La Ciencia verifica la existencia de una Oligarquía que dirige el Mundo

También se considera que hace falta un mayor control por parte de los Gobiernos

 por Justin O’Connell, 19 de abril de 2012

 Después de cinco siglos de Ciencia moderna, desde la Revolución Científica, la Ciencia ha confirmado oficialmente la existencia de una oligarquía mundial. Aunque ya llevamos unos 10.000 años, por lo menos, que las familias gobernantes han diseñado la civilización según una matriz dominante, no ha sido hasta la semana pasada que la Ciencia ha confirmado la Verdad, bueno, más exactamente, una verdad a medias.

Mientas que Movimientos como el Tea Party, Occupy Wall Street y el Ejército de Liberación del Plata tratan de ganar influencia en la toma de decisiones a nivel global, “la Ciencia puede haber confirmado los peores temores de los manifestantes”.

En un estudio sobre las relaciones entre 43.000 empresas multinacionales, “un grupo relativamente pequeño de empresas, entre las que destacan sobre todo bancos” se ha comprobado que son las instituciones que manejan la mayor parte del poder y de la influencia en todo el mundo. Pero cómo este poder influye en las decisiones políticas es todavía un misterio para la Ciencia, según el estudio.

Ciertos fundamentos axiomáticos que aparecen en el estudio han levantado críticas por parte de ciertos agentes de la Ciencia, pero a pesar de ello, el estudio es un análisis único de los sistemas y de la compleja estructura del poder mundial. En los libros de historia, la narrativa detallada de los hechos y el retrato de los acontecimiento dan cuenta del poder de la Ciencia y de la Razón. Pero esta experiencia de primera mano no cuenta para nada. Los Expertos nos han dicho cómo son las cosas, y al parecer, por primera vez, la Ciencia ha confirmado la existencia de una Oligarquía.

Así que si no eran suficientes la pruebas aportadas por los hechos nos señalan dónde se encuentra el poder: en aquellos que reciben los billones de dólares a través de los fondos de rescate, aunque los movimientos populares como el Tea Party, Occupy Wall Street o el Ejército de Liberación del Plata, hayan expuesto que la codicia corporativa y de los banqueros es un obstáculo para la paz y la libertad. Pero finalmente, se ha acoplado la teoría con la realidad.

El estudio ha sido llevado a cabo por tres teóricos de Sistemas Complejos del Instituto Federal de Tecnología de Zurich, Suiza, según dice la revista New Scientist: “Es el primer estudio en ir más allá de las ideologías para identificar empíricamente la red de poder”. El método utilizado combina las matemáticas, utilizadas durante mucho tiempo para modelar la distribución de los sistemas naturales, con los datos del mundo empresarial, para así formar un complejo rompecabezas sobre la propiedad de las empresas multinacionales del mundo.

La realidad es tan compleja que debe alejarse del dogma, sean teorías sobre una conspiración o el libre mercado”, dice James Glattfelder. “Nuestro análisis está basado en la realidad”.

El problema de asumir el enunciado anterior es que no veo la relación que existe entre las teorías de la conspiración y el libre mercado. Si no me equivoco, creo que el libre mercado es una condición social, mientras que la teoría de la conspiración es una manera de ver los acontecimientos o lo que sucede en el mundo. De este modo, las teorías conspirativas pueden tener lugar en una sociedad de libre mercado, pero el libre mercado no puede, de alguna forma empíricamente demostrable, existir dentro de una conspiración. No estoy seguro qué tipo de Ciencia hace este científico para salirse con la suya, pero no tiene una explicación racional. Parece que Glattfelder ha creado su propio dogma.

Innumerables estudios han investigado cómo unas pocas empresas multinacionales manejan la economía mundial y sus recursos, pero en cada uno de estos estudios sólo se incluyeron algunas empresas y omitieron propiedades indirectas, siendo por lo tanto incapaces de contemplar cómo las relaciones de poder afectan a la economía mundial: si es más o menos estable, por ejemplo.

Sin embargo, con toda su gloria científica, el equipo de Zurich ha sido capaz de hacer esto. De Orbis 2007, una base de datos que incluye a 37 millones de empresas e inversores de todo el mundo, separaron las 43.060 empresas multinacionales y los bienes que comparten entre sí. A continuación, se creó un modelo que mostraba qué empresas son las que controlan a otras mediante redes de accionistas, junto a los ingresos por las operaciones realizadas por cada empresa.

La “Gran Obra” reveló un núcleo de 1318 empresas con sus propiedades entrelazadas. Cada una de estas empresas tiene relaciones directas con dos o más empresas distintas. De promedio, se relacionan con otras 20. Por otra parte, representan el 20% de los ingresos por operaciones en todo el globo, que las 1318 empresas poseen de forma colectiva, a través de sus acciones, la mayoría accionistas selectos y grandes firmas industriales, “representando un 60% adicional de los ingresos globales”.

A medida que el equipo va levantando el oscuro telón de acero del mundo de la empresa, descubrieron las “Superentidades, es decir, 147 empresas muy estrechamente unidas entre sí. La propiedad de todas estas empresas pertenece a otros miembros de la Superentidad. Ellas solas controlan el 40% de la riqueza total. Por lo tanto, menos del 1% del conjunto de empresas controlan el 40% de la totalidad de la red”, según Glattfelder. La mayoría son entidades financieras. Entre las 20 primeras se encuentran Barclays Bank, JPMorgan Chase & Co. y The Goldman Sachs Group.

El experto en macroeconomía de la Universidad de Londres, John Driffil, dice que el valor de este análisis para la comunidad científica no reside en que haya un pequeño número de personas que controlan el mundo, sino más bien lo que el estudio demuestra son aspectos de la estabilidad económica. Sugiero que un pequeño número de personas controlan el mundo y crean de forma automática inestabilidad, ya que los procesos políticos y económicos no se rigen por la voluntad soberana de los individuos, sino por las decisiones de los empresarios y tecnócratas, cuya moralidad, por su situación social única, están en contraposición con los valores de la mayoría de la gente.

En un aluvión de palabrería científica, el trío de Zurich sostiene que la concentración de poder no es intrínsecamente buena o mala, “ pero sí las fuertes interconexiones dentro del núcleo”. El mundo se enteró en 2008 que este tipo de redes con alta concentración son inestables. “Si una empresa tiene dificultades, éstas se propagan a las demás”, sostiene Glattfelder.

Es desconcertante ver cómo están conectadas realmente las cosas”, dice George Sigihara, del Scripps Institution of Oceanography in La Jolla, California, un experto en sistemas complejos que ha asesorado al Deutsche Bank.

Yaneer Bar-Yam, que encabeza el New England Complex Systems Institute (NECSI), advierte que el análisis hace suposiciones erróneas, tales como las de equiparar la propiedad con el control. La mayoría de las acciones de la compañía están en manos de gestores de fondos que pueden o no controlar la forma en que la empresa manejan el negocio. El comportamiento del sistema, dice el elitismo científico, es demasiado complejo como para ser comprendido por el estudio, necesitándose más análisis.

Este análisis, dice la revista New Scientist, podría salvar al mundo. Al identificar con precisión la partes vulnerables del sistema, los economistas pueden ahora proponer medidas políticas para evitar futuros colapsos que amenacen la economía mundial. Glattfelder sugiere que puede ser necesaria una normativa mundial, actualmente sólo existe a nivel nacional, para limitar el exceso de conexiones entre las corporaciones multinacionales. Sugihara mantiene que el análisis sugiere una posible solución: las empresas deben pagar impuestos por el exceso de interconectividad para evitar este riesgo. En otras palabras, la Ciencia concluye que la gobernanza mundial es necesaria para gestionar la concentración de poder entre las corporaciones multinacionales.

Sobre las Superentidades, la revista New Scientist, dice que no son el resultado intencional de una conspiración para dominar el mundo, ya que “este tipo de estructuras son comunes a otras de la naturaleza”, añade Sugihara. Los que llegan nuevos a una red hacen todo lo posible para conectarse con el resto por razones de negocios, por lo que también a continuación crean riqueza, de acuerdo con Dan Braha de NECSI. Según otros modelos sobre los flujos de la riqueza, el dinero tiende a fluir hacia los miembros que tienen mayores conexiones con el resto. El estudio de Zurich, según Sugihara, “muestra una fuerte evidencia de que las normas vigentes en las sociedades multinacionales crean de forma espontánea grupos altamente conectados”. Dice Braha que “ la reclamación del grupo Occupy Wall Street de que el 1% de las personas tienen la mayor parte de la riqueza refleja una lógica de autoorganización de la Economía”.

Las 1318 corporaciones multinacionales que forman el corazón de la economía. Las empresas superconectadas aparecen en rojo, las empresas muy conectadas en amarillo. El tamaño del punto representa los ingresos ( Imagen: PLoS One)

Por lo tanto, la Ciencia ha confirmado la existencia de una Oligarquía, pero desmiente la existencia de una conspiración para dominar el mundo. El equipo de Zurich, sugiere que una cuestión real es si las superentidades pueden ejercer el poder político sobre las naciones. Driffil sostiene que 147 son demasiadas como para no entrar en colusión. Braha razona que ellas competirán en el mercado, pero que actuarán de forma conjunta para defender sus intereses. Resistirse a cambios dentro de las estructuras piramidales puede ser uno de dichos intereses.

Aunque el estudio pone de manifiesto la concentración de poder dentro de las corporaciones multinacionales, el estudio no hace un seguimiento de la evolución de este poder. En otras palabras: cuál ha sido el camino recorrido para llegar a esta concentración de poder que fue consolidado por los accionistas poco a poco, ni cuáles son las consecuencias a largo plazo para la estabilidad mundial.

Hacer un análisis serio de la evolución de poder ha de tenerse en consideración, y se puede ver razonablemente y emocionalmente que la concentración de poder en manos de una oligarquía no conduce a la estabilidad, sino que por lo contrario lleva a guerras y hambrunas, como las experimentadas durante el siglo XX, como ha demostrado “tan claramente como un día de sol” la historiografía. Estas guerras y hambrunas no pueden ser reprimidas por las sugerencias políticas de los economistas, sino por el restablecimiento completo de un proyecto de civilización para el hombre, lo que significa el final de una cultura dominante del poder, de control y autoritarismo, como se ha investigado por el estudio de Zurich.

Las primeras 50 empresas multinacionales de las 147 superentidades:

1. Barclays plc

2. Capital Group Companies Inc

3. FMR Corp.

4. AXA

5. State Street Corporation

6. JP Morgan Chase & Co

7. Legal & General Group plc

8. Vanguard Group Inc

9. UBS AG

10. Merrill Lynch & Co Inc

11. Wellington Management Co. LLP

12. Deutsche Bank AG

13. Franklin Resources Inc

14. Credit Suisse Group

15. Walton Enterprises LLC

16. Bank of New York Mellon Corp

17. Natixis

18. Goldman Sachs Group Inc

19. T Rowe Price Group Inc.

20. Legg Mason Inc

21. Morgan Stanley

22. Mitsubishi UFJ Financial Group Inc

23. Northern Trust Corporation

24. Société Générale

25. Bank of America Corporation

26. Lloyds TSB Group plc

27. Invesco plc

28. Allianz SE 29. TIAA

30. Old Mutual Sociedad Anónima

31. Aviva plc

32. Schroders plc

33. Dodge & Cox

34. Lehman Brothers Holdings Inc *

35. Sun Life Financial Inc.

36. Standard Life plc

37. CNCE

38. Nomura Holdings Inc

39. The Depository Trust Company

40. Massachusetts Mutual Life Insurance

41. ING Groep NV

42. Brandes Investment Partners LP

43. Unicredito Italiano SpA

44. Deposit Insurance Corporation de Japón

45. Vereniging Aegon

46. BNP Paribas

47. Affiliated Managers Group Inc

48. Resona Holdings Inc

49. Capital Group International Inc.

50. China Petrochemical Group Company

* Lehman todavía existía cuando se recogieron los datos en 2007

Justin O’Connell es un blogger de The Handshake Times. Puede ponerse en contacto con él en: justin@libertycpm.com.

Fuente:

http://dissidentvoice.org/2012/04/oligarchy-that-runs-the-world-now-verified-by-science/