Por Carol Gletz, 6 de enero de 2011
Servicio Católico de Noticias
CIUDAD DEL VATICANO (CNS).- Si los agricultores de África tuviesen la propiedad de una mayor cantidad de tierras fértiles de cultivo y estuviesen a salvo de los conflictos armados y la contaminación, no necesitarían de los cultivos modificados genéticamente para producir alimentos, dijo el responsable del Consejo Pontificio para la Justicia y la Paz.
Cultivar semillas patentadas modificadas genéticamente es entrar en “el juego de la dependencia económica, …una nueva forma de esclavitud”, dijo el cardenal Peter Turkson.
Los comentarios del cardenal de Ghana las realizó en una entrevista concedida al periódico del Vaticano, L’Osservatore Romano, el 5 de enero.
Se trata de un escándalo el que cerca de mil millones de personas sufran hambre, sobre todo porque hay comida suficiente para alimentar a todo el mundo, dijo el cardenal.
Cultivos y animales son destruidos debido a las estrictas restricciones comerciales o con el fin de mantener altos los precios de los alimentos, y en los países ricos los alimentos se tiran a la basura. Las técnicas de biotecnología agrícola resultan inútiles en las zonas en conflicto y las áreas devastadas por la explotación de los recursos naturales.
“ En la prospección y extracción de petróleo, oro y minerales presentes en el suelo africano, las multinacionales cusan un enorme daño: excavación de grandes pozos y se devastan campos y bosques”, dijo. Incluso que esas tierras sean de nuevo cultivables es incierto, “incluso si se cultivasen con plantas modificadas genéticamente”.
El cardenal Turkson dijo que algunas empresas multinacionales participan activamente en tratar de persuadir a los obispos de África (http://noticiasdeabajo.wordpress.com/2010/12/22/cable-diplomatico-el-papa-tranquiliza-con-su-apoyo-a-los-ogm/) para que apoyen una mayor utilización de los organismos modificados genéticamente.
“Creo que la verdadera cuestión o es estar o no a favor de los OGM”, dijo. No habría necesidad de estos cultivos si los africanos tuviesen acceso a la tierra fértil “y no estuviese destruida y envenenada por las acumulación de residuos tóxicos, …y si los productores pudieran beneficiarse de los frutos de su trabajo, y se les permitiese guardan las suficientes semillas como para plantarlas al año siguiente, sin estar obligados a comprar constantemente semillas modificadas genéticamente”.
“ ¿Por qué obligar a los agricultores africanos a comprar semillas producidas en otros países y por otros medios? Me estoy empezando a preguntar si detrás de estas prácticas no hay un intento de crear una dependencia económica a toda costa”, dijo.
El cardenal Turkson no se opone al progreso científico y tecnológico, pero es importante evaluar si existe una necesidad real de los cultivos modificados genéticamente.
La gente debería “de preguntarse honestamente si no se trata de hacer negocio para el enriquecimiento… lo qu es una sospecha razonable”, vistos los ejemplos de explotación similares a los de Ghana.
La extensa entrevista con el cardenal Turkson también hizo referencia a la justicia y la implicación del Consejo de Paz en promover la encíclica del Papa Benedicto XVI “Caritas in veritate” ( Caridad en la verdad), encíclica de 2009 que aborda temas de justicia social.
El cardenal también señaló que había sido satisfactoria la atención prestada a los documentos de los obispos, profesores y académicos, pero que el Consejo tuvo que abordar una serie de problemas surgidos en los Estados Unidos referente al significado de algunos términos empleados en la encíclica.
Por ejemplo, dijo que el término social , entendido como desarrollo social o responsabilidad social, trasmite el sentido de bien común, no una ideología asociada al socialismo.
También el término don refleja el sentido cristiano de entrega, mientras que en los Estados Unidos parece referirse a algún tipo de asistencia social.
“ Esto nos hace comprender lo importante que resulta una redacción adecuada de los textos papales para que en la medida de lo posible sean entendidos por todos, incluso la gente corriente”.
A pesar de que el cardenal es miembro del Consejo Pontificio para la Justicia y la Paz desde hace muchos años, dijo que cuando el Papa le puso a la cabeza del Consejo en octubre de 2009 tenía en mente una compresión más completa de los esfuerzos de la Iglesia en el ámbito de la justicia y la paz.
El cardenal pidió una audiencia papal privada y se le concedió “una larga entrevista en la que aprendí cuál era el camino a seguir” en el nuevo puesto de trabajo.
El Papa dijo que en el ámbito de la justicia y la paz es “ necesario enseñar a la gente a distinguir entre asuntos pastorales y políticos”.
“Somos pastores y no hacemos política”, la postura de la Iglesia es hacer una labor pastoral, no involucrarse en el ámbito político, dijo.
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Por Nicole Winfiled
Los Ángeles Times
Un cardenal del Vaticano se retractó de la aprobación dada por la Santa Sede a los cultivos biotecnológicos, diciendo que los agricultores del mundo en desarrollo no deberían dependen de las multinacionales extranjeras para obtener las semillas.
El cardenal Peter Appiah Turkson, un ghanés que dirige la oficina del Vaticano para la justicia y la paz, comparó esta dependencia económica hacia las multinacionales a una nueva forma de esclavitud.
Es la segunda vez en un mes que el Vaticano deja claro que, si bien no se opone totalmente a los alimentos biotecnológicos, tampoco está firmemente a favor de ellos.
Los Estados Unidos, sede de las grandes multinacionales productores de semillas y cultivos transgénicos, han presionado al Vaticano durante años para convencerlo de que hable positivamente sobre ellos, diciendo que la biotecnología es un “imperativo moral” para alimentar a los hambrientos del mundo.
El predecesor en el cargo del cardenal Turkson, el cardenal Renato Martino, alardeó de los beneficios y la seguridad de los OGM, e incluso se celebró una conferencia sobre biotecnología en el Vaticano en el año 2003.
Pero Turkson dio marcha atrás en su entrevista publicada el martes en el periódico del Vaticano L’Observatore Romano.
Aunque dijo que él no estaba personalmente ni a favor ni en contra de los OGM, dijo que la cuestión clave es la de que los agricultores tenga un acceso adecuado a la tierra, que ha sido maltratada por las multinacionales madereras y mineras.
“ No se precisaría la ingeniería genética de esta manera, y el agricultor no tendría que comprar semillas OGM en el extranjero. Me pregunto, ¿ por qué obligar a los agricultores africanos a comprar semillas producidas en otros países y con otros medios?. La duda surge si detrás de estas prácticas no se intenta crear una dependencia económica a toda costa… Incluso diría que se trata de una nueva forma de esclavitud”.
El mes pasado, el portavoz del Vaticano, reverendo Federico Lombardi, emitió una declaración sobre los OGM después de que agencias italianas de noticias informaran erróneamente de que el Vaticano se había pronunciado a favor de los mismos durante una conferencia.
La conferencia se celebró en la Sede Pontificia de la Academia de las Ciencias y su conclusión fue favorable a los cultivos transgénicos. Pero Lombardi señaló que sólo 7 de los 40 académicos asistentes eran miembros de la Academia. Por tanto, dijo, la declaración final no es la posición oficial de la Academia ni de la Santa Sede.
La posición del Vaticano sobre los OGM ha sido tratada de forma rigurosa, dado el peso moral de las posiciones en relación a la lucha contra la pobreza y el hambre. Un cable filtrado por Wikileaks ilustra la importancia del tratamiento del Vaticano, y muestra cómo Estados Unidos trató de influir, debido a la resistencia por parte de algunos sectores de la Iglesia Católica.
El cable ( http://noticiasdeabajo.wordpress.com/2010/12/22/cable-diplomatico-el-papa-tranquiliza-con-su-apoyo-a-los-ogm/) daba a entender que por parte de la Santa Sede había una “aceptación cautelosa”, pero fue la dependencia económica una de sus principales preocupaciones, en particular para los católicos de los países en desarrollo, y que el Vaticano no iba a desafiar la posición de los obispos que se oponían a ellos.
El menor aliado de Washington de los lobbies fue Martino, que con frecuencia se refería a los OGM como alimentos que consumió con seguridad durante su estancia en Nueva York como embajador del Vaticano ante la ONU, pero los cables indicar que Martino pudo jugar simplemente un buen papel diplomático.
“ El sustituto de Martino nos dijo recientemente que el cardenal había coperado (con la embajada) en materia de biotecnología en los últimos dos años para compensar su desaprobación de la guerra de Irak y sus consecuencias, para mantener buenas relaciones con los Estados Unidos”, dice el cable. “ Según nuestras fuentes, Martino ya tiene la necesidad de mantener este enfoque”.
El Vaticano ha dicho que los cables diplomáticos de Wikileaks sólo reflejan las opiniones de los que las expresan, no las posiciones oficiales del Vaticano.
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http://foodfreedom.wordpress.com/2011/01/06/vatican-cardinal-gmos-are-a-new-form-of-slavery/