La investigación de Séralini supone una importante contribución a la literatura científica

GMWatch, 11 de febrero de 2013

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 NOTA: Reproducimos a continuación la carta publicada por el profesor Jack Heinemann en Food and Chemical Toxicology, la revista que publicó el estudio realizado por Séralini en septiembre de 2012.

La investigación de Séralini encontró que las ratas alimentadas con maíz genéticamente modificado de Monsanto resistente al herbicida Roundup, así como las ratas alimentadas con pequeñas dosis de este herbicida, presentaban graves problemas de salud, siendo mucho mayor la posibilidad de desarrollar tumores y daños severos en el hígado y los riñones, frente a las ratas no alimentadas con estos productos.

En la carta relaciona a numerosos científicos vinculados con la Industria y grupos de presión para que Séralini se retracte de su estudio. En este enlace se describe cómo se orquestó esta campaña de descrédito:

http://www.spinwatch.org/-articles-by-category-mainmenu-8/46-gm-industry/5546

Muchas de las cartas enviadas a Food and Chemical Toxicology formaban parte de esa campaña exigiendo la retracción del científico, pero en la que reproducimos se dan las razones por las cuales esta campaña ha fracasado. Para más información sobre el estudio y las respuestas a las críticas realizadas, visite:

http://gmoseralini.org/

Y para apoyar una petición que exige un mejor análisis de los alimentos modificados genéticamente:

http://www.avaaz.org/en/petition/Freeze_GM_food_approvals_now/

Food and Chemical Toxicology 53 (2013) 427

http://www.ask-force.org/web/Seralini/Heinemann-Letter-to-Editor-FCT-20121107.pdf

Sr. Director:

He leído detenidamente el estudio realizado por Séralini y adl. Titulado “Toxicidad a largo plazo del herbicida Roundup y del maíz modificado genéticamente tolerante a Roundup”. Estoy muy familiarizado con otras publicaciones anteriores sobre este mismo tema.

Desde entonces han aparecido numerosas críticas a esta publicación en los medios de comunicación. Me sorprendió la rapidez con que aparecieron esas críticas, ya que creo que se necesita tiempo para leer detenidamente un artículo científico de cierta complejidad. La mayoría de las críticas han sido de carácter general y de poca monta como para que puedan ser tenidas en cuenta en el debate científico. Algunas de las críticas eran más específicas, referentes al tipo de ratas utilizadas, al tipo de análisis estadístico empleado, y la interpretación de las respuestas ante las concentraciones crecientes del herbicida Roundup o del maíz modificado genéticamente.

He hecho también una revisión rápida de otros documentos publicados en esta misma revista referentes a estudios de ratas alimentadas con piensos modificados genéticamente. Además de las publicaciones de Séralini y adl, he encontrado otros seis estudios publicados desde el año 2004 hasta ahora en Food and Chemical Toxicology en los que también se utilizaron las ratas Sprague-Dawley, siendo alimentadas con dietas complementarias que contenían alimentos modificados genéticamente. Todas estas publicaciones fueron realizadas por las empresas que desarrollaron los cultivos modificados genéticamente. Una de estas publicaciones era de la empresa Monsanto, y los otros de DuPont/Pioneer. Ninguna de estas investigaciones duró más de 90 días.

En estos estudios se utilizaron aproximadamente el mismo número de ratas que en el estudio de Séralini. Todos ellos utilizan el mismo tipo de rata que la empleada en el estudio de Séralini. En el estudio realizado en 2004 por Hammond se utilizaron un número ligeramente mayor de ratas en el grupo de control, pero en mi opinión tiene menos valor estadístico debido a la inclusión de líneas de control de referencia que no fueron alimentadas con una dieta de maíz no transgénico equivalente (isogénico). El valor adquirido por las ratas adicionales ((20/sex vs. 10/sex) queda descompensado por la introducción de variables irrelevantes.

Los métodos estadísticos utilizados en estos otros estudios fue una revisión por pares anónima. Además, no hay otras revisiones por pares que den validez a estos métodos estadísticos en exclusiva, que sean los adecuados o que queden validados para su uso en este tipo de estudios. En este sentido, encuentro que el método estadístico empleado en el estudio de Séralini es igualmente válido.

Me gustaría animar a la comunidad científica y a los que aprueban las reglamentaciones y normativas a que realicen un ejercicio de validación de los análisis estadísticos, si es que este tema sigue siendo controvertido.

En lo que destaca el estudio de Séralini y en lo que no tiene rival, es en la duración. No hay ningún estudio que se extienda por encima de los 90 días de alimentación a ratas, de modo que pueda refutar las conclusiones de un estudio a largo plazo, y además cuando parece que los efectos aparecen en gran parte después de esos 90 días.

Algunos de los críticos han tratado de desacreditar los hallazgos más recientes mediante la propagación de dudas sobre la naturaleza de la respuesta, señalando que la gravedad de los efectos no se corresponden con la dosis. Conozco estudios toxicológicos que señalan resultados similares. Por ejemplo, Welshons et al. (2003) dice en su artículo publicado en Perspectivas de Salud: “Por otra parte, las respuestas obtenidas en el receptor primario pueden aumentar y luego disminuir a medida que aumenta la dosis, lo que contradice la suposición de una relación proporcional entre dosis y respuesta”.

El efecto se ajusta bastante bien a lo observado en el receptor y las hipótesis presentadas por Séralini y adl. Aunque siempre hay espacio para investigar sobre cualquier tema, en mi opinión, el estudio de Séralini y adl es uno de los mejores publicado sobre este mismo tema. Es importante destacar que los anteriores estudios realizados por la Industria no muestran evidencias en contra de los hallazgos más recientes. El camino correcto ante cualquier incertidumbre en los resultados sería el de establecer un protocolo de consenso mediante una metodología transparente y abierta revisada por pares; el estudio definitivo debiera ser llevado a cabo por científicos independientes de la Industria, como ha sido el de Séralini y adl, con un acceso razonable de aquellos propuestos por la Industria y los organismos de regulación.

Mientras tanto, mi opinión es la de que este estudio más reciente es una valiosa contribución a la literatura científica, al debate y al proceso de evaluación de las tecnologías. Confío en que su revista siga publicando artículos de calidad, lo cual redundará en mi confianza.

Jack A. Heinemann

Centro de Investigación Integrada en Seguridad Biotecnológica de la Facultad de Ciencias Biológicas de la Universidad de Canterbury, Christchurch, Nueva Zelanda.

Referencia

Welshons, W.V., Thayer, K.A., Judy, B.M., Taylor, J.A., Curran, E.M., vom Saal, F.S., 2003. Large effects from small exposures. I. Mechanisms for endocrinedisrupting chemicals with estrogenic activity. Environ. Health Perspect. 111, 994–1006.

Fuente: http://www.gmwatch.org/index.php?option=com_content&view=article&id=14635:seralini-study-a-valuable-contribution-to-the-scientific-literature

Traducción: noticias de abajo

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