La Policía del Pensamiento del siglo XXI

Por Chris Hedges, 23 de enero de 2017

truthdig.com

La eliminación de la neutralidad en la red y el uso de algoritmos por parte de Facebook, Google, YouTube y Tw¡ter para disuadir a los posibles lectores y espectadores de los sitios críticos, de izquierdas y en contra de la guerra, al mismo tiempo que se demoniza como agentes extranjeros a los periodistas que exponen los crímenes del Capitalismo y del Imperialismo, ha dado a las Corporaciones el poder de anular la libertad de expresión. Por esta razón viajé la semana pasada a Detroit para reunirme con David North, el Presidente del Consejo Editorial del sitio web World Socialist, en un seminario transmitido en directo en el que se pedía la formación de un amplio frente para luchar contra la creciente censura, mientras todavía se disponga de voz. 

El futuro de la Humanidad es una lucha entre los humanos que controlan las máquinas y las máquinas que controlan a los seres humanos”, dijo Julian Assange, fundador de Wikileaks, en un comunicado emitido en apoyo de este evento. “Entre la democratización de la comunicación y la usurpación de la comunicación por la Inteligencia Artificial. Si bien Internet ha provocado una revolución en la capacidad de las personas para aprender, este fenómeno ha acabado por sacudir los bases mismas del establishment existente. Google, Facebook y sus equivalentes en China, integrados desde el punto de vista logístico y financiero con las élites, se han movido y tomado el control para que las aguas vuelvan a su cauce. No se trata de una simple corrección. La masiva influencia social impulsada por la Inteligencia Artificial supone una amenaza para la Humanidad. A pesar de que está en sus inicios, las tendencias se muestran claramente y avanzan geométricamente. El fenómeno difiere de los intentos tradicionales de dar forma a los fenómenos culturales y políticos, ya que ahora se opera a gran escala, con suma rapidez y con una sutileza que eclipsa las capacidades humanas”.

A finales de abril y principios de mayo, el sitio web World Socialist, que se identifica como un grupo Trotskista que se ocupa de los crímenes del Capitalismo, de la difícil situación de la clase obrera y del Imperialismo, comenzó a experimentar un pronunciado descenso en el número de lectores. La disminución continuó en el mes de junio. El tráfico en la página web de World Socialist se ha reducido por término medio en un 75%. Consortium News ha descendido en un 72%, Global Research y Truthdig, también han visto disminuir el número de visitas. Y la situación parece ir cada vez peor.

Estos descensos coincidieron con el cambio de los algoritmos impuestos por Google para combatir las “noticias falsas”. Google dijo que los algoritmos están diseñados para “dar mayor relevancia a los contenidos autorizados” y “marginar aquella información descaradamente falsa, de baja calidad, ofensiva o francamente fraudulenta”. Sin embargo, parece evidente que esa lucha contra la “noticias falsas” por parte de Google, Facebook, YouTube y Twiter están censurando a los sitios críticos, progresistas y pacifistas. Los 150 términos más populares de búsqueda que dirigían a los lectores del sitio web World Socialist, incluidos “socialismo”, “revolución rusa” y “desigualdad”, hoy en día generan ninguno o muy escaso tráfico.

Monika Bickert, Directora de Gestión de las políticas de Facebook, dijo al Comité de Comercio, Ciencia y Transporte del Senado de los Estados Unidos, en una audiencia el pasado miércoles, que Facebook emplea a un equipo de seguridad formado por entre 7500 a 10.000 personas, las cuales “evalúan la potencial violación de los contenidos” y por eso “a finales de 2018 se duplicará esa cantidad, en torno a las 20.000 personas”. Las empresas de las redes sociales se entrelazan con las agencias de inteligencia, y a menudo trabajan para ellas. Ese ejército de censores es nuestra Policía del Pensamiento.

El grupo, dijo Bockert, incluye “un equipo dedicado al contraterrorismo” formado por “ex agentes de inteligencia y agentes de orden público y fiscales que trabajaron en el área de contraterrorismo”. Dijo que la Inteligencia Artificial señala los contenidos cuestionables. Facebook, dijo, no “espera a que estos… malos actores inserten el contenido en Facebook antes de que pase por nuestros sistemas de detección”. La “propaganda” que Facebook bloquea, dijo, “es un contenido que identificamos antes de que nadie pueda verlo”. Facebook, dijo, junto con más de un docena de empresas de redes sociales, ha creado una lista negra con más de 50.000 “huellas digitales únicas” que pueden evitar la publicación de ciertos contenidos.

Creemos que una parte importante de la lucha contra el extremismo es evitar el reclutamiento de personas por parte de aquellas ideologías que las puede llevar a cometer actos de violencia”, dijo ante el Comité. “Esta es la razón por la que apoyamos los esfuerzos de contraespionaje”.

Eric Smith, que este mes renuncia como Presidente Ejecutivo de la empresa matriz de Google, Alphabet, reconoció que Google está desarrollando algoritmos para “descalificar” los sitios web de noticias como RT y Sputnik de sus servicios de Google News, bloqueándolos de manera efectiva. El Departamento de Justicia de los Estados Unidos obligó a RT América, donde ofrece un programa, “En contacto”, que da voz a las voces antiimperialistas y anticapitalistas, a registrase como un “agente extranjero”. Google eliminó el canal de Youtube de RT. Twiter ha bloqueado la publicidad de las agencias de noticias rusas RT y Sputnik.

Es una censura mundial. La Ley de Aplicación de la Red del Gobierno alemán penaliza a las empresas de redes sociales que publiquen contenidos supuestamente cuestionables. El Presidente francés Emmanuel Macron, ha prometido eliminar las “noticias falsas” de Internet. Facebook e Instagram borraron las cuentas de Ramzan Kadyrov, el dictador de la República Chechena, porque está en una lista de sancionados por los Estados Unidos. Kadyrov es desde luego una persona odiosa, pero esta prohibición, como lo señala la Unión de Libertades Civiles de los Estados Unidos, faculta al Gobierno de los Estados Unidos a censurar los contenidos de una manera efectiva. Facebook, que trabaja con el Gobierno israelí, ha eliminado más de 100 cuentas de activistas palestinos. Se trata de una ominosa marcha hacia un mundo orwelliano controlado por una policía del pensamiento, en Neolengua” “crimen mental”, o como le gusta decir a Facebook, “descalificación” y “contraespionaje”.

La censura, justificada en nombre de la lucha contra el terrorismo mediante el bloqueo del contenido de los grupos extremistas, también está diseñada para evitar que las gentes accedan a aquellos contenidos que hablan de la opresión de las Corporaciones, del Imperialismo o del Socialismo.

¿No ves que la finalidad de la neolengua es limitar el alcance del pensamiento, estrechar el radio de acción de la mente?”, escribió Orwell en 1984. “En efecto, ¿cómo puede haber crimental si cada concepto se expresa claramente con una sola palabra, una palabra cuyo significado esté decidido rigurosamente y con todos sus significados secundarios eliminados y olvidados para siempre? Cada año habrá menos palabras y el radio de acción de la conciencia será cada vez más pequeño…”.

El capitalismo corporativo y la ideología que lo justifica -el neoliberalismo, el libre mercado, la globalización- ya no tienen credibilidad. Todas las promesas utópicas de la globalización han sido desenmascaradas como mentiras. Permitir que los bancos y las corporaciones determinen cómo debemos ordenar la sociedad humana y gobernarnos no expandió la riqueza global, ni elevó el nivel de vida de los trabajadores o implantó la democracia en todo el mundo. La ideología, predicada en las escuelas de negocios y por hábiles políticos, era una fina tapadera para la avaricia depredadora de las élites, élites que ahora controlan la mayor parte de las riquezas del mundo.

Las élites gobernantes saben que están en problemas. La sumisión de los partidos Republicano y Demócrata al poder corporativo es transparente. Las insurrecciones en los dos partidos que vieron a Bernie Sanders casi derrotar al candidato demócrata aparentemente preordenado, Hillary Clinton, y la elección de Donald Trump aterrorizan a las élites. Las élites, al atacar a los críticos y disidentes como agentes extranjeros de Rusia, intentan desviar la atención de la causa de estas insurgencias: la enorme desigualdad social. Los críticos del estado corporativo y el imperialismo, ya marginados, son ahora peligrosos porque las élites ya no tienen un contraargumento viable. Y por eso hay que silenciar a estos disidentes.

Lo que sí es importante es que en un período de creciente radicalización política entre los jóvenes, entre los trabajadores, comienzan a buscar información crítica, se interesan por el socialismo, la revolución, términos como’ igualdad’, esos términos que antes llevarían a miles de lectores al World Socialist Web Site, ahora no llevaban a ningún lector al World Socialist Web Site «, dijo North. «En otras palabras, han establecido una cuarentena entre aquellos que podrían estar interesados en nuestro sitio y WSWS. Lo que antes era un puente, ahora Google ha establecido una barrera, un guardia que impide el acceso a nuestro sitio «.

Internet, con su capacidad para llegar más allá de las fronteras internacionales, es una potente herramienta para conectar a los trabajadores de todo el mundo que están luchando contra el mismo capitalismo corporativo enemigo. Y el control de Internet, saben las élites, es vital para restringir la información y la toma de conciencia.

» No hay una solución nacional a los problemas del capitalismo estadounidense «, dijo North. «El esfuerzo de Estados Unidos es superar esto a través de una política de guerra. Porque, en última instancia, ¿qué es el imperialismo? La incapacidad de resolver los problemas del estado-nación dentro de las fronteras nacionales impulsa una política de guerra y conquista. Eso es lo que está ocurriendo. En situaciones de guerra, amenaza de guerra, condiciones de creciente e inconmensurable desigualdad, la democracia no puede sobrevivir. La tendencia actual es la represión de la democracia. Y así como no hay una solución nacional para el capitalismo, tampoco hay una solución nacional para la clase obrera «.

«La guerra no es una expresión de la fuerza del sistema «, dijo North. «Es una expresión de una larga y profunda crisis. Trotsky dijo en el Programa de Transición:»Las élites gobernantes se lanzan con los ojos cerrados hacia la catástrofe. En 1939, fueron a la guerra, como en 1914, conscientes de las consecuencias potencialmente desastrosas. Ciertamente, en 1939, sabían cuáles eran las consecuencias de la guerra: la guerra trae la revolución. Pero no podían ver una salida. Los problemas globales que existen sólo pueden ser resueltos de dos maneras: la solución capitalista e imperialista es la guerra y el fascismo. La solución de la clase obrera es la revolución socialista. Esta es, creo, la alternativa a la que nos enfrentamos. Así pues, la pregunta que ha surgido, en el sentido más amplio, es: ¿cuál es la respuesta a los problemas a los que nos enfrentamos? Construyendo un partido revolucionario «.

«Va a haber, y ya se están desarrollando, enormes luchas sociales «, dijo North. «La cuestión de la revolución social no es utópica. Es un proceso que surge objetivamente de las contradicciones del capitalismo. Creo que se puede argumentar -y creo que hemos hecho este razonamiento- que realmente, desde 2008, hemos sido testigos de una aceleración de la crisis. Nunca se ha resuelto y, de hecho, los enormes niveles de desigualdad social no son en sí mismos la expresión de un orden socioeconómico saludable, sino más bien profundamente enfermo. Está alimentando, a todos los niveles, la oposición social. Por supuesto, el gran problema, entonces, es vencer el legado de confusión política, producido, de hecho, por las derrotas y las traiciones del siglo XX: la traición de la Revolución Rusa por el estalinismo; las traiciones de la clase obrera por la socialdemocracia; la subordinación de la clase obrera de los Estados Unidos al Partido Demócrata. Estos son los temas críticos y las lecciones que hay que aprender. La educación de la clase obrera en estos temas, y el desarrollo de la perspectiva, es el punto más crítico… el problema básico no es la falta de coraje. No es una ausencia del deseo de luchar. Es una falta de comprensión.»

«La conciencia socialista debe ser incorporada a la clase obrera», dijo North. «Hay una clase trabajadora. Esa clase obrera está abierta y receptiva a las ideas revolucionarias. Nuestro reto es crear las condiciones. Los trabajadores no aprenderán esto en las universidades. El movimiento marxista, el movimiento trotskista, debe proveer a la clase obrera con las herramientas intelectuales y culturales que requiere, para que entienda lo que debe hacerse. Proporcionará la fuerza, proporcionará la determinación, el combustible emocional y apasionado de cada movimiento revolucionario está presente. Pero lo que requiere es comprensión. Y lo haremos, y estamos intentando defender la libertad de Internet porque queremos hacer uso de este medio, junto con otros, para crear las condiciones para que esta educación y revitalización de la conciencia revolucionaria tenga lugar «.

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