Censura en Japón: el encubrimiento de Fukushima

por Richard Wilcox, 29 de junio de 2011

El más noble es aquel que levanta la voz de los que son silenciados por la opresión

    • Jonathan Azazías (1)

… la gente quiere lo que pide

    • The Jam (2)

Hace unos 20 años, cuando vine por primera vez a Japón, enseñaba inglés a un joven ingeniero y profesor asociado de la Universidad de Tokio. Reservado la mayor parte del tiempo, una vez se quejó de que siendo un profesor de ingeniería nuclear se le dieran tareas burocráticas en una oficina. Una vez le pregunté qué pensaba sobre la actividad sísmica en Japón y la construcción de centrales nucleares, a lo que me contestó: “Es una locura”. La Universidad de Tokio es el centro de la industria nuclear de Japón y la mayoría de los ejecutivos de TEPCO están graduados ( al igual que muchos políticos de alto nivel) en esta Universidad de élite de Japón.

Actualmente cuatro de cada cinco japoneses desean que se abandone la energía nuclear, después del accidente de Fukushima (3). Sin embargo, ningún profesional de la industria, del Gobierno o de los medios de comunicación tendría posibilidad de medrar en su oficio si se pronunciase en contra de la energía nuclear. Esta afirmación está bien documentada en un artículo publicado en Spiegel, una revista alemana de noticias, que detalla como los tentáculos de la industria nuclear infiltran información sesgada y falsa en los aspectos más importantes de la sociedad japonesa (4).

Como decía recientemente el editorial de un periódico japonés, una camarilla de criminales se ha hecho literalmente con el país y no permiten ni que la Democracia o el libre mercado interfiera en sus objetivos de controlar el producción de energía:

“En la adopción de un esquema para el pago de los daños y perjuicios a las víctimas del accidente de la planta nuclear de Fukushima, el Gobierno quiere mantener a toda costa a la empresa, Tokyo Electric Power Co., que era la operadora de la planta afectada. Sustancias radiactivas procedentes de la central de Fukushima han contaminado las ciudades y pueblos de alrededor, las granjas, los bosques y el mar…

La firme oposición de la federación a la separación entre generación de la energía y su transporte se muestra en el rechazo a la aprobación de una “red inteligente”, que Estados Unidos estaría dispuesto a apoyar – una red eléctrica eficiente y de un suministro estable de electricidad, mediante la integración de las empresas de generación y los usuarios. Pero la Federación dice que el sistema de transporte de energía de Japón “ya es lo suficientemente inteligente”. Es el temor a que otras empresas de fuera entrasen en el mercado de la electricidad, rompiendo el monopolio de 10 empresas que copan todo el servicio energético de la nación…

La Industria de la Energía también se muestra poco dispuesta a realizar los cambios necesarios para cambiar la frecuencia de la corriente alterna, ya que en la mitad occidental del país la frecuencia de la electricidad es de 60 Hertz, y sin embargo en la mitad oriental es de 50 Hertz, no pudiéndose transportar de una zona a otra – a pesar de que este intercambio reduciría los desequilibrios regionales en la oferta… Esta resistencia se basa en el temor de que si existiese una operatividad entre ambas regiones, se reforzaría el argumento de separar la generación de energía de su transporte. (5)

Hace unos diez años asistí a una conferencia de prensa sobre los peligros de las centrales nucleares de Japón, que se celebró en el Club de Corresponsales Extranjeros de Tokio. Hubo una abundante afluencia de público, debido a que estaba reciente el accidente nuclear de Tokaimura, en 1999. Un persona del público le preguntó a Kenji Higuchi, periodista y maestro, que ha escrito varios libros sobre los peligros de la energía nuclear: ¿ Por qué no se ha permitido que el documental que se hizo sobre el accidente nuclear de Ginza (6), que afectó a los trabajadores de la planta, apareciese en el canal de noticias público de Japón, NHK? “Fue acallado sin miramientos”. Muchas veces he puesto el documental a mis estudiantes de la Universidad, pero nunca he conseguido que se conociese ampliamente. ( Véase http://www.youtube.com/watch?v=TC7sFNtGk4A)

En junio de 2011, Higuchi dio una nueva conferencia en una pequeña pero prestigiosa Universidad de Tokio. Un profesor japonés decía que la Universidad ha estado alertando a los alumnos sobre las cuestiones de la energía nuclear y promocionando los libros de Higuchi. A la conferencia sólo asistieron 10 personas, y no se permitió hablar a Higuchi en un espacio más amplio porque su manera de hablar es muy directa y anda de por medio la complicidad con la Industria Nuclear. A los padres de los estudiantes que trabajan para estas compañías no les gusta escuchar críticas hacia sus empresas. Higuchi también supone que el propio Gobierno está presionando a las Universidades para que no toquen el tema nuclear, al menos de forma crítica, y no se permitan manifestaciones antinucleares en los campus.

Doy clases a tiempo parcial en esa Universidad y se han publicado muchos artículos sin ningún problema, pero por primera vez se consideró que hablar sobre el desastre nuclear era un tema “demasiado sensible”. Es un hecho destacable que una de las Universidades más abiertas y progresistas de Tokio esté diciendo a la gente que tenga la boca cerrada. Cuando preguntó el editor si mi artículo se sometería a una revisión por pares, no se recibió respuesta.

En otra Universidad, que tiene un departamento de ingeniería de élite, los estudiantes de primer año han respondido bien a mis chistes cínicos sobre la energía nuclear. Cuando abro las ventanas por la mañana digo: “ Dejemos entrar el aire fresco y la radiación, que es bueno para todos nosotros”, todo el mundo se reía de forma nerviosa, mientras mueven la cabeza. Los estudiantes formulan observaciones críticas y leen artículos que dan noticia sobre la situación nuclear.

Por otro lado, los estudiantes se están dando cuenta que no podrán entrar en ciertos campus y estudiar la carrera que desean si son críticos con la energía nuclear. Cuando tenemos discusiones sobre temas de energía, muchos se expresan a favor de la diversificación de las fuentes energéticas y el uso de las formas alternativas de energía, pero al final muchos alumnos dicen: “pero pensamos que la energía nuclear es mejor”.

Hay otro aspecto de este problema, se trata simplemente de “marear la perdiz”. Al elegir los temas para las presentaciones lo único que se les ocurre es el aburrido tema del “calentamiento global”, mientras que otras optan por “cerveza, chocolate, televisión…”, y así sucesivamente. No cosas con un verdadero interés. Un profesor me decía que muchos estudiantes no quieren ni pensar en Fukushima, sobre todo porque antes se consideraban superiores a sus vecinos y ahora se encuentran en una difícil situación. Es un tema delicado para el orgullo japonés y Fukushima supone un recuerdo desagradable, y en definitiva son seres humanos, como los demás. Pero hay otra explicación, más postmoderna y universal: La Televisión en 3D y alta definición= triple embrutecimiento. Un exceso de pan y circo… ha dañado nuestra humanidad y la empatía con la naturaleza y los demás.

La censura a los críticos de la Energía Nuclear se puede ver a todos los niveles, Por ejemplo, aunque “un funcionario del Gobierno publicó un informe el pasado 20 de mayo criticando la respuesta del Gobierno ante el desastre nuclear de Fukushima y se le ha pedido que deje su puesto… El sr. Koga ha impulsado cambios en la política energética del país, tales como la separación entre generación de la energía eléctrica y el transporte, a lo que se oponen ferozmente las empresas eléctricas (7)…”. Obviamente este hombre fue en busca de la jubilación anticipada y pidió abandonar su prestigiosa carrera por decir la verdad.

Mientras tanto, los reactores de Fukushima que han sufrido un colapso siguen lanzando radiación al exterior, y a pesar de poner en peligro a todos los habitantes de Japón, se les dice que “se olviden y duerman con tranquilidad”. Sin embargo, existe por parte de los ciudadanos un intento de organización para hacer frente a los peligros de la radiación y señalan que es tiempo de poner fin a la energía nuclear en Japón.

1.- Mask of Zion [↩]

2.- The Jam – Going Underground [↩]

3.- Most Japanese wish to scrap reactors []

4.- Japan’s Nuclear Cartel []

5.- Power industry’s chokehold [↩]

6.- Nuclear Ginza Japan’s secret at-risk labor force []

7.- Ministry official who released book criticizing gov’t over nuke crisis asked to resign []

 

Richard Wilcox vive en Tokio y contribuye a que los blogs estén mejor documentados sobre la crisis nuclear. http://candobetter.net/node/2428

 

http://dissidentvoice.org/2011/06/censorship-in-japan-the-fukushima-cover-up/#more-34287