Elsevier parece haber dado algunos pasos en relación al estudio de Séralini; Monsanto solicita ahora otra retractación, la de la IARC
Por el Prof. Peter Saunders, 30 de marzo de 2015
En el mes de diciembre de 2013, ISIS escribió una carta abierta (1) [ Carta abierta sobre la retractación y boicot contra la revista Elsevier, SiS 1) dirigida a Wallace Hayes, editor jefe de la revista Food and Chemical Toxicology (FCT), en protesta por la retractación unilateral, totalmente injustificada, de la publicación de un estudio realizado por Gilles-Eric Séralini y su equipo, de la Universidad de Caen (2) ( La retractación del estudio de Séralini viola los principios científicos y éticos). En ese estudio se decía que en la investigación de laboratorio se habían observado daños en las ratas que había ingerido el maíz transgénico NK603 de Monsanto (un maíz tolerante a los herbicidas) y/o pequeñas cantidades del herbicida Roundup.
En la misma misiva invitamos a los científicos y otras personas a unirse al boicot, negándose a publicar artículos en esta revista, hacer revisiones o trabajos de redacción en Elsevier, ni adquirir ninguno de los productos que edita. Manifestaron su apoyo firmando la carta 1392 científicos y 4.019 no científicos, procedentes de 99 países diferentes. Parece ser que nuestros esfuerzos y los de otros ( especialmente de los Científicos por la Responsabilidad Global (3)) han tenido su efecto: se han producido cambios en el Consejo Editorial de FCT, sin que se haya dado ningún tipo de anuncio, ni en los medios, ni otras revistas científicas que informaron en su día de estos hechos hayan dicho nada.
Breve recapitulación
En nuestra carta, expresábamos preocupación por esta retractación unilateral de la publicación del estudio de Séralini, en el que se informaba de los resultados de un estudio integral de alimentación. Las ratas alimentadas con un maíz transgénico, tolerante al herbicida Roundup de Monsanto, sufrían más daños y más temprano que las ratas del grupo de control alimentadas con maíz no transgénico. El estudio fue diseñado para probar la toxicidad y siguió los protocolos aprobados por la OCDE, los mismos que Monsanto utilizó en sus estudios, con la salvedad de que el estudio se alargó durante dos años en lugar de los habituales 90 días. Se encontró toxicidad tanto en el maíz transgénico como en el herbicida Roundup, así como un aumento del número de tumores en las ratas alimentadas con estos dos productos.
Ya el mismo día de publicación del artículo en la revista, el organismo protransgénicos del Reino Unido Science Media Centre lanzó un ataque contra el mismo (4,5). Las críticas fueron refutadas, pero las respuestas no fueron publicadas en los medios de habla inglesa, aunque algunas sí aparecieron en Francia.
No es algo inusual que la Industria utilice cualquier medio para oponerse a unos resultados científicos que puedan suponer un menoscabo de sus ingresos. Sólo tenemos que pensar en las largas batallas libradas por la compañía de tabaco y de amianto para desacreditar las investigaciones que mostraban lo peligrosos que eran sus productos (6), o el dinero invertido por la Industria Petrolera en los intentos de bloquear cualquier acción que restrinja el uso de los combustibles fósiles (7). Nos mostramos consternados, pero no sorprendidos, de lo que es capaz de hacer el lobby de los transgénicos y su campaña de descrédito contra el estudio de Séralini.
Lo que pasó después no nos sorprendió. Una enorme tormenta de publicidad en contra, pero parecía que aquello no era suficiente: había que hacer desaparecer de los registros científicos el estudio. Así que el 28 de noviembre de 2013, Food and Chemical Toxicology anunciaba que se retractaba de la publicación del artículo (8).
Eso sí que fue algo inusual. Es cierto que existe tal retractación de algunos artículos científicos, pero casi siempre a petición de los propios autores, al descubrir algún error importante que invalida sus resultados. Es muy raro que una revista se retracte de la publicación de un artículo sin el consentimiento del autor, y de hecho el Comité de Ética de las Publicaciones (COPE), de la cual es miembro FCT, afirma que sólo hay tres razones para que se pueda hacer esto:
1.- Clara evidencia de que los resultados no son confiables debido a mala conducta o error honesto
2.- Plagio o publicación redundante
3.- Investigación no ética
Al ser cuestionada la actitud del Editor Jefe, Hayes, admitió que ninguno de estos criterios se daba para la retractación del artículo, justificando su decisión en base a que “los resultados presentados no eran concluyentes”. Esta es una objeción espuria. En primer lugar, los resultados científicos no son intrínsecamente concluyentes; es la naturaleza misma de la materia científica. Si los resultados del estudio no fueron concluyentes como para justificar su publicación, ¿qué hizo por tanto el equipo de revisión?. Sin embargo, el artículo pasó este proceso de revisión por pares y fue aceptado por el editor. Además, FCT ya había publicado otros artículos sobre estudios similares ( por ejemplo, (9)), que todavía eran menos concluyentes que el de Séralini. La diferencia, por supuesto, es que en aquél las conclusiones eran favorables a la industria Biotecnológica.
Pero quizás haya otras razones más siniestras: en el Consejo Editorial de FCT, como Editor Asociado de Biotecnología, se había colocado a Richard Goodman, un exempleado de Monsanto.
Algunos cambios en el Consejo de Redacción de FCT
Con algún retraso parece que Elsevier ha respondido. Quizás no haya leído nada de este asunto en los medios de comunicación, pero si visita el sitio web de FCT (10), verá que hay un nuevo Editor Jefe, José L. Domingo [que dice cosas como éstas]. William Hayes ha sido trasladado a un nuevo puesto: Editor Jefe de Strategy and Vision, y Richard Goodman y su puesto de Editor Asociado de Biotcnología, han desaparecido de la Junta Editorial. Creemos que esto debió de ocurrir el pasado mes de enero, pero no ha habido ningún anuncio formal.
Es cierto que FCT no ha restablecido el estudio, y no ha pedido disculpas por aquella retractación, lo cual hace que se mantenga lo injustificado de aquella acción, menoscabando la reputación de Séralini y su equipo de investigación, y también permite que el lobby protransgénicos siga diciendo que el estudio está desacreditado y que por lo tanto debe ser ignorado, a pesar de que la revista ha aceptado que no se cumplieron los criterios para que se produjese tal retracción.
Por otro lado, poco después el mismo estudio fue publicado en otra revista, Ciencias del Medio Ambiente de Europa, una revista editada por Springer (11), por lo que sigue formando parte de la literatura científica.
Monsanto exige una retractación por parte de la IARC
Monsanto, sin embargo, sigue haciendo de las suyas.
La Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer (IARC), una organización que forma parte de la OMS, ha clasificado al glifosato como “probablemente carcinógeno para los seres humanos” (12), después de su última evaluación, encontrando “que hay pruebas convincentes de que el glifosato también puede causar cáncer en los animales de experimentación”. En la evaluación también se descubrió que la EPA (Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos) había ocultado datos sobre el potencial cancerígeno del glifosato, cosa que se sabía desde la década de 1980 ( ver (13) Gligosato y cáncer, SiS 62)
La Industria Biotecnológica encabezada por Monsanto respondió rápidamente, poniendo en entredicho la calidad de la evaluación realizada por la IARC (ver [14] El glifosato probablemente carcinógeno para los humanos. Última evaluación de la OMS, SiS 66). Monsanto ha solicitado que la IARC se retracte de esta evaluación (15). Pero Aaron Blair, científico del Instituto Nacional de Cáncer, que presidió el Grupo de Trabajo integrado por 17 miembros de la IRC en el proceso de evaluación del glifosato, ha defendido con firmeza la decisión, que ha “sido apropiada de acuerdo con los conocimientos científicos actuales” (16).
Muchas personas están indignadas con el hecho de que Monsanto haya manipulado y favorecido corruptas reaprobaciones del glifosato tanto en Estados Unidos como en Europa (14) [17] (Escándalo en la reevaluación del glifosato en Europa, SiS 63). La IARC no debería en ningún caso acceder a la solicitud de retractación por parte de Monsanto.
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Referencias:
1. “Open Letter on Retraction and Pledge to Boycott Elsevier.” ISIS Report, 4 December, 2013. http://www.i-sis.org.uk/Open_letter_to_FCT_and_Elsevier.php
2. Séralini G-E, Mesnage R, Gress S, Defarge N, Malatesta M, Hennequin D and de Vendômois JS (2012). Long term toxicity of a Roundup herbicide and a Roundup-tolerant genetically modified maize. Food and Chemical Toxicity. http://dx.doi.org/10.1016/j.fct.2012.08.005
3. “Open letter on pro-GM bias at academic journal.” Scientists for Global Responsibillity, 1 October, 2013. http://www.sgr.org.uk/resources/open-letter-pro-gm-bias-academic-journal
4. Science Media Centre press release: Expert Reaction to GM maize causing tumours in rats. 19 September 2012,
http://www.sciencemediacentre.org/pages/press_releases/12-09-19_gm_maize_rats_tumours.htm
5. “Shock troops check ‘poor’ GM study”, Paul Jump, Times Higher Education, 4 October 2012.
6. Harramoës P, Gee D, MacGarvin M, Stirling A, Keys J, Wynne B and Guedes Vaz S (2002). Late lessons from early warnings: the precautionary principle 1896-2000 European Environment Agency, Copenhagen. ISBN 92-9167-323-4. http://www.eea.europa.eu/publications/environmental_issue_report_2001_22
7. “Obama administration tightens federal rules on oil and gas fracking”, Joby Warrick, 20 March 2014, http://www.washingtonpost.com/news/energy-environment/wp/2015/03/20/obama-administration-tightens-rules-on-oil-and-gas-fracking/
8. Hayes, A.W., 2014b. Retraction notice to ‘‘Long term toxicity of a Roundup herbicide and a Roundup-tolerant genetically modified maize’’. Food Chem. Toxicol. 63, 244.
9. Zhang, M., Zhuo, Q., Tian, Y., Piao, J., Yang, X., 2014. Long-term toxicity study on transgenic rice with Cry1Ac and sck genes. Food Chem. Toxicol. 63, 76–83.
10. Food and Chemical Toxicology. Editorial Board. http://www.journals.elsevier.com/food-and-chemical-toxicology/editorial-board/
11. Séralini G-E, Mesnage R, Gress S, Defarge N, Malatesta M, Hennequin D and de Vendômois JS (2012). Republished study: long term toxicity of a Roundup herbicide and a Roundup-tolerant genetically modified maize. Environmental Sciences Europe 2014, 26:14. http://www.enveurope.com/content/26/1/14
12. “IARC Monographs Volume 112: evaluation of five organophosphate insecticides and herbicides.” International Agency for Research on Cancer press release, 20 March 2015. http://www.iarc.fr/en/media-centre/iarcnews/pdf/MonographVolume112.pdf 24/03/15
13. Ho MW. Glyphosate and cancer. Science in Society 62, 12-14, 2014.
14. Ho MW and Swanson N. Glyphosate ‘probably carcinogenic to humans’ latest WHO assessment. Science in Society 66 (to appear) 2015.
15. “Monsanto asks World Health Organization to “retract” cancer link”, Anthony Gucciardi, 25 March 2015, http://www.globalresearch.ca/monsanto-asks-world-health-organization-to-retract-cancer-link/5438726
16. “Scientist defends report linking herbicide to cancer”, Carey Gillam, Reuters, 27 March 2015, http://www.stltoday.com/business/local/scientist-defends-report-linking-herbicide-to-cancer/article_34139dc6-4aa7-5bcc-af1e-4c039389642e.html
17. Swanson N and Ho MW. Scandal of glyphosate reassessment in Europe. Science in Society 63, 8-9, 2014.
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Procedencia del artículo:
http://www.i-sis.org.uk/Elsevier_Climb_Down_over_Seralini_Retraction.php
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