Por Paul Craig Roberts, 10 de septiembre de 2015
Millones de refugiados de las guerras en que Washington está involucrado intentan llegar a Europa. Son 14 años de una masacre continua de Washington contra los árabes, con la destrucción de sus países en ininterrumpidos crímenes de guerra, cuyo catalizador fue la Teoría Oficial de la conspiración del 11 de Septiembre. Los hechos y los datos aportados por la Ciencia no concuerdan con la Teoría oficial de Washington. La Comisión del 11 de Septiembre no llevó a cabo una investigación, o no se la permitió investigar. Posteriormente, el Presidente y el Copresidente de la Comisión dijeron que la Comisión “se había creado para fallar”. Para una explicación objetiva de los sucesos del 11 de Septiembre, véase este documental.
Aquí otro documental de Pilotos por la Verdad del 11 de Septiembre:
Y ente otro enlace, un extenso resumen de los muchos de los aspectos del 11 de Septiembre.
Phil Restino de la sección de Veteranos por la Paz de Florida Central quiere saber por qué organizaciones en contra de las guerras se tragan la versión oficial del 11 de Septiembre, cuando precisamente la versión oficial es la base de todas las guerras a las que las organizaciones pacifistas se oponen. Algunos están empezando a preguntarse si ciertos grupos pacifistas velan realmente por Seguridad Nacional o están controlados por la CIA.
Lo que se lee más abajo es la versión oficial del Gobierno, que podría parecer una parodia, pero se trata de un resumen preciso de esa versión oficial. Fue publicado como un comentario en el diario The Telegraph del Reino Unido el 12 de septiembre de 2009, en respuesta a la solicitud de Charlie Sheen al Presidente Obama para que se llevase a cabo una verdadera investigación sobre lo sucedido en 11 de septiembre de 2001.
La versión oficial de 11 de Septiembre reza más o menos así:
“Dirigidos por un tío barbudo desde una cueva de Afganistán, bebedor empedernido desde los diecinueve años, esnifador de coca, los devotos musulmanes disfrutan con sus bailes antes de cumplir su misión para su encuentro con Alá. Usando apenas unos cuchillos artesanales, se hacen con el control de la cabina de la tripulación, los pasajeros y los pilotos de cuatro aviones.
Con resaca o no, se las apañan para evadir el sistema de defensa aérea más sofisticado del mundo.
Sin inmutarse por no cumplir con las normas de “Cómo pilotar un avión de pasajeros”, conducen su vehículo, dominan los controles e impactan directamente en dos torres, provocando el derrumbe completo de tres de ellas.
En contra de las leyes de la Física, el mundo observa con asombro cómo un daño asimétrico e incendios dispersos y a baja temperatura provocan el colapso simétrico y perfecto del armazón de acero de los edificios, en caída libre, algo sin igual en toda la historia.
A pesar de su cobarde astucia y su excelente planificación, permiten su identificación mediante el uso de pasaportes a prueba de explosiones, sin daño después de la destrucción del armazón de hormigón y acero y caen al suelo, donde rápidamente son encontrados, precisamente encima de la masa de escombros.
Mientras tanto, en Washington:
Hani Hanjour, después de haber suspendido en su curso de pilotaje de un Cessna, se deja llevar por su éxito y se pone a los mandos de un avión a reacción. En lugar de dirigirse directamente al Pentágono, decide lucirse un poco, ejecutando una increíble espiral descendente de 270º, pero consigue dominar el avión y arremeter contra la fachada del Pentágono, sin dañar el césped bien cortado y a una velocidad lo suficientemente rápida para que no sea captado por las cámaras de vigilancia.
En los cielos de Pennsylvania:
Desesperados por hablar con sus seres queridos antes de su muerte, algunos pasajeros utilizan la fuerza de su voluntad para realizar llamadas que no serían posibles hasta unos años después.
Tras un heroico intento de algunos pasajeros por retomar el control del vuelo 93, el avión de pasajeros se estrella en un campo de Pennsylvania sin dejar rastro de sus motores, ni del fuselaje ni los ocupantes, a excepción de una pañuelo de los terroristas musulmanes.
Durante estos sucesos:
El Presidente Bush sigue leyendo Los 7 cabritillos a una clase de una Escuela de Primaria.
En Nueva York:
El arrendatario del World Trade Center, Larry Silverstein, bendice sus propias previsiones al asegurar los edificios contra un ataque terrorista sólo seis semanas antes.
En Washington:
Los neoconservadores están encantados con este Nuevo Pearl Harbor, el catalizador necesario para lanzar sus guerras previamente planificadas.
—————————
Paul Craig Roberts es un economista estadounidense, autor, columnista, Exsecretario adjunto del Tesoro, y Exeditor y columnista en varios medios corporativos. Es autor de El fracaso del Laissez Faire capitalista. Puede visitar su sitio web.
—————————
Procedencia del artículo:
http://dissidentvoice.org/2015/09/911-fourteen-years-later/
———————————–