EurActiv, 27 de julio de 2012, y actualizado el 30 de julio
http://www.euractiv.com/cap/gmos-anne-glover-wrong-analysis-514185
En una entrevista realizada por EurActiv a Anne Glover, principal asesora científica de la Comisión Europea sobre los cultivos transgénicos, provocó una respuesta de la eurodiputada francesa Corinne Lepage, en la que decía que Glover estaba equivocada al afirmar “que no hay mayor riesgo al consumir alimentos transgénicos que si se comen los producidos de forma convencional”.
Corinne Lepage es miembro del Parlamento Europeo por ALDE ( (Citoyenneté Action Participation pour le 21ème siècle) y fue ponente de una propuesta por la cual los estados miembros de la Unión Europea restringirían o prohibirían el cultivo de alimentos transgénicos en su territorio.
Anne Glover, asesora jefe científico de la Comisión, dijo en una entrevista con EuroActiv el 24 de julio: “No hay ningún caso confirmado de efecto adverso sobre la salud humana, animal o daño ambiental, basado en fuertes evidencias, y estoy segura al decir que no hay más riesgo al consumir alimentos transgénicos que hacerlo de alimentos cultivados convencionalmente”. Añadió que no es necesario aplicar el principio de precaución.
Esta posición se sitúa en un contexto particular, marcado por varios reveses que ha sufrido la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) y la Comisión en su forma de llevar a cabo la cuestión de los transgénicos. En diciembre de 2011, el Defensor de Pueblo europeo pidió a la EFSA que aprobase una normas y procedimientos para evitar posibles conflictos de interés en los casos de “puertas giratorias”.
Esta decisión reconoce las deficiencias en el Organismo tras la marcha del jefe de su panel de los OGM a una empresa de biotecnología en el año 2008.
En mayo de 2012, el Parlamento Europeo rechazó firmar el presupuesto de la Agencia, como resultado de los conflictos de interés nada satisfactorios dentro de su panel de los transgénicos. Por último, varios estados miembros reiteraron el envío de solicitudes a la Comisión para mejorar el funcionamiento de la EFSA, ya realizadas ante el Consejo en diciembre de 2008.
Hay pruebas abrumadoras
Las declaraciones de Glover son simplemente incorrectas. Son aún más sorprendentes al venir de alguien que se queja de la falta de confianza de los políticos en las evidencias científicas. El primer requisito que se espera de un científico, especialmente de uno que tiene la tarea de asesorar a la Comisión Europea, una institución que gestiona los riesgos, es que debe presentar pruebas reales.
Sin embargo, en relación con el impacto ambiental de los transgénicos, las evidencias son aplastantes y concretas. No sólo los transgénicos contaminan las plantas no modificadas genéticamente, sino que causan daño al crecer en otros lugares, lo que requiere del uso de cada vez más pesticidas tóxicos. Esto es una realidad.
La consiguiente pérdida de productividad junto con unas semillas que no satisfacen, resulta en un desastre para los agricultores. Estos efectos adversos han hecho que los agricultores de Burkina Faso, por ejemplo, se fíen cada vez más de las semillas tradicionales de algodón, o que los agricultores de la India, ante la desesperación, opten por ir más lejos y suicidarse al ser incapaces de pagar las deudas contraídas como resultado de sus malas cosechas. (Véase también: http://noticiasdeabajo.wordpress.com/2011/04/05/demanda-para-invalidar-las-patentes-de-los-transgenicos-de-monsanto/)
Estudios secretos
En cuanto a la salud, la situación es mucho peor, pero es cierto que es mucho más difícil de probar. El hecho es que las Empresas de transgénicos mantienen en secreto los estudios realizados sobre la alimentación de ratas con transgénicos durante 90 días, y sobre todo denigran los estudios independientes.
Sin embargo, los estudios muestran que los transgénicos afectan al hígado, los riñones e influyen el recuento sanguíneo y en el peso. Hay un debate abierto sobre si los estudios reconocidos son estadísticamente significativos, incluidos los de Monsanto, como prueba de los efectos patológicos o lo contrario.
Pero las palabras de Glover sugieren que lo contrario es cierto. Por otra parte ¿ cómo se puede abogar por la investigación y la ciencia, al mismo tiempo, si todavía no se han completado los estudios sobre los impactos potencialmente negativos de los transgénicos, solicitados por el Consejo en 2008?
El peso de la responsabilidad
Glover ha asumido una elevada responsabilidad personal, yendo tan lejos como decir que el principio de precaución ya no se debe aplicar. Si en los próximos años las pruebas sobre la toxicidad de los OGM salieran a la luz, los ciudadanos europeos tendrían derecho a exigir una explicación.
Sólo el tiempo lo dirá. Mientras tanto, su postura exagerada no corresponde con las evidencias científicas. La Ciencia progresa a través de la duda y la investigación. Tampoco es lo que esperan los ciudadanos europeos de sus Instituciones, en las que ponen su confianza para proteger su salud y el medio, ni tampoco es el interés de Europa.
—
El baile de las encuestas de la profesora Glover
Megan Noble
GM Education
http://www.gmeducation.org/blog/p149577-professor-glover-spolldancing.html
La jefe científico de la UE dice que tenemos que ser más positivos acerca de los transgénicos, y The Independent ha elaborado una encuesta para decir que lo somos.
Dos artículos aparecidos en Weekly Farmer esta semana eran de tan mala calidad que no se podía hablar siquiera de periodismo. El primero, era un artículo sobre la encuesta que The Independent publicó el jueves 26 de julio, diciendo que : “Dos de cada tres personas apoyan los cultivos transgénicos”, conclusión a la que habían llegado después de realizar una pregunta, que luego se había sacado fuera de su contexto, para finalmente decir que la gente está a favor de estos cultivos. Otra encuesta sobre los transgénicos, Which, IGD, Food Navigator, MSN – realizada durante los últimos 10 meses cuenta una historia algo más compleja.
La segunda pregunta planteada a los participantes decía: “¿El Gobierno favorece los experimentos sobre cultivos modificados genéticamente para que los agricultores reduzcan la cantidad de plaguicidas que usan?”.
Los resultados son sorprendentes. La gente quisiera ver reducida la cantidad de pesticidas que se usan y creían que apoyar tal investigación suponía una forma de lograrlo. Pero no se les preguntó si preferían los alimentos transgénicos o los no transgénicos, ni si querían más investigación de cultivos no transgénicos, ni si querían más investigación independiente y transparente sobre los riesgos de los cultivos transgénicos.
Me pregunto: ¿ Cómo habrían cambiado los resultados de las encuestas si se dijese que hay una creciente evidencia de que los cultivos transgénicos no han logrado ofrecer una solución y que existen otras alternativas viables?
La corriente a favor de los transgénicos viene de los Ministros de Gobierno y dela Instituciones de Investigación financiadas por los contribuyentes sólo genera escepticismo y preocupación pública. El Comité de Auditoría del Medio Ambiente del Parlamento Europeo concluyó recientemente que “el Gobierno no debiera conceder licencias para el uso comercial de transgénicos en el Reino Unido, ni promover su uso en el extranjero”.
Así que. ¿por qué no prestamos más atención a esto en lugar de hacer suposiciones radicales en base a la manipulación de la opinión pública?
El segundo de los artículos regurgitados en el Weekly Farmer hacía referencia a una entrevista realizada por EurActiv a la Asesora Jefe Científico de la CR, Anne Glover. En esa entrevista, la señora Glover, afirma que: “No hay ningún caso confirmado de efecto adverso sobre la salud humana, animal o daño ambiental, basado en fuertes evidencias, y estoy segura al decir que no hay más riesgo al consumir alimentos transgénicos que hacerlo de alimentos cultivados convencionalmente”, añadiendo que no se debe aplicar el principio de precaución.
Sin embargo, los comentarios de la profesora Glover serían más convincentes si la EFSA y el organismo encargado de otorgar licencias a los cultivos transgénicos en la UE fuese más independiente, imparcial, transparente y se basase en evidencias.
El panel asesor de los OGM está dominado por personas ligadas a la Industria de los transgénicos; el Presidente se ha visto obligado a dimitir después de comprobarse estrechos vínculos con la Industria; y el Parlamento Europeo se ha negado a firmar las cuentas de la EFSA, por sus repetidos fracasos para establecer protocolos más sólidos para hacer frente a las relaciones excesivas y complacientes con la Industria. Hay una carencia sistémica de transparencia y de verificación independiente de los procedimientos de evaluación de las investigaciones. Hay presunción de que se trabaja a favor de la Ingeniería Genética y que hay una falta de voluntad para adoptar nuevas metodologías de investigación.
Glover es muy ingenua al decir que no hay evidencias de que los transgénicos no tengan impactos sobre el medio ambiente. La aparición de supermalezas y la contaminación de los cultivos no modificados genéticamente es algo que está a la vista. Hay informes de resistencia a plagas, o las investigaciones que hablar de daños en la salud en animales de laboratorio.
En la actualidad esto no equivale a una postura concluyente en contra de los transgénicos, pero es suficiente para mantener precaución y dudas, algo que se debiera exigir a los funcionarios financiados con fondos públicos – y la profesora Glover lo es- y la EFSA debiera tener una postura más equilibrada sobre la Ingeniería Genética.
¿Desde cuando ejercer el papel de Jefe Científico de la UE incluye el papel de animador principal para la Industria de los Transgénicos?
Glover dice que quiere menos política, menos emotividad, y más ciencia en el debate sobre los transgénicos. Es ridículo pensar que se puede tomar una decisión acerca de esta tecnología basándose únicamente en una determinada perspectiva científica.
En cualquier caso, desde que asumió su trabajo, sus pronunciamientos han sido muy estridentes e histéricas.
Y su falta de consideración de las evidencias científicas que señalan los problemas de los cultivos transgénicos y de que carecen de riesgo son profundamente anticientíficas.
Como dijo la eurodiputada francesa Corrine Lepage: “Glover ha asumido una elevada responsabilidad personal, yendo tan lejos como decir que el principio de precaución ya no se debe aplicar. Si en los próximos años las pruebas sobre la toxicidad de los OGM salieran a la luz, los ciudadanos europeos tendrían derecho a exigir una explicación.
Sólo el tiempo lo dirá. Mientras tanto, su postura exagerada no corresponde con las evidencias científicas. La Ciencia progresa a través de la duda y la investigación. Tampoco es lo que esperan los ciudadanos europeos de sus Instituciones, en las que ponen su confianza para proteger su salud y el medio, ni tampoco es el interés de Europa”.
Fuente: http://www.gmwatch.org/latest-listing/1-news-items/14105-anne-glover-you-are-wrong