CETA: ¿por qué se está exagerando la muerte del TTIP?

por Owen Tudor, 29 de agosto de 2016

touchstoneblog.org.uk

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Los medios de comunicación del Reino Unido han informado este fin de semana de la muerte de la Asociación Transatlántica de Comercio e Inversiones (TTIP), ese acuerdo comercial entre los Estados Unidos y la Unión Europea (se recogió dicha información en este mismo blog), en base a que se legalizaría un excesivo poder y privilegios por parte de las Corporaciones al incluirse en dicho acuerdo un mecanismo denominado ISDS, que supone la creación de los Tribunales Privados de Arbitraje. Y la razón de dicha muerte anunciada no sería otra que la de pasar de contrabando un acuerdo similar con Canadá.

Esta muerte anunciada fue proclamada por Sigmar Gabriel, el segundo de abordo del Gobierno de Angela Merkel, y líder del SPD (Partido Socialdemócrata Alemán) que se encuentra en coalición con los democristianos de Merkel. Gabriel, que es Ministro de Asuntos Económicos, es también Vicecanciller, y dijo:

En mi opinión, las negociaciones con los Estados Unidos han fracasado de facto, a pesar de que nadie realmente quiera admitirlo”.

Pero, ¿por qué un antiguo partidario de los acuerdos de libre comercio, que tan mala fama han dado a la globalización, iba a admitir en público su fracaso? La respuesta es que se está intentando pasar de contrabando un acuerdo que se encuentra mucho más avanzado en el proceso de negociaciones entre Canadá y la UE, el denominado Acuerdo Integral de Economía y Comercio (CETA), sin que nadie se aperciba de ello.

El CETA contiene las mismas amenazas que las del TTIP. Contiene una versión ligeramente edulcorada del ISDS, que aquí se denomina ICS, Sistema Judicial de Inversiones, que es en sí mismo un intento de pasar de contrabando los mismos principios (y amenazas) del ISDS, por delante de un escéptico Parlamento Europeo y una ciudadanía europea hostil. Sus provisiones de acceso al mercado pondrían en peligro los servicios públicos y bloquearían la posibilidad de nuevas nacionalizaciones, y sus disposiciones sobre los derechos de los trabajadores supondrían una amenaza y abusos, solamente con la redacción de un informe en términos enérgicos por parte del Comité, a diferencia de las multas millonarias recogidas en el ISDS o el ICS.

El 19 de septiembre, una convención del SPD considerará si reafirman el apoyo de Sigmar Gabriel al CETA. Los sindicatos alemanes y la izquierda del SPD se oponen tanto al CETA como al TTIP, y se celebrarán manifestaciones por todo Alemania en contra de ambos tratados hasta la celebración de la convención del Partido. Gabriel carga más las tintas sobre el TTIP que sobre el CETA, por ser más conocido y más impopular y porque los Estados Unidos tiene peor reputación en su voracidad capitalista frente a Canadá (sobre todo ahora que se ha producido una reducción del brillo radical del Presidente saliente, Obama, y en Canadá hay un nuevo Primer Ministro, Justin Trudeau, que todavía no se ha visto salpicado por una publicidad negativa). Al anunciar la muerte del TTIP, Gabriel tiene la esperanza de persuadir a su partido para que respalde el CETA (después de lo cual el TTIP saldría, sin duda, como un zombie de su ficticia tumba).

Este truco parece estar funcionando en el Reino Unido, donde los artículos aparecidos en los medios de comunicación parecen ocuparse únicamente del TTIP (incluso en su cobertura este fin de semana de las declaraciones de Gabriel), e incluso organizaciones que realizan campañas contra el TTIP, como 38 Degrees, parecen olvidarse del CETA – apodado por el TUC como un peligroso primo del TTIP- ya que plantea las mismas amenazas, un acuerdo que puede hacerse pronto una realidad, proporcionando a las rapaces Corporaciones estadounidenses, que también se han afincado en Canadá, del mismo modo que con el TTIP, un acceso a los servicios públicos y una protección a sus inversiones.

Pero donde parece que este truco no va a funcionar, y donde Gabriel necesita que funcione, es en la convención de su partido del próximo mes. Mientras tanto, la campaña del TUC (central sindical nacional del Reino Unido) contra el CETA, que se someterá a votación en el Parlamento Europeo este otoño, pisará más fuerte también.

Owen Tudor ha sido Jefe de la UE del TUC y del Departamento de Relaciones Internacionales desde 2003 y lleva trabajando en el TUC desde 1984. Ha sido miembro de la Comisión de Salud y Seguridad, del Consejo de Justicia Civil, del Comité Asesor se Seguridad Social y del Consejo Asesor de Accidentes Laborales, y ahora forma parte del Consejo Asesor de Wilton Park.

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