Comunicado de prensa del CRIIGEN, Caen 4 de marzo de 2014
El equipo del profesor Séralini condena la violación de la ética científica por el editor de la revista Food and Chemical Toxicology, que se retractó del artículo inicialmente publicado, y también dirige su carta al Comité de Conducta Ética (COPE).
Injusta retractación del trabajo sobre el maíz transgénico NK603: confusión en torno a la ética científica
La inquietante violación de la ética científica, como se demuestra en la correspondencia con el editor de la revista Food and Chemical Toxicology (FCT) y el Comité de Vigilancia Ética (COPE)
El 28 de noviembre de 2013, Wallace Hayes, editor jefe de la revista Food and Chemical Toxicology (FCT), anunció que retiraba el artículo sobre el estudio de toxicidad a largo plazo del maíz transgénico NK603 y el herbicida al que era tolerante (Roundup), publicado por Séralini y al. Tras un proceso posterior de revisión, el editor de la revista dijo que no detectaba ningún fraude, justificando su decisión en el mero hecho de que los datos de la investigación no eran concluyentes. Hasta la fecha, tal justificación en torno a un estudio nunca se ha utilizado para retirar la publicación de un trabajo de investigación después de haber sido publicado. Sólo una posterior revisión del estudio y un análisis científico de los datos obtenidos podría permitir avanzar hacia una mayor seguridad.
En diciembre de 2013, presionado para que explicase el por qué de esta decisión, el Dr. Hayes publicó un artículo en su revista que revestía la forma de una confesión: “La revisión de los datos deja claro que no hubo mala práctica científica. Sin embargo, es la afirmación de que existe un vínculo entre los transgénicos y el cáncer lo que decidió su retirada”. El análisis del Dr. Hayes para motivar su decisión de retracción en la publicación del artículo, aunque afirma que fue una reflexión “profunda y prolongada”, incurre en dos graves errores: confusión y sobregeneralización.
El estudio de Séralini y al. nunca tuvo la intención de seguir el protocolo experimental que se utiliza en los estudios de carcinogenicidad. Por otra parte, el término cáncer nunca se menciona en el artículo. Como dice el título del estudio, es un análisis de toxicidad a largo plazo. Este es uno de los primeros estudios a nivel mundial realizado durante un período de dos años y que tenía la intención de analizar un conjunto más amplio de parámetros biológicos (sangre, órganos, orina, …). El análisis estadístico realizado y los resultados no han sido motivo de disputa por el editor de la revista FCT.
Con el deseo de continuar con el debate con los científicos que realizan la revisión por pares, a finales de 2014 los autores del estudio recurrieron al Comité de Vigilancia Ética (COPE), que desde 1997 ha publicado recomendaciones sobre las condiciones para la retracción de un artículo publicado en una revista científica. El grupo Elsevier y la revista FCT han firmado la carta de la COPE sobre buenas prácticas éticas. En una carta publicada aquí: http://www.criigen.org/SiteFr//index.php?option=com_content&task=view&id=480&Itemid=144, los miembros de la COPE sólo pueden actuar como asesores y no como árbitros para la resolución de conflictos. Según esta organización de vigilancia ética, “la decisión de la editorial de retractarse de la publicación de un artículo pertenece al editor y al director, y la justificación de por qué se llegó a esa decisión, en el marco de las directrices de la COPE, también recae en ellos”. Pues bien, creemos que la retractación no cumple con los requisitos éticos establecidos por la COPE.
Frente a la posición del editor Hayes, el equipo de investigación de Séralini y al. no tiene otra opción que hacer públicos los documentos y opiniones presentadas a la COPE, para que todos puedan participar en este debate sobre la independencia de los editores científicos, la libertad de publicar y la defensa de los fundamentos éticos de la ciencia.
Cientos de investigadores están apoyando al equipo de Séralini, en lo que se ha convertido en una lucha por la defensa de la ética científica y la independencia de la investigación. A finales de febrero, fue el turno de un ex miembro de la Junta editorial de FCT, Marcel Robertfroid, para expresar su indignación sobre la retractación decidida por el Dr. Hayes: “Su decisión puede interpretarse como el deseo de eliminar toda información científica que no apoye los intereses de la Industria, lo cual me parece algo inaceptable”. Por otro lado, el profesor Séralini dice: “ Esta situación es aún más grave, ya que en este caso particular se trata de una cuestión de salud pública; queremos un debate con el editor y las Academias sobre la base científica de sus argumentos, que no parecen ni serios ni justificados”.
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http://www.criigen.org/SiteFr//index.php?option=com_content&task=view&id=480&Itemid=1