Por Magnus Johnson & Melanie Coull, 11 de diciembre de 2014
Los océanos están repletos de plástico, dicen Magnus Jhonson y Melanie Coull, con graves efectos sobre la fauna, al confundirlo con alimento. Pero no sólo afecta a los tiburones, tortugas y albatros, sino que las consecuencias más perjudiciales no se ven a simple vista: los productos tóxicos que los plásticos contienen.
Hay por lo menos 268 mil toneladas de plástico flotando en los océanos, según una nueva investigación realizada por un equipo internacional de científicos.
En el mundo se generan 288 millones de toneladas de plástico al año, más que el cultivo anual de hortalizas. Sólo el 0,1% de ese plástico se encuentra en el mar.
La nueva investigación muestra lo poco que sabemos de qué ocurre con los residuos plásticos una vez que nos deshacemos de ellos.
¿A dónde van? A la cadena alimentaria…
Lo más obvio son esos antiestéticos residuos que las olas arrastran hasta las playas. Estos grandes trozos de plástico son perjudiciales para las criaturas marinas, ya que no están acostumbrados a ellos. Las tortugas, por ejemplo, se comen las bolsas de plástico al confundirlas con medusas.
En las islas exteriores de Hawai, el albatros de Laysan se alimenta de los restos que se encuentran flotando en el mar. Si bien los adultos pueden regurgitar el plástico que ingieren, sus polluelos no pueden hacerlo. Es corriente encontrar a los jóvenes albatros muertos y con el estómago lleno de tapones de botellas, encendedores y otros desechos de plástico, muriendo de hambre.
Pero estos daños que son bien visibles sólo representan la punta del iceberg. Los trozos de plástico más pequeños, de menos de 2,5 mm de diámetro, que se han ido formando al separarse de los trozos mayores, son muy abundantes en las muestras de zooplancton del Pacífico Oriental.
En algunas regiones del Pacífico Central ahora hay seis veces más plástico que plancton. El plancton sirve de alimento a las aves, a los peces y las ballenas, confundiendo a menudo los trozos de plástico con el krill.
Cuanto más pequeños los pedazos, peor
Por razones técnicas, Eriksen y su equipo no consideraron las partículas más pequeñas todavía, que son las más perjudiciales de todas. Estamos hablando de los trozos de menos de 0,5 mm o mucho menos, no visibles a simple vista, que a menudo proceden de cosméticos o medicamentos que contienen nanopartículas o microperlas.
Estas nanopartículas de un tamaño similar a las formas más pequeñas de plancton ( pico y nanoplancton), es el grupo más abundante y el que más contribuye en términos de biomasa y a la producción primaria. Más a medida que es más pequeño.
Todavía no sabemos cómo interactúan las nanopartículas de plástico con la fauna marina, pero sabemos que pueden ser absorbidas por las células. Y lo que es peor, son portadores muy eficientes de moléculas orgánicas como el estradiol, un medicamento utilizado para el control de la natalidad y la fecundación in vitro, que llega al mar a través de nuestras aguas residuales.
Las nanopartículas están siendo investigadas para la administración de fármacos, al considerarse que pueden ser mejor absorbidos los medicamentos por las células.
Por lo tanto, no sólo nos debe preocupar el propio plástico, sino lo que los plásticos llevan, sustancias como las nanopartículas de plástico que pueden dañar gravemente los ecosistemas marinos.
Otro problemas es que nos olvidamos de los daños en nuestra propia salud
Los disruptores endocrinos se pueden encontrar en mayores concentraciones en el fondo que en los plásticos que flotan en la superficie. Estos, los disruptores endocrinos, son ingeridos por los organismos, interfiriendo en el proceso reproductivo. En algunas especies, como los mejillones, se ha visto que los machos se convierten en hembras. ( Sobre los efectos en la salud de los disruptores endocrinos puede consultar: http://noticiasdeabajo.wordpress.com/2014/12/14/dos-nuevos-estudios-alertan-sobre-los-efectos-del-bisfenol-a-en-la-salud/)
Los trozos de plástico que flotan también son colonizados por diferentes organismos, tales como patógenos bacterianos, o insectos marinos que necesitan una superficie dura para poner sus huevos, de modo que el plástico favorece el crecimiento de sus poblaciones.
Estos desechos de plástico son muy persistentes en el tiempo, más que los restos flotantes de origen natural, por lo que podrían ser un vehículo ideal para la introducción de especies invasoras, potencialmente devastadoras.
La contaminación por plásticos del medio marino es la Cenicienta de los problemas medioambientales, con menos atención que sus otras feas hermanas, el cambio climático, la acidificación de los mares, la pesca, las especies invasoras, los residuos de alimentos, pero afecta a todos los ámbitos y merece una mayor atención por parte de la comunidad científica.
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Magnus Jhonson es Profesor de Biología del Medio Marino en la Universidad de Hull
Melanie Coull es investigadora en Biología Ambiental Marina de la Universidad de Hull.
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Este artículo fue publicado originalmente en The Conversation.
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Incluimos también la traducción de uno de los comentarios:
Christopher Seymour
“Mi tesis doctoral trató sobre la cantidad de microplásticos presentes en las arenas de la playa. En Escocia encontré de 60.000 a 110.000 trozos por metro cúbico. Estos resultados son similares a los encontrados por otros científicos en otros lugares, hablando por tanto de volúmenes superiores a los señalados en este artículo. En efecto, en la serie de documentos que consulté se hablaba de que la cantidad de plástico presente en el mar es de varios millones de toneladas. Los microplásticos son una balsa muy eficiente para especies invasoras, para bacterias y contaminantes. Parece ser que existe una elevada correlación entre ciertos contaminantes, como los hidrocarburos aromáticos policíclicos (PAH) y ciertos contaminantes orgánicos persistentes (POP) en el aumento de problemas endocrinos en delfines y ballenas. Tiene múltiples repercusiones; defectos de nacimiento, problemas de hígado y enfermedades de la piel. Todo ellas parecen estar relacionadas con estos contaminantes. Sin embargo, es un tema que parece que todavía no ha logrado despertar mucho interés, sobre todo porque estas cosas no se ven a simple vista. Yo no vi nada hasta que puse las muestras en el microscopio, entonces me di cuenta de la magnitud real del problema. No se trata de ninguna exageración, pero seguro que se convertirá en uno de los problemas ambientales más urgentes en los próximos diez años, pero para entonces ya se habrá hecho mucho daño”. http://theconversation.com/in-the-ocean-the-most-harmful-plastic-is-too-small-to-see-35336
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