Por Barbara H. Peterson, 16 de noviembre de 2016
Aunque no quiera ingerir glifosato, el herbicida más utilizado en todo el mundo fabricado por Monsanto, y conocido como Roundup, no va a poder evitarlo. Lo va a ingerir de todos modos.
Aquellos alimentos que se promocionan como sanos y nutritivos, incluso los considerados ecológicos y sin ingredientes transgénicos, contienen un ingrediente extra añadido por el gigante de la Industria Química y de la Agricultura Industrial, Monsanto, en su desayuno, en la comida, en su cena y cualquier otro alimento que tome entre comidas. Sí, es una cortesía de las Agencias de Regulación el que este herbicida esté omnipresente en nuestros alimentos, provocando una contaminación a gran escala y sin precedentes.
Historia del glifosato
Son 3 las patentes del glifosato: fue patentado por primera vez en 1964 por Stauffer Chemical como un quelante de metales comercial que se utilizaba para limpiar o descalcificar las calderas y tuberías (2). El glifosato se une y elimina minerales como el calcio, magnesio, el manganeso, el cobre y el zinc, que son vitales para nuestra salud.
Las segunda patente fue presentada en 1974 por Monsanto para uso como herbicida (3). Monsanto afirma que el glifosato, que mata a las plantas al interrumpir la vía shikimato, no tiene ningún efecto sobre los seres humanos porque los mamíferos no disponen de la vía shikimato. Sin embargo, un reciente estudio revisado por pares (4) afirma:
“El glifosato inhibe la enzima citocromo P450 (CYP), algo que se ignora de su toxicidad para los mamíferos. Las enzimas CYP juegan un papel crucial en las funciones biológicas, una de las cuales es la de desintoxicar los xenobióticos (sustancias químicas extrañas). Por lo tanto, el glifosato aumenta los efectos dañinos de otros residuos químicos presentes en los alimentos y toxinas ambientales. El impacto negativo en nuestro organismo es persistente y se manifiesta lentamente con el tiempo, ya que la inflamación daña los sistemas celulares de todo el cuerpo”. |
En el año 2003, Monsanto solicitó una nueva patente sobre el glifosato como antimicrobiano para el control de parásitos o como antibiótico (5). Esta patente se concedió en 2010. Se propone que el glifosato se utilice como un tratamiento contra las infecciones microbianas y el control parasitario de diversas enfermedades, como la malaria. Un estudio revisado en 2013 decía que el glifosato mata la flora intestinal beneficiosa de los pollos ya en cantidades tan bajas como 0,75 ppm (partes por millón) (6).
Justo lo que necesitamos para el desayuno
El informe publicado por Food Democracy Now y el Proyecto Detox ofrece un alarmante panorama de los alimentos contaminados, de los que probablemente nos alimentemos y se los demos a nuestros hijos.
Glifosato: inseguro en cualquier plato
Un destacado laboratorio de evaluación alimentaria registrado por la FDA ha encontrado niveles extremadamente altos de glifosato procedente de los herbicidas en los productos alimentarios de mayor consumo en los Estados Unidos.
El glifosato, ingrediente activo de Roundup de Monsanto, es el herbicida más utilizado en todo el mundo en la producción agrícola y alimentaria, como resultado de la adopción generalizada de los cultivos transgénicos, con más de 71 millones de hectáreas cultivadas en los Estados Unidas, y más de 440 millones de hectáreas en todo el mundo.
Los nuevos estudios científicos revelan daño probable para la salud humana, algo que podría ya producirse a niveles tan reducidos como 0,1 partes por mil millones. Los alimentos más consumidos fueron analizados para comprobar la presencia o no de glifosato, encontrándose entre 289,47 partes por mil millones hasta niveles tan altos como 1.125, 3 partes por mil millones.
Las pruebas y los análisis fueron realizados por Anresco Laboratories, de San Francisco, un laboratorio registrado por la FDA, que lleva realizando análisis alimentarios desde 1943. El laboratorio encontró que los productos más consumidos, por ejemplo, Cheerios, tenía un contenido en glifosato de 1.125, 3 partes por mil millones. Otros niveles también altos de glifosato se encontraron en las marcas Oreo, Doritos y Ritz Crackers, entre los 29 alimentos analizados.
Actualmente, las Agencias de Regulación de Estados Unidos permiten la presencia de unos niveles muy altos de residuos de glifosato en los alimentos. El límite de la ingesta diaria admisible (IDA) está establecida en 1,75 mg/kg de peso corporal al día en los Estados Unidos, mientras que en la Unión Europea es de 0,3 mg/kg de peso corporal. Las tolerancias se han establecido mediante estudios patrocinados por las Empresas y la influencia ejercida por la Industria en el proceso de reglamentación.
La nueva investigación muestra que el herbicida Roundup causa daños en el hígado y los riñones de las ratas, como se refleja en los cambios en las funciones de 4.000 genes con una ingesta de sólo 0,05 partes por mil millones, lo que indicaría la producción de un daño.
Estudios adicionales han encontrado que niveles tan bajos como 10 partes por mil millones pueden tener efectos tóxicos en el hígado de los peces y causar daño significativo a los hígados y riñones de las ratas a 700 partes por mil millones, que es el nivel permisible de glifosato en el agua potable de los Estados Unidos.
Las evidencias científicas independientes y revisadas por expertos muestran que los daños en la salud humana podrían comenzar a niveles tan bajos de glifosato como 0,1 partes por mil millones.
Estos innovadores descubrimientos, que unos cereales de una marca emblemática en los Estados Unidos, contengan niveles tan altos como 1.125,3 partes por mil millones, debería suponer una llamada de atención para todas las personas respecto a los niveles inaceptables de residuos de plaguicidas en los alimentos. [En este sentido, puede consultarse el informe publicado recientemente por Ecologistas en Acción sobre la presencia de plaguicidas disruptores endocrinos en los alimentos de España: “Directo a tus hormonas: guía de alimentos disruptores”]. Estos hallazgos son especialmente preocupantes, ya que los últimos estudios científicos independientes, durante los cuales un equipo internacional de científicos ha reevaluado los mismos datos previamente utilizados por las Agencias de Regulación, solicitan una Ingesta Diaria Admisible (IDA) más baja, debiéndose fijar en 0,025 mg/kg de peso corporal por día, es decir, “doce veces inferior a la IDA establecida actualmente en Europa y 70 veces menor al nivel actualmente permitida por la EPA en los Estados Unidos”.
Es importante que las personas y los padres comprendan que la contaminación por glifosato no se puede eliminar por lavado y no se descompone al cocinar. Los residuos de glifosato pueden permanecer estables en los alimentos durante un año o más, incluso si los alimentos se congelan o procesan.
Las pruebas y análisis de realizaron a petición de FOOD DEMOCRACY NOW, en coordinación con THE DETOX PROJECT, que ha reunido evidencias científicas adicionales en todo el mundo e incluyendo un compendio de investigación independiente sobre el glifosato, en el que se recogen los análisis de Anresco Laboratories.
Basándose en esta nueva información, FOOD DEMOCRACY NOW está solicitando una investigación federal sobre los probables efectos nocivos del glifosato en la salud humana y el medio ambiente, y también solicita una investigación sobre las relaciones entre las Agencias de Regulación y la Industria, a raíz de la exposición a la que están sujetas las personas y considerando los niveles de glifosato que los científicos señalan como perjudiciales para la salud humana.
PUEDE DESCARGAR EL INFORME COMPLETO AQUÍ (PDF, en inglés)
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