Dr. Evaggelos Vallianatos: El fraude y la corrupción infestan cada rincón de la Agencia de Protección Ambiental (EPA)

Un libro de Evaggelos Vallianatos con McKay Jenkins

Reseña de: Carol Van Strum

independentsciencenews.org

Poison-Spring-ValllianatosLa Ciencia es la creencia en la ignorancia de los expertos”, célebre frase pronunciada en 1966 por Richard Feynman. Dispuesto siempre a desafiar el saber aceptado, buscando certezas inalcanzables, y a señalar la peligrosa ignorancia de los expertos que defienden tales certezas.

Veinte años más tarde, echaría un anillo de goma en un vaso de agua helada para mostrar a los expertos en cohetes espaciales su ignorancia de los efectos básicos de la temperatura, causa probable del desastre del transbordador Challenger (1).

Los Expertos con delirios de certezas crean formas imitativas de la Ciencia, advirtió, produciendo “una clase de tiranía que es la que tenemos hoy en día en muchas de las instituciones que han surgido bajo la influencia de asesores pseudocientíficos” (2).

La advertencia de Feynman contra la fe y el culto a la Ciencia, cayó en oídos sordos. Muchas de las políticas que nos afectan en todos los órdenes de nuestra vida se basan en formas peligrosas de ignorancia.

Uno de estos casos se produjo en la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos (EPA): es el de un funcionario de alto rango que fue encarcelado y multado recientemente por recibir sueldos y primas por su inexistente trabajo en la Agencia, mientras aseguraba que trabajada en otro lugar para la CIA. Tal fraude durante tanto tiempo no es ninguna sorpresa para Evaggelos Vallianatos, que trabajó durante 25 años en la División de Pesticidas de la EPA, aparentemente como responsable de proteger la salud humana y el medio ambiente frente a los productos tóxicos comerciales. Su nuevo libro “Primavera tóxica: la historia secreta de la contaminación y la EPA”, documenta una cultura de fraude y corrupción que infestan cada rincón de la Agencia.

La EPA, creada a bombo y platillo por Richard Nixon en 1970, es una Agencia que nació ya muerta al no poseer una financiación adecuada, donde reina la hipocresía política y leyes que protegen los beneficios empresariales por encima de todo. Vallianatos señala que una de las mayores desventajas iniciales de la Agencia fue utilizar personal de la USDA, organismo impregnado con la religión de la agricultura industrial y tecnologías letales. Con el personal de la USDA también llegaron los obsoletos registros de plaguicidas de este organismo, que iban a ser revisados y registrados de nuevo por la EPA. Cientos de nuevos registros de pesticidas se presentan cada año, cada uno de ellos con el apoyo de estudios de seguridad realizados por la Industria para satisfacer los requisitos federales. El personal científico contratado por la EPA pasó de estudios y conclusiones y aprobaron sin más lo dicho por la Industria, estampando el sello de aprobado. Bajo las leyes de la industria artesanal, nunca un pesticida podía ser registrado sin evidencias claras e inequívocas de que no producía daño.

Conferencia del Prof. Vallianatos en el Colegio Claremont: (Haga clic en la imagen para acceder a la página donde se encuentra el vídeo: http://www.ise-now.com/advisors.php)
Conferencia del Prof. Vallianatos en el Colegio Claremont:
(Haga clic en la imagen para acceder a la página donde se encuentra el vídeo: http://www.ise-now.com/advisors.php)

Como ya de por sí hacer un mal uso de la Ciencia no fuera lo suficientemente perjudicial, las auditorias realizadas en la FDA y la EPA encontraron que la mayoría de los miles de estudios de seguridad realizados por la Industria que se utilizan para aprobar los registros de los plaguicidas son fraudulentos. Alertados por el científico de la FDA Adrian Gross, la EPA descubrió en 1976 que Industrial BioTest Laboratories [IBT], que había realizado muchas de las pruebas de seguridad de los pesticidas presentados a la EPA por los fabricantes, fingió la realización de pruebas, falsificó datos y alteró los resultados durante años. Posteriores investigaciones de otros laboratorios de pruebas encontraron prácticas similares en más de la mitad de los laboratorios en la documentación presentada ante la EPA para la aprobación de los plaguicidas.

IBT no es el único caso de fraude científico”, escribe Vallianatos, “era el emblema de un cultura científica oscura e incierta, una nueva Ciencia con profundas raíces en toda la Agricultura Industrial, la Industria Química, las Universidades y el Gobierno” (3).

En 1979, Vallianatos trabajaba en la EPA y pudo seguir el proceso durante los 7 años que duró este escándalo. Pronto aprendió que ni uno solo de los registros de plaguicidas fue rechazado debido a datos fraudulentos o inexistentes. En lugar de ello, la reacción de la EPA fue externalizar los ensayos, se cerraron sus propios laboratorios, se cerraron sus propias bibliotecas de datos de toxicidad sobre miles de productos químicos, y se subcontrataron todas las evaluaciones de los estudios patrocinados por la Industria. El propósito de esta externalización de funciones que debieran ser propias del Gobierno ha sido con certeza la de dar por buenos los datos de la Industria, siempre”. Pero esto parece seguir siendo irrelevante hoy en día, y se aprueban productos químicos con el 2,4-D y el glifosato (Roundup ™), cuyos uso se ha incrementado enormemente al introducir los cultivos transgénicos, siendo aprobados en base a los estudios invalidados de IBT.

Durante el primer año de su estancia en la EPA de Vallianatos, cerca de 500 millones de kg de ingredientes activos de plaguicidas se aplicaron en los cultivos alimentarios de Estados Unidos, una cifra que no incluye su uso en el hogar, la jardinería, los campos de golf, campos de juego y parques municipales. En 2011 ya fueron 900 millones de kg los pesticidas vendidos en Estados Unidos, la mayoría de ellos, si no todos, careciendo de pruebas de seguridad válidas, y todavía hoy en día carecen de ellas. Se fomenta el fraude, señala Vallianatos, ya que el ingrediente activo es sólo la punta del iceberg, siendo únicamente el 1% de producto comercializado: el resto es un guiso de productos no probados, de desconocidos ingredientes inertes que a menudo son más tóxicos que los ingredientes activos. Lo que denomina el Gran Negocio de una Ciencia Fraudulenta es el sustituto, incluso bajo la apariencia de una protección del medio ambiente.

Primavera Tóxica narra las consecuencia de una Agencia atrapada en su propias mentiras: encubrimiento de los niveles de dioxinas en el agua potable y en los bebés muertos; supresión sistemática de datos que vinculan a los pesticidas con las crecientes tasas de cáncer, defectos de nacimiento y enfermedades crónicas. Todo por la Industria, puertas giratorias, Jefes de las Corporaciones, nombramientos políticos, desmantelamiento de laboratorios y biblioteca, para no disponer de pruebas que les pudieran resultar perjudiciales; supresión de los fondos de investigación, duros castigos contra los denunciantes, y una y otra vez lo burócratas, conociendo las consecuencias y aplicando políticas que traen sufrimiento y muerte. Durante 25 años Vallianatos lo vio y lo documentó todo.

Los funcionarios de la EPA saben que las Industrias química y agroalimentarias son las que hacen Ciencia. Saben que sus productos son peligrosos…Los científicos de la EPA trabajan como en una especie de sala llena de espejos deformantes, plagiando estudios de la Industria, un corta y pega de los estudios realizados por la Industria como si fueran suyos propios…Todo este libro es, en cierto sentido, sobre una burocracia en la que volverse loco”, dice Vallianatos.

La Burocracia no es que sea locura en sí misma, sino que es la indiferencia de la gente, la ignorancia de los Expertos y la tolerancia pública hacia sus mentiras lo que permite que tal locura florezca, arropado por el silencio de la comunidad científica: “La Ciencia y la Política apoyan a la Industria Agroquímica y a la Agricultura Industrial”.

Tan monumental fraude exige unos remedios drásticos, de modo que Vallianatos insta de forma valiente a: reconstruir una Agencia totalmente independiente de la Industria y los Partidos Políticos; eliminar las subvenciones y de la dependencia de la Industria Agroquímica y abordar el problema de fondo, fomentando pequeñas explotaciones familiares y una agricultura sin que por medio exista esta guerra química.

La agricultura tradicional ( muchas veces ecológica) que hasta hace setenta y cinco años es la única que había, está empezando a reaparecer. Sabían aquellos agricultores cómo criar el ganado y cultivar sin emplear venenos industriales, con semillas para obtener una cosecha que diese un alimento saludable, en un mundo más democrático”.

Estos son los hechos, un libro al que los científicos y la gente ignora, a pesar del peligro que esto conlleva.

Notas:

(1).- Véase el relato sobre la investigación en torno al desastre del Challenger en ¿Qué te importa lo que piensen los demás?, de Richard P. Feynman, 1988.

(2).- Richard Feynman, ¿Qué es la Ciencia?, presentado en la decimoquinta reunión anual de la Asociación Nacional de Maestros de Ciencias en 1966 en la ciudad de Nueva York, y reimpreso en el Vol. Física, 7, nº 6, 1969, pág. 313-320, con permiso del editor y del autor.

(3).- Para obtener más información sobre el verdadero alcance de los fraudes cometidos por este laboratorio, véase Una amarga niebla: herbicidas y derechos humanos, de Carol Van Strum, 1983, revisado en 2014 por Peter von Stackelberg.

ISBN: 1608199142 Bloomsbury Press (2014)

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Procedencia del artículo:

http://www.independentsciencenews.org/health/poison-spring-the-secret-history-of-pollution-and-the-epa/

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Richard Feynman: El placer de descubrir

Entrevista realizada por la BBC, con subtítulos en castellano

https://www.youtube.com/watch?v=1Nz7Pml4oPY

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La junta de goma y el accidente del Challenger: