Exposición a radiaciones en los escáneres de los aeropuertos e intromisión en la privacidad

Por Jonathan Tirone

Las personas que viajen en avión tienen que ser conscientes de los riesgos para la salud que suponen los exámenes corporales en los aeropuertos, y los gobiernos deben explicar a sus ciudadanos la decisión que han tomado de exponer a la población a unos niveles de radiación que causan cáncer, según un informe institucional.

Fotografía de Spencer Tunick
Fotografía de Spencer Tunick

“Las mujeres embarazadas y los niños no debieran pasar por los controles, a pesar de que se diga que las dosis de radiación de los escáneres corporales son muy bajas”, dijo el Comité Interinstitucional sobre Radiaciones, en su informe sobre seguridad, que envía a los organismos correspondientes pero que no hace público. En el grupo se encuentra la Comisión Europea, la Agencia Internacional de la Energía Atómica, la Agencia de la Energía Nuclear y la Organización Mundial de la Salud.

Una evaluación más precisa acerca de los riesgos para la salud de la exposición a los escáneres corporales no será posible hasta que los gobiernos decidan si todos los pasajeros han de ser sistemáticamente escaneados o solamente los elegidos al azar, según dice el informe. Los gobiernos debieran justificar las razones que les ha llevado a tomar esta decisión, y debiera considerar “otras técnicas para lograr el mismo fin sin la utilización de radiaciones ionizantes”.

El Presidente Barack Obama ha comprometido 734 millones de dólares para la adquisición de escáneres en los aeropuertos, utilizando rayos X u otras tecnologías para la detección de explosivos, armas y otro tipo de contrabando. Los EE.UU y los países europeos, incluyendo el Reino Unido, han aprobado también el despliegue en los aeropuertos de más escáneres, después del intento de atentado en el vuelo con destino a Detroit.

“No hay duda de que las dosis de radiaciones que se proponen para fines de seguridad en los aeropuertos son muy bajas”, dice el doctor Michael Clark de la Agencia de Protección de la Salud. “La cuestión planteada por el informe es que aunque las dosis sean muy bajas, hay una necesidad de justificar los riesgos.”

La retrodispersión de rayos X es una técnica que procesa una imagen tridimensional de las personas mediante un escaneado de hasta 8 segundos, según dice el informe. La tecnología también plantea cuestiones de privacidad, ya que aparecen imágenes de los cuerpos desnudos y no sse abe cuál será el uso de esas imágenes.

El Comité cita unas normas básicas de seguridad reflejadas en un acuerdo de 1996 de la OIEA, por las cuales se protege a las personas de las radiaciones. Aunque la exposición sea a una dosis muy baja se puede provocar cáncer y defectos congénitos, según la Agencia de Protección Ambiental de los Estados Unidos.

Dice el informe también “que es probable que la cantidad de radiación recibida por cada pasajero sea menor que la radiación ambiental”, pueden absorber de 0.1 a 5 microsierverts de radiación, en comparación con los 5 mivrosierverts que se reciben en un vuelo de Dublín a París, y 30 microsieverts en uno de Francfort a Bangkok. El siervert es la unidad de médida de la radiación.

La Unión Europea prepara un estudio, que estará finalizado para el mes de abril de 2010, sobre los efectos de la tecnología de exploración, tanto en la privacidad de los viajeros como en la salud. Los aeropuertos de Amsterdam, Heathrow y Manchester son los aeropuertos que ya tienen previsto colocarlos.

En los EE.UU, la Administración de Seguridad en el Transporte dijo que piensa adquirir 150 escáneres de OSI Systems Inc, (Rapiscan), y otros 300 dispositivos para la obtención de imágenes. Actualmente se utilizan unos 40 aparatos, por un coste de entre 130.000 y 170.000 dólares cada uno, producidos por L-3 Communications Holdings Inc, en 19 aeropuertos, incluyendo el de San Francisco, Atlante y Washington, DC.

[ En España, el ministro de Fomento, José Blanco, declaró recientemente que el uso de los escáneres en los aeropuertos va a ser inevitable, aunque se garantizará la privacidad de las personas: “ «Yo creo que va a ser inevitable la utilización de escáneres en los aeropuertos, donde se garantice con toda claridad la intimidad de la gente», declaró Blanco en rueda de prensa.

El ministro de Fomento

La utilización de este tipo de escáneres no fue aprobada por el Europarlamento en el año 2008, por considerarlos una intromisión en la intimidad de los pasajeros excesiva e innecesaria.

El ministro también declaró que se buscará un consenso entre todos los países miembros para llegar a un acuerdo y que no se vea como una imposición, lo cual indica que las posturas entre los gobiernos de los distintos países son diferentes o incluso contrarias. Por ejemplo, el gobierno checo sería contrario a su uso, aunque parecen ser razones de índole económico lo que le lleva a esta postura. Aunque el ministro del interior dijo:  “Apoyo la introducción de los escáneres corporales en los vuelos más problemáticos, como a Estados Unidos e Israel, es decir, allí donde ya se aplican controles de seguridad más rigurosos”, sostuvo Pecina.

Los expertos de Bruselas están analizando las repercusiones de los escáneres corporales sobre los derechos fundamentales de los ciudadanos, el Gobierno checo se ha tomado un mes para armonizar su postura. Durante este tiempo, deberá resolver no sólo el aspecto moral del uso de estos instrumentos, sino sobre todo el económico.

Italia se ha sumado a la posición de Estados Unidos, compartida por Reino Unido y Países Bajos, países que han anunciado planes para instalar los escáneres del cuerpo entero. Sin embargo, mientras los expertos en seguridad aérea de la UE analizan el tema de los escáneres, el secretario de Estado para el Transporte de Bélgica, Etiennne Schouppe, ha calificado la medida de «excesiva», apuntando que la normativa de seguridad que se aplica en los aeropuertos europeos ya es «suficientemente estricta». España ha mostrado cierto escepticismo acerca de la necesidad de escáneres corporales y espera a la decisión comunitaria, mientras que los gobiernos de Alemania y Francia han mantenido reservas y ningún compromiso sobre la materia. ]

Para contactar con el autor: Jonathan Tirone en jtirone@bloomberg.net

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