Por Rajesh Krishan, 19 de agosto de 2012
Greenpeace
Los alimentos modificados genéticamente son un tema candente en la India. Lo que ocurre en la India se extiende por el resto del mundo, y lo que sucedió la semana pasada sin duda marca un hito muy importante: el Comité Parlamentario Permanente sobre Agricultura, que está formado por miembros del Parlamento de ambos partidos, presentó su último informe sobre cultivos y alimentos transgénicos tras intensas consultas con agricultores, grupos ecologistas, científicos y consumidores. El Comité realizó una amplia consulta, tal vez la más completa llevada a cabo en cualquier parte del mundo, tardando dos años y medio en realizar audiencias por toda la India, formando un conjunto de 493 memorandos y unas 15.000 páginas.
¿Y cuál es la conclusión?
Que los cultivos transgénicos no es la mejor opción para un país como la India, tanto desde el punto de vista de la vida de los agricultores como de la seguridad alimentaria. De hecho, el Comité llegó a la conclusión de que los cultivos transgénicos pueden representar una grave amenaza para la salud de las personas y para la biodiversidad. El Comité encontró que el algodón Bt, el único cultivo comercial transgénico que se cultiva en la India, no ha mejorado la situación de los agricultores, especialmente de los pequeños y de los agricultores marginales de las regiones de secano, que forman la mayoría de los cultivadores de algodón del país.
Los sistemas de regulación existentes en la India también están en tela de juicio. Se recomienda la creación de una Autoridad de Protección en materia de Bioseguridad que salvaguarde la salud de los ciudadanos, el medio ambiente, los alimentos y los cultivos tradicionales de las tecnología que los ponen en riesgo, como ocurre con los cultivos transgénicos. La Comisión permanente también ha pedido que se pongan fin de forma inmediata a los ensayos a campo abierto.
Todas estas ambiciosas recomendaciones envían una señal muy clara a la Industria de la Ingeniería Genética. Pero el Informe del Comité Parlamentario tiene únicamente un carácter de recomendación y el Gobierno tendrá que presentar un plan de acción en los próximos tres meses. Los resultados del Informe dan la razón a Greenpeace y a todos aquellos que han estado advirtiendo de las amenazas que plantean los cultivos transgénicos. Nuestra petición en este sentido es que se adopten todas las recomendaciones en su totalidad.
Estos acontecimientos tienen lugar seis meses después del proyecto de ley sobre los cereales empleados en la alimentación, que restringe la modificación genética de los cultivos básicos en China. El Informe es una clara señal de que los principales países agrícolas del mundo, China y la India, están adoptando un enfoque de precaución en torno a los cultivos transgénicos, además de no verlos como una solución sostenible.
La Industria Biotecnológica y sus compinches en los Gobiernos tratarán de desacreditar este Informe y obviar las recomendaciones. Pero se olvidan de que el Comité Parlamentario ha reflejado en su Informe la voluntad de muchas personas. Greenpeace seguirá recordando a nuestro Gobierno estos peligros y continuará su lucha contra el cultivo a campo abierto de los transgénicos, incluyendo los ensayos experimentales. Esto sólo será posible si las personas se unen y exigen a los Gobiernos que actúen en consecuencia.
Rajesh Krishnan forma parte de la campaña de Agricultura Sostenible de Greenpeace en la India.
Fuente: Greenpeace