada tres familias de los Estados Unidos se han visto directamente afectadas por la pérdida del empleo. Una de cada diez familias propietarias de una vivienda no pueden pagar la hipoteca y han sufrido ejecuciones hipotecarias. . Más de la mitad de los que actualmente están desempleados ( 9.1%, en Estados Unidos) han estado sin empleo por lo menos durante 6 meses. Los enormes recortes en el gasto público y en las inversiones han llegado a los programas de salud y educativos, han afectado a millones de familias con bajos ingresos, a los niños, los discapacitados, y a los ancianos. Las empresas privadas han eliminado o reducido los gastos en los seguros de salud, dejando a más de 50 millones de trabajadores estadounidenses sin seguro de salud, y otros 30 millones con una cobertura médica insuficiente. Las exenciones fiscales y la presión fiscal regresiva ha aumentado los impuestos de los asalariados, con una reducción de sus ingresos netos. El aumento en el pago de las pensiones y los gastos en salud, ha hecho disminuir aún más los ingresos netos de las clases media y trabajadora. El aumento de los gastos de al menos cuatro guerras (Irak, Afganistán, Pakistán y Libia) y la preparación de una quinta guerra contra Irán, el apoyo al Estado militarista de Israel y un costoso y abultado aparato policial estatal, deteriorando en gran medida los trabajos en torno al medio ambiente y el espacio en el que nos movemos.

El poder corporativo y el control absoluto, tiránico, en el lugar de trabajo, ha hecho aumentar el miedo, la inseguridad y el terror entre los empleados, de modo que se eliminan de forma arbitraria los seguros médicos y la seguridad en el trabajo, se cambian los horarios, aumentado las jornadas laborales. Los trabajos mal pagados proliferan, y los que tienen mejores salarios se subcontratan fuera del país, se trasladan las empresas al extranjero, se contratan a inmigrantes por muy bajos salarios y aumenta la presión sobre los trabajadores de los Estados Unidos, ya que compiten por salarios más bajos y menos ingresos. La crisis económica se está integrando en la estructura profunda del capitalismo de Estados Unidos, y ya no es ese fenómeno cíclico con una recuperación dinámica, el restablecimiento del empleo, de las viviendas, del nivel de vida anterior y de las condiciones de trabajo.

Respuestas de las clase media y trabajadora a la crisis económicas

Esta profunda crisis no ha generado revueltas ni rebeliones, ni siquiera ha habido movimientos de protestas sostenidos a nivel nacional. Las mayores protestas han sido a nivel local y en ciertos sectores específicos de las clases media y obrera, tratando de defender sus estrechos intereses económicos y organizativos. Los movimientos de protesta de los empleados públicos de Wisconsin fue algo excepcional, pero fue una protesta aislada y muy limitada en general. El Gobernador Republicano de California y el Demócrata de Nueva York, disminuyeron los sueldos, las pensiones y los seguros médicos para cientos de miles de trabajadores del sector público, pero los dirigentes sindicales se mostraron incapaces de dar la batalla, por no hablar de los movimientos sociales populares. Aunque las encuestas de opinión dicen que existe un gran interés sobre la crisis económica y un gran descontento con los partidos políticos, la respuesta a la crisis no ha llevado a una actividad práctica, ni han surgido ningún movimientos de masas, de modo que sólo hay una minoría insignificante que muestra su descontento.

A pesar de que millones de personas de las clase media y trabajadora están preocupados por la actual crisis económica, no hay significativas repercusiones sociales o políticas, ni se prevén en el presente ni en un futuro previsible.

Las exageradas esperanzas y los pronósticos ominosos de liberales e izquierdistas, socialistas y progresistas, que predijeron una rebelión de las masas, estaban completamente equivocados. La crisis continúa y las clases media y obrera siguen sufriendo en privado, murmurando en la oreja del vecino, poco dispuestos a participan en una acción conjunta.

A pesar de que los medios de comunicación, así como Internet, Facebook y Tweeter, informan de multitudinarias y sorprendentes manifestaciones que ha derrocado incluso a regímenes opresivos en Oriente Medio y África del Norte, e incluso se filtra en la prensa noticias de huelgas, de ocupación de plazas públicas por trabajadores y  jóvenes, como ha ocurrido en Grecia, España, Portugal, Italia y Francia, los trabajadores de Estados Unidos están adormecidos, indiferentes e impotentes para “aprender la lección” y ejercer una “acción colectiva”, incluso cuando se extiende el desempleo y los recortes sociales son similares.

http://dissidentvoice.org/2011/07/us-working-and-middle-class-solidarity-or-competition-in-the-face-of-crisis-2/#more-34484

 

Continuación del artículo:

http://noticiasdeabajo.wordpress.com/2011/07/05/%C2%BFsolidaridad-o-competencia-en-tiempos-de-crisisii/