Por Greg Palast, 25 de agosto de 2013
Cuando un pajarito trajo a mi ventana la nota confidencial “end-game” (Fin de las negociaciones), pude comprobar que su contenido era tan explosivo, tan increíble que lo puse en duda. La nota confirma un delirio salvaje: a finales de los años 90, un alto responsable del Tesoro de los Estados Unidos conspiró con una pequeña camarilla de grandes banqueros para acabar con las regulaciones financieras en todo el mundo. Cuando el desempleo alcanza más del 26% en España, la desesperación y el hambre en Grecia, los disturbios en Indonesia y en Detroit, uno se remonta a la nota “end-game”, génesis de toda la sangre y el dolor actual.
El funcionario del Tesoro que en secreto jugo un papel importante en este “end-game” de los banqueros fue Larry Summers, que es el candidato favorito de Obama para la Presidencia de la Reserva Federal de los Estados Unidos, el banco central de mundo. Si la nota confidencial es auténtica, entonces Summers no debe sentarse en la Reserva Federal, sino que por el contrario debe pudrirse en el fondo de un calabozo reservado para todos estos criminales dementes que proliferan en el mundo de las finanzas.
La nota es auténtica.
Tuve que viajar a Ginebra para confirmarlo y obtener una reunión con el Secretario General de la Organización Mundial del Comercio (OMC), Pascal Lamy, que dijo:
“La OMC no fue creada por una cábala oscura de multinacionales que inventan conspiraciones contra las personas.
Tampoco hay ricos banqueros que negocien fumando puros”.
Entonces fue cuando le enseñé la nota.
La nota comienza con el títere de Larry Summers, Timothy Geithner, que recuerda a su jefe que debe reunir a los expertos en Fianzas para que ordenen a sus ejércitos de grupos de presión el comienzo de las operaciones:
“A medida que avanzamos en las negociaciones finales ( es decir, end-game) sobre los servicios financieros en la OMC, creo que sería buena idea que usted entrase en contacto con los principales líderes de las empresas…”.
Para evitar que Summers tenga que llamar a la oficina para obtener los números de teléfono ( los cuales, en virtud de las leyes estadounidenses deben aparecer en el directorio público), Geithner esboza el nombre de las personas que cree que en ese momento son las cinco más poderosas del mundo. Y son éstas:
Goldman Sachs : John Corzine (212) 902-8281
Merrill Lynch : David Kamanski (212) 449-6868
Bank of America : David Coulter (415) 622-2255
Citibank : John Reed (212) 559-2732
Chase Manhattan : Walter Shipley (212) 270-1380
Lamy tenía razón, no fuman puros. Sólo faltaba llamar. Lo que hice, e incluso obtuve un alegre buenos días por parte del personal de Reed, hasta que me di cuenta de que yo no era Larry Summers (Nota: El resto de números han sido borrados inmediatamente. Corzine no puede aparecer hasta que no haya una acusación formal).
No se trata de una pequeña camarilla que realicen reuniones secretas bajo el auspicio de Summers que sea objeto preocupación. El horror está en el propósito de ese “end-game” (fase final). Me explico:
Esto ocurrió en 1997. El Secretario del Tesoro de los Estados Unidos, Robert Rubin, estaba presionando para la desregulación bancaria. Esto requería la derogación de la Ley Glass-Steagall, para así eliminar las barreras entre los bancos comerciales y los bancos de inversión. Era como reemplazar las cajas fuertes de los bancos por ruletas de casino.
En segundo lugar, los bancos querían participar en operaciones de alto riesgo, los productos derivados. JP Morgan obtendría pronto 88.000 millones de dólares de los pseudo-valores que cotizaban en bolsa como activos.
El Subsecretario del Tesoro, Summers (que iba a sustituir pronto a Rubin como Secretario) se oponía firmemente al cualquier intento de controlar los productos derivados. Pero ¿ que interés había en transformar los bancos estadounidenses en casinos de productos derivados si su dinero podía refugiarse en países con leyes bancarias consideradas más seguras?
La respuesta ideada por los Cinco Grandes Bancos fue la siguiente: eliminar los controles sobre los bancos de todo el mundo, de una sola vez. El plan era brillante e increíblemente peligroso. ¿Cómo tener éxito en esta locura? El plan de los banqueros y de Summers era utilizar el Acuerdo de Servicios Financieros (ASF), un organismo favorable a los acuerdos comerciales internacionales gestionados por la Organización Mundial del Comercio.
Hasta que los banqueros comienzan esta operación, los acuerdos de la OMC sólo cubrían el comercio de bienes, es decir mis coches a cambio de tus plátanos. Las normas desarrolladas por Summers y los banqueros requerían que todos los países aceptasen los activos tóxicos, caso de los productos derivados.
Hasta que los banqueros reescriben la ASF, cada nación controlaba los bancos dentro de sus fronteras. Las nuevas normas requieren que todos los países abran sus mercados a Citibank, JP Morgan y todos sus productos derivados. Y los 156 países que forman parte de la OMC tendrían que derribar los muros que separaban las cajas de ahorro comerciales de los bancos de inversión, que se dedicaban a los productos derivados.
La ASF fue el ariete que sirvió a la tarea confiada al Sr. Reithner, quien fue nombrado embajador ante la Organización Mundial de Comercio.
Los banqueros fuera de control.
Pero, ¿por qué un país dejaría ser secuestrado por piratas financieros como la Banca JP Morgan? La respuesta, en el caso de Ecuador, fue la banana. Ecuador era realmente una república bananera. La banana era la fuente principal de entrada de divisas. Si Ecuador se negaba a firmar el nuevo ASF, dejarían de comprar sus bananas e iría a la quiebra. Así que Ecuador firmó.
Y así sucesivamente, todos los países fueron intimidados para que firmasen.
Todos los países, excepto uno. El nuevo Presidente de Brasil, Inacio Lula da Silva, se negó. De acuerdo con otro acuerdo informe confidencial que recibí, Brasil, en represalia, fue amenazado con una prohibición de importar sus productos por el Comisario de Comercio de la Unión Europea, un tal Peter Mandelson. Pero la terca negativa de Lula da sus frutos, el único de los países que ha sobrevivido y prosperado durante la crisis bancaria de 2007-2009.
China firmó, pero obtiene beneficios a cambio. Aceptó abrir su sector bancario si controlaba y tenía acceso al mercado de piezas de recambio de automóviles en los Estados Unidos y otros países. (Rápidamente dos millones de empleos de los Estados Unidos fueron deslocalizados a China).
El nuevo ASF abrió la caja de Pandora de los productos derivados en todo el mundo. Se realizaron notables transacciones de forma legal: Goldman Sachs ( donde el secretario del tesoro Rubin fue copresidente) montó transacciones secretas de euro divisas con Grecia, que eventualmente destruyeron al país; Ecuador, con su propio sector bancario desregulado y destruido, estalló en disturbios; Argentina tuvo que vender su empresas petroleras ( a los españoles) y el agua (Enron), mientras que los maestros buscaban el alimento entre la basura; luego los banqueros de la zona euro cayeron de cabeza en los productos derivados, y el continente se sumergió en una charca donde no sabía nadar, vendiéndose poco a poco a Alemania
Por supuesto, estas no son las únicas amenazas que ha generado la adopción de la ASF, hubo otras tentativas. Después de todo, el mal comienza con una manzana ofrecida por una serpiente. La manzana fue el montón de brillantes tesoros escondidos en la ASF para las elites. La serpiente se llamaba Larry.
¿Y todo es daño y dolor sólo por una nota confidencial?
Por supuesto que no: el daño está en las maniobras en sí, llevadas a cabo por la camarilla de banqueros. Se revela aquí la estrategia empleada. Tenga también en cuenta que se revela mucho acerca de Summers y Obama.
Mientras millones de personas siguen sufriendo por el desastre mundial causado por los banqueros, a Rubin y a Summers no les ha ido muy mal. La desregulación de los bancos por Rubin ha creado un monstruo financiero denominado Citigroup. Unas semanas después de dejar el cargo, Rubin fue nombrado director y presidente de Citigroup, que se declaró en quiebra, mientras que Rubin recibió un pago de 126 millones de dólares.
Luego Rubin entró en la escena política: fue el principal contribuyente a la campaña de un joven senador, Barack Obama. Apenas unos días después de su elección como Presidente, Obama, ante la insistencia de Rubin, nombró a Summers como zar económico de los Estados Unidos y nombró a Geithner como zarina ( es decir, Secretario del Tesoro). En 2010, Summers abandonó su atuendo real para convertirse en asesor de Citibank y otras criaturas de la desregulación bancaria, y cuyos emolumentos han hecho aumentar la fortuna personal de Summers desde los 31 millones de dólares desde aquél “end-game”.
Si Obama elige a Summers, a solicitud de Robert Rubin, como jefe de la Reserva Federal eso significa que por desgracia todavía estamos lejos de un final del juego.
Greg Palast
Fuente: http://www.vice.com/en_uk/read/larry-summers-and-the-secret-end-game-memo
* Gracias a la experta Mary Bottari de Bankste de www.BanksterUSA.org sin la cual no podría haber comenzado esta investigación.
* El documental de mi encuentro con el jefe de la OMC, Pascal Lamy, fue originalmente creado para Ring of Fire, organizada por Mike Papantonio y Robert F. Kennedy Jr.
* El debate en torno a los documentos que presenté a Lamy se encuentra en “El Generalísimo de la globalización, capítulo 12 de “The Vultures Picnic”, por Greg Palast ((Constable Robinson 2012).
Traducción: noticias de abajo