Biología sintética, nuevos riesgos para la salud pública y el medio ambiente

Por Pat Thomas, 9 de octubre de 2014

beyond-gm.org

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Cuando oímos hablar de los transgénicos, las primeras imágenes que se nos vienen a la mente quizás sean unos campos de maíz, de soja o de algodón. Pero hoy en día hay un amplio campo de investigación y desarrollo, el de la Biología sintética.

La Biología sintética es un forma extrema de Ingeniería Genética que tiene por objeto “el diseño y la construcción de nuevas partes biológicas, artefactos y sistemas que no existen previamente en el mundo natural, o para modificar los diseños de los sistemas biológicos existentes… para la construcción de organismos de diseño que realizan tareas específicas”. (1)

Es decir, que en lugar de utilizar el ADN ya existente en las plantas o animales, la Biología sintética implica la creación de nuevas secuencias de ADN en el laboratorio, utilizándose para crear nuevas formas de vida o insertar este ADN sintético en el ADN de origen natural.

Es una nueva Ciencia, productos sobre los que no existen normas transparentes o se hayan realizado pruebas de seguridad. Siendo algo elaborado por el hombre, estos productos pueden patentarse y tener plena protección legal, y al menos, en teoría, podrían comercializarse. Los productos cosméticos y los alimentos son consideraron dos de los mercados más atractivos para la Biología sintética.

Ya se hace publicidad de aplicaciones que van desde la elaboración de una hamburguesa en una placa de Petri, a componentes de las plantas medicinales o la obtención de fragancias. Los científicos están realizando extractos sintéticos de sustancias que son producidas de forma natural por las plantas, algunas procedentes de países en vías de desarrollo, como la vainilla, el azafrán, el vetiver, el coco y el ajenjo.

No existe actualmente ninguna regulación sobre los productos de la Biología Sintética. Recientemente un grupo de 116 organizaciones de consumidores, de seguridad alimentaria, de agricultura sostenible, de salud pública y otras, firmaron un documento denominado “Principios para la supervisión de la Biología sintética”. (2)

Este documento esboza la necesidad de salvaguardar la salud pública y el medio ambiente frente a los nuevos riesgos de la Biología sintética y asegurar la participación pública, abierta y significativa en las decisiones respecto a sus usos.

Biología sintética, ¿una necesidad?

Los extractos obtenidos de forma natural y que ahora están en punto de mira de la Biología sintética, no son escasos, pero sí suelen ser de alto valor o se dan en una zona geográfica muy específica. Por ejemplo, los planes de la Biología sintética de elaborar vainillina y comercializarla como natural es una amenaza directa a la renta agraria de unos 200.000 agricultores de Madagascar, México y Tahití. Sin una adecuada regulación, los consumidores quedan totalmente desprotegidos.

La artemisinina semisintética obtenida mediante la Biología sintética, que apareció en 2013, ya ha tenido un amplio impacto en la comercialización del ajenjo obtenido de forma natural, la Artemisia annua (3). Hasta entonces, el ajenjo dulce lo cultivaban unos 100.000 agricultores a pequeña escala en Asia, África y China, y era la única fuente de artemisinina para el tratamiento de la malaria, ACT (tratamiento combinado con artemisinina).

La comercialización del nuevo extracto, SSA, financiado en gran medida, está amenazando el desarrollo de estos cultivos agrícolas debido a la desconfianza en los mercados y los precios inestables. ¿Pero es necesario este extracto? ¿Pueden los agricultores producir de forma natural y sostenible el suficiente ajenjo natural para satisfacer la demanda mundial de ACT, y al hacerlo apoyar el empleo rural y respetar valiosos cultivos que salvaguardan la salud?

De acuerdo con el Real Instituto Tropical de los Países Bajos, mediante el cultivo anual de Artimisia de entre 17.000 y 27.000 hectáreas, la respuesta es sí. (4)

Los tratamientos accesibles contra la malaria son vitales para millones de personas, pero la pérdida de la renta agraria de la agricultura familiar al obtenerse el producto mediante síntesis química por parte de los laboratorios farmacéuticos occidentales, impulsa la pobreza y se pone en riesgo la salud de muchas personas.

¿Cuál es el alcance del problema?

Una estimación conservadora nos dice que al menos el 50% de los productos farmacéuticos comerciales derivan de plantas, animales y microorganismos. Siete de las mayores empresas farmacéuticas ya han mantenido contactos con las empresas de Biología sintética para producir fármacos sintéticos previamente procesados de origen vegetal. (5)

Con gran rapidez, el Departamento de Negocios e Innovación del Reino Unido ha estimado el mercado mundial de productos obtenidos mediante Biología sintética en 7 mil millones de dólares para el año 2016. (6)

¿Una Economía más verde?

La Biología sintética es defendida diciendo que se trata de un camino hacia una “Economía más verde”, la BioEconomía, ya que se utilizan levaduras y bacterias modificadas genéticamente para producir plásticos, productos químicos y combustibles, en lugar de utilizar productos petroquímicos.

Para mantener la fermentación microbiana a escala industrial, la Biología sintética necesita grandes cantidades de materia vegetal, biomasa. Dado que ya estamos en la actualidad utilizando más recursos de los que el planeta puede regenerar, se aumenta la presión sobre unos ecosistemas ya de por sí sobrecargados.

¿De dónde provendría esa biomasa? Un Informe del Banco Mundial del año 2009 señala que los inversores adquirieron 11 millones de hectáreas de tierras agrícolas en cuatro años, el 75% de las cuales se encuentran en África. En 2011, se observó un aumento en 12 veces la cantidad de tierra agrícola adquirida por los inversionistas extranjeros. (7)

Es probable que esta agricultura destruya todavía más las selvas tropicales, reduzca la biodiversidad al aumentar los monocultivos, como la caña de azúcar ( con unas pobres condiciones laborales). El rápido crecimiento de la Industria con base en la Biología sintética y la falta de tierras de cultivo, es un combustible para la pobreza de las zonas rurales.

¿Dónde terminará?

El patrimonio cultural, la conservación, la biodiversidad y el medio de vida de aquellos que dependen del cultivo de recursos naturales se están perdiendo en favor de unos extractos que se pueden patentar, quedando en manos de una minoría de empresas. Si todo se va a obtener en una placa de Petri, ¿no veremos un mundo colapsado en el laboratorio?

Procedencia del artículo: http://beyond-gm.org/synbio-the-scariest-gmos-youve-never-heard-of/

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Referencias:

1 Synthetic Biology information overview, etc group, See: http://www.etcgroup.org/issues/synthetic-biology

2 Principles for the Oversight of Synthetic Biology, Friends of the Earth, Initernational Center for Technology Assessment & etc group, 2012, See:  http://www.foe.org/news/blog/2012-03-global-coalition-calls-oversight-synthetic-biology

3 Synthetic Biology: Livelihoods and Biodiversity, Artemisinin Case Study, etc group, See: http://www.etcgroup.org/sites/www.etcgroup.org/files/ETC-artemisinin-synbio-asestudy2014.pdf

4 Heemskerk, W. et al., The World of Artemisia in 44 Questions, The Royal Tropical Institute of the Netherlands, March 2006, p. i-ii: http://tinyurl.com/7zoazkh

5 Synthetic Biology: Livelihoods and Biodiversity, Artemisinin Case Study, etc group, op cit

6 A synthetic biology roadmap for the UK, 2013, Technology Strategy Board, See:  http://bit.ly/13Yi7cS

7 Global footprint Network, See: http://www.footprintnetwork.org/en/index.php/GFN/page/world_footprint /

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