Por Sylvie Simon, abril de 2011
La revista digital libre.be (La Libre Belgique) publicaba un artículo titulado “También es posible un desastre nuclear en Bélgica”. Se cita al licenciado en Ciencias Químicas, Alain de Halleux, un experto en materia nuclear, que denuncia el mal estado de los reactores nucleares de Bélgica, que tienen 40 años de antigüedad y han llegado al final de su vida útil. Por lo tanto, el reactor “Doel 1” es peligroso porque no tiene una base de hormigón, y “Tihange 1”, que tiene una tapa de la vasija muy frágil. “No se trata de alentar el pánico, pero también en Bélgica pueden acaecer graves accidentes nucleares, Es cuestión de tiempo”. Estos reactores debieran de dejar de funcionar en 2015, pero en 2009 el Gobierno belga y GDF SUEZ acordaron ampliar su vida útil en 10 años más.
En una entrevista en la publicación semanal Humo, Allain de Halleux dijo: “No nos podemos hacer una idea de la peligrosidad de las centrales nucleares. ¿Sabía usted que los edificios de contención de los reactores nucleares belgas están preparados para soportar una presión máxima de 5 bares por centímetro cuadrado? Eso es el doble de nada. Una botella de agua mineral con gas puede resistir una presión de 120 bares.
Pero Bélgica depende de la energía nuclear, y en lugar de cerrar las plantas en un futuro inmediato, el químico propone una re-nacionalización de las centrales nucleares, para salir de la lógica de los máximos beneficios y poner todo el esfuerzo en la máxima seguridad”.
Este científico también en un cineasta con experiencia. En mayo de 2009, el Canal Arte difundió su documental RAS Nuclear, nada que decir, donde se pueden observar las condiciones de trabajo en las centrales nucleares, un motivo más de inquietud. Los llamados “jumpers” son los responsables de introducirse en el interior del generador de vapor para conectar la tuberías que enlazan con el reactor nuclear. No pueden permanecer más de 2 minutos, so pena de recibir una sobredosis radiactiva, y suelen ser trabajadores temporales mal pagos. Son los responsables del mantenimiento de centrales nucleares como EDF / GDF-Suez, Areva y otros grupos, que realizan las subcontratas ante la liberalización de los mercados y la privatización de las empresas de energía.
Entrevista con el director (en francés), acompañada de imágenes de la película y los testimonios de “los invisibles”, los trabajadores que hacen el trabajo sucio
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Por lo tanto, haciendo caso omiso de la salud y la seguridad en nombre de la rentabilidad, las condiciones laborales se deterioran día a día. Los empleados están obligados a trabajar más deprisa, sin que sea posible siempre el cumplimiento de las normas de seguridad, sin que puedan hablar de ello, a riesgo de perder sus puestos de trabajo. Esta investigación ha sido retransmitida varias veces, y resulta esclarecedora, siendo la última vez el pasado 25 de marzo de 2011.
En marzo de 2011, la televisión belga (RTBF) ha emitido un nuevo documental del mismo director, Chernóbyl 4 ever, en el que Alain de Halleux se pregunta, 25 años después del desastre de Chernóbyl, si los ucranianos se han recuperado del accidente y en qué estado se encuentra la central nuclear que explotó. El cineasta no sólo explica los objetivos estratégicos, financieros o políticos, sino que también muestra la desesperación de la población local, sus problemas de salud y con un número de nacimientos con sólo el 10% de niños sanos.
Los medios de comunicación ya han perdido el interés por los problemas nucleares de Japón porque la espectacularidad inicial ha terminado, y sólo se venden el drama y el miedo, así que sólo nos queda dedicar una parte de nuestras informaciones a hacer un balance sobre los peligros de la energía nuclear en cualquier parte del mundo.
Sylvie SIMON
4 de marzo 2011