Comisión Europea: la importación de nuevos cultivos transgénicos y la exposición a nuevos pesticidas

El TTIP ya está en marcha

GeneWacht Reino Unido, 25 de abril de 2015

 

El herbicida Dicamba se utiliza en la soja transgénica MON87708 de Monsanto, uno de los cultivos transgénicos aprobados para su importación por la Comisión Europea.
El herbicida Dicamba se utiliza en la soja transgénica MON87708 de Monsanto, uno de los cultivos transgénicos aprobados para su importación por la Comisión Europea.

GeneWacht UK reprueba la aprobación para la importación de un cultivo transgénico de segunda generación tolerante al herbicida dicamba, con lo que veremos un aumento en el uso de herbicidas tóxicos que también causan daños al medio ambiente. Se trata de la soja transgénica MON87708 de Monsanto, a la que se aplica el herbicida dicamba [según la revisión de Weichenthal et al., 2010 se asocia a diferentes tipos de tumores) modificada genéticamente para resistir al uso de este herbicida.

Cuando los herbicidas de primera generación comienzan a fallar debido a la resistencia de las plantas y se propagan las hierbas no deseadas, una nueva guerra química se pone en marcha y los agricultores recurren a productos cada vez más tóxicos. Los cultivos transgénicos tolerantes a dicamba aumentarán el uso de pesticidas, dañando el medio ambiente y destruyendo los hábitats de la vida silvestre en los lugares donde se introduzcan estos cultivos”, dijo el Dra. Wallace. “Con el tiempo las plantas desarrollarán también resistencia a este herbicida, y los residuos de su uso en los cultivos pasarán a la cadena alimentaria”.

La soja transgénica resistente a dicamba se ha utilizado por primera vez en Estados Unidos y en América del Sur en respuesta a la propagación de las llamada supermalezas resistentes al herbicida glifosato, que se ha utilizado con la primera generación de cultivos Roundup Ready. La expansión de los cultivos Roundup Ready ha dado lugar a una drástica reducción en la población de la mariposa monarca en Estados Unidos, debido a la pérdida de su hábitat (1). La Empresa alemana Agroquímica BASF espera aumentar la producción de dicamba en un 50% para su uso en los cultivos transgénicos (2). Este producto se utilizará junto a Roundup y 2,4-D, para su uso en la nueva generación del cultivos transgénicos. Algunos científicos han advertido que el empleo de dicamba, un herbicida más antiguo, de los más tóxicos, puede dañar a otros cultivos debido a su propagación a las tierras circundantes (3).

En la práctica, la mayoría de los comercios de Europa no tienen alimentos con ingredientes modificados genéticamente, ya que en caso contrario requiere su etiquetado (< 2%). Sin embargo, sí se importan piensos transgénicos, sobre todo soja Roundup Ready, que es muy utilizada para la alimentación del ganado para producir carne y productos lácteos, piensos que está permitido su empleo.

La UE no debe importar cultivos transgénicos que puedan dañar el medio ambiente y los comercios deben exigir a sus proveedores de carne y productos lácteos que no los empleen”, dijo el Dra. Wallace. “Necesitamos un etiquetado claro para la carne, la leche y los huevos procedentes de animales alimentados con piensos transgénicos, para que los consumidores sepan lo que están consumiendo”.

El cultivo transgénico de Monsanto tolerante a dicamba es uno de los 17 cultivos transgénicos aprobados o reautorizados para su importación por la Comisión Europea (4) [Los productos incluyen: maíz, soja, algodón, semillas oleaginosas de colza, y 2 claveles. Once de estos productos son fabricados por Monsanto]. La Comisión Europea también ha publicado nuevas propuestas para que los Estados miembros de la UE puedan prohibir la importación de cultivos transgénicos, aunque hayan sido aprobados por la UE (5) [6]. El proceso de aprobación de la UE no ha tenido en cuenta los daños en el medio ambiente en los países donde se cultivan estos transgénicos.

Para más información contactar con:

Dra. Helen Wallace: 01298-24300 (oficina); 07903-311584 (móvil)

Notas:

[1]. Monarcas en peligro: los cultivos resistentes a herbicidas y la decadencia de la Mariposa Monarca en Norteamérica. Centro para la Seguridad Alimentaria. 5 de febrero de 2015.

http://www.centerforfoodsafety.org/reports/3708/monarchs-in-peril-herbicide-resistant-crops-and-the-decline-of-monarch-butterflies-in-north-america#

[2]. BASF incrementa la producción de dicamba en un 50% para su empleo en los nuevos cultivos de Monsanto. Bloomberg Business. 12 de junio de 2014. http://www.bloomberg.com/news/articles/2014-06-12/basf-to-boost-dicamba-output-50-for-new-monsanto-crops

[3]. 2,4-D y dicamba y las implicaciones de su uso en los cultivos no objetivo. Universidad del Estado de Michigan. 7 de noviembre de 2013. http://msue.anr.msu.edu/news/24_d_and_dicamba_resistant_crops_and_their_implications_for_susceptible_non. Información sobre la toxicidad y los efectos adversos está disponible en: http://www.toxipedia.org/display/toxipedia/Dicamba

[4]La Comisión Europea autoriza la importación de 17 productos transgénicos, para alimentación o uso alimentario, y 2 claveles transgénicos. Bruselas, 24 de Abril de 2015. http://europa.eu/rapid/press-release_IP-15-4843_en.htm

[5] Más libertad de los Estados miembros para decidir sobre los transgénicos que utilizarán en alimentación y piensos. Comisión Europea. 22 de abril 2015. http://europa.eu/rapid/press-release_IP-15-4777_en.htm

([6]) En realidad, para que un Estado miembro de la UE pueda rechazar un producto transgénico aprobado previamente por la Comisión Europea debe alegar un impacto socio-económico negativo o por razones de interés público, no por motivos medioambientales.

—————————————

Procedencia del artículo:

http://www.genewatch.org/article.shtml?als[cid]=406259&als[itemid]=575675

Declaraciones del portavoz en materia de Seguridad Alimentaria de los Verdes en el Parlamento Europeo, Bart Staes

Dar el visto bueno a estos productos transgénicos es una afrenta a la Democracia: la mayoría de los Estados miembros de la UE han votado en contra de la autorización de casi todos los transgénicos en el Consejo y hay una mayoría clara y consistente de ciudadanos de la UE que dicen no a los transgénicos. Es el golpe más duro dado a la Democracia, pues estas aprobaciones se han hecho mediante un simple y opaco procedimiento escrito, más que por una decisión formal de la Comisión.

Los ciudadanos europeos no quieren transgénicos. La Comisión Europea no debe ignorar este sentir. Necesitamos un sistema de autorizaciones en la UE que tenga en cuenta esta oposición y nos preocupa que la Comisión se haya limitado a decir que los Estados miembros de la UE pueden rechazar los productos transgénicos, pero se trata de una “dudosa propuesta jurídica”.

Parece que la Comisión Europea está terminando de cerrar sus oídos y sigue sólo la voluntad de las Empresas de Biotecnología. Sin embargo, este entusiasmo de la Comisión Europea a favor de los transgénicos tiene que verse en el contexto de las negociaciones del tratado entre Estados Unidos y la Unión Europea, el TTIP, unas negociaciones que pretenden obligar a introducir los transgénicos en el mercado de la UE”.

—————————————–