La cuarta parte de la carne a la venta en Estados Unidos está contaminada con una bacteria resistente

El «estafilococo aureus» puede causar infecciones en la piel, neumonía, septicemia o endocarditis

Casi la cuarta parte de la carne de vacuno, pollo, cerdo y pavo ofrecida a los consumidores en Estados Unidos revela la presencia de una bacteria resistente, según las muestras tomadas en tiendas de comestibles de cinco ciudades para la elaboración de un estudio.

El «estafilococo aureus», una bacteria que puede causar infecciones en la piel, neumonía, septicemia o endocarditis en personas con corazones débiles, se ha encontrado en casi una de cada cuatro de las muestras, señala un informe dado a conocer por la publicación «Clinical Infectious Diseases». Más de la mitad (52%) de las muestras infectadas contenía una dura cepa del estafilococo aureus, resistente al menos a tres tipos de antibióticos.

En la mayoría de los casos, la bacteria muere durante la cocción, pero los riesgos de contaminación pueden aparecer con la manipulación de la carne cruda en la cocina, si se toca con otros utensilios contaminados o se come la carne muy poco hecha. «Por primera vez, sabemos cuánta de nuestra carne y aves están contaminadas con un estafilococo resistente a los antibióticos», aseguró Lance Price, del Translational Genomics Research Institute de Phoenix (Arizona) y principal autor del estudio.

El asunto es «preocupante» y exige atención sobre cómo se utilizan los antibióticos en la producción actual de alimentos para animales, indicó Price, quien señaló que «probablemente» la bacteria resistente se encuentra en la comida de los propios animales.

El «estafilococo aureus» no figura entre las cuatro bacterias que habitualmente el Gobierno estadounidense busca en los análisis que realiza a la carne: salmonela, campylobacter, escherichia coli y enterococo. Más de dos millones de personas se infectan en Estados Unidos anualmente con estas bacterias, mientras que cientos de ellas mueren, con un mayor riesgo entre niños y ancianos.

http://www.consumer.es/seguridad-alimentaria/2011/04/18/200266.php