GMWatch, 24 de septiembre de 2012
NOTA: Catherine Geslain-Lanéelle, directora de la Agencia de Seguridad Alimentaria (EFSA), ha confirmado que este organismo revisará el estudio de Séralini sobre el maíz transgénico NK603 y Roundup, y decidirá sobre su validez. Esto es algo parecido a ser uno mismo al mismo tiempo juez y parte.
La EFSA ha emitido anteriores dictámenes asegurando que el maíz transgénico NK603 es tan seguro como el maíz no modificado genéticamente. También emitió un dictamen diciendo que incluso los ensayos a un período de tiempo tan corto como 90 días de alimentación en los animales de ensayo no son necesarios para aprobar la comercialización de los transgénicos.
El estudio de Séralini, si se toma en serio, obligaría no a realizar ensayos por un período de 90 días, sino que debieran ser de dos años, en los estudios sobre alimentación con transgénicos.
Así que la EFSA revisará sus propios dictámenes sobre el maíz NK603 y sobre la necesidad de realizar ensayos de alimentación animal para evaluar los riesgos de los organismos modificados genéticamente.
Curiosamente, los conflictos de interés de la EFSA no permiten que los expertos de esta Agencia que actualmente ejercen en ella o han ejercido recientemente como expertos nacionales de los Estados miembros, puedan valorar los OGM, ya que estos expertos tendrían que revisar sus propias decisiones, entrando en conflictos de interés ( estas reglas lo dicen claramente, que los expertos científicos no pueden evaluar o revisar su propio trabajo: «http://www.efsa.europa.eu/en/press/news/120305.htm)
A la luz de estas normas, resulta extraño que la Comisión vea con buenos ojos que la EFSA revise sus propias decisiones sobre la seguridad del maíz NK603 y de la necesidad de realizar pruebas de alimentación, así como establecer su duración.
De este contubernio sólo puede salir un resultado: la EFSA decidirá que el maíz NK603 no tiene nada que ver con el asunto, que lo que dijeron con anterioridad es lo correcto, y que el profesor Séralini es el culpable de lo que les ocurrió a las ratas alimentadas con el maíz transgénico.
Y por supuesto, que si bien las ratas que empleó Séralini para el estudio, las Sprague Dawley, fueron utilizadas en otros muchos estudios realizados por la Industria e independientes, incluidos los de carcinogenicidad para la aprobación del glifosato, no es correcto que las utilizase Séralini en su pruebas de alimentación, ya que milagrosamente son ratas inadecuadas: http://www.gmwatch.org/latest-listing/51-2012/14217
[Más información:
https://noticiasdeabajo.wordpress.com/?s=Seralini&x=0&y=0]
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Transgénicos: crisis en Bruselas
Le Nouvel Observateur, 20 de septiembre de 2012
Artículo en francés:
http://tempsreel.nouvelobs.com/ogm-le-scandale/20120920.OBS3127/ogm-crise-aigue-a-bruxelles.html
Síntesis realizada por GMWatch
La entrevista entre la directora de la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) y Gilles-Eric Séralini, autor del estudio sobre el maíz transgénico NK603, duró muy poco. Ante un grupo de diputados del Parlamento Europeo, en presencia de Gilles-Eric Séralini, autor de estudio sobre los efectos del maíz NK603, la directora de la EFSA, Geslain-Lanéelle, ha confirmado que su agencia revisará la investigación. Sin embargo, esta revisión será realizada por aquellos mismos que dieron previamente luz verde al mismo maíz transgénico NK603.
Gilles-Eric Séralini reaccionó con firmeza: “No hay duda de que los que autorizaron el NK603 puedan revisar nuestros datos, pero entrarán en conflicto de interés por su relación con la EFSA y su trayectoria”. Sobre todo, dijo el Dr. Joel Spiroux, coautor del estudio, los conflictos de interés se producirán tanto dentro del seno de la EFSA como en el panel de la EFSA sobre los transgénicos.
En resumen, Gilles-Eric Séralini ha aceptado la revisión de la EFSA, pero a condición de que sus expertos se renueven de manera que no se puedan contradecir con sus propias decisiones anteriores. La directora de la EFSA no lo ve así: se niega a renovar a sus expertos. Su posición es la siguiente: “Me quedo con todos ellos”.
Impasse en Bruselas
Corinne Lepage, que se encuentra a cargo de la Comisión de Medio Ambiente del Parlamento de Estrasburgo, está enfadada, sobre todo por que la EFSA ha rechazado su propuesta de que la EFSA encargue estudios para la revisión del período de vigencia de los transgénicos, como indicó Séralini.
Corinne Lepage dijo: “ Catherine Geslain-Lanéelle respondió que los estudios de tres meses eran más que suficientes. Esto es algo inaceptable, están dando vueltas alrededor”.
La situación de estancamiento es total ante la revisión del estudio, mientras que la EFSA necesita los datos en bruto del estudio de Séralini. Es preferible un órgano internacional de expertos para así eliminar cualquier sospecha ( conflictos de interés).
ANSES como árbitro
La intransigencia de la Directora de la EFSA ilustra la posición extremadamente difícl de Bruselas. Entre el principio de precaución, que regula el derecho europeo, las reglas del comercio internacional y la presión por parte de Estados Unidos, el camino que queda es muy estrecho. Sobre todo porque el Primer Ministro Jean-Marc Ayrault afirmó: “Si se confirma el peligro del maíz transgénico NK603, Francia defenderá la prohibición a nivel europeo” – basándose en la opinión de Anses ( Agencia Francesa de Seguridad Alimentaria). Esto implica contradecir la postura de la EFSA.
Cuando Le Nouvel Observateur anunció que, tras la publicación del estudio de Séralini, se había producido una crisis política, de salud pública y científica, estábamos en los cierto. Se avecina una crisis franco-europea. Esta noche se realiza la primera proyección privada de la película de Jean-Paul Jaud “¿Todos somos conejillos de indias?”, una adaptación del libro de Gilles-Eric Séralini. No hace falta ser un genio para predecir un aumento gradual de la tensión.
Fuente: http://www.gmwatch.org/latest-listing/51-2012/14229-crisis-in-brussels-over-seralini-study