Ni animales ni visitantes en el solitario zoo de Gaza

Eva Barlett

Lunes , 20 de septiembre, The electronic Intifada

Los burros-cebra del parque zoológico de la Franja de Gaza

Zeitoun, la ocupada Franja de Gaza. “No hemos recibido una sola visita durante el Ramadam, ¿qué clase de zoo no tiene visitantes durante las vacaciones?, se pregunta Mahmoud Barghoud de 22 años, co-creador del zoológico Marha.

En el Marha Land Zoo y el parque infantil que se encuentra a mitad de camino entre Gaza y Deir al-Balah en la carretera principal norte-sur que recorre la longitud de Gaza, esperan a los visitantes. En el momento álgido del verano, el parque recibe tan sólo un puñado de visitas en un día bueno. Durante el mes del Ramadam y desde entonces, no ha habido nadie.

De los aproximadamente diez zoológicos y parques de animales dispersos por toda Gaza, el Marha Zoo ha sido el más famoso por su creatividad: en 2009, usando tinte para el cabello y un burro, crearon la primera “cebra” de Gaza. Pero pese a su ingenuidad, el zoológico ha sufrido pérdidas financieras y físicas: “cuando regresamos al zoo después de que cesaran los bombardeos contra Gaza, lo primero que vimos fue a los monos muertos. Teníamos seis de diferentes clases, y estaban muertos, desparramados”, dijo Barghoud.

“La leonesa muerta. Los dos camellos muertos, las dos yenas muertas. Nuestras gacelas, los zorros, los lobos, el caribú (reno), el ciervo, las avestruces…el 90% de nuestros animales y pájaros han muerto”.

El zoológico se convirtió en un área ocupada por soldados y tanques israelíes durante el asalto en 2008-09. Barghoud dice que la familia intentó en dos ocasiones coordinarse con el ejército para ir al zoo y alimentar y dar de beber a los animales.

“Llamamos a la Cruz Roja para preguntar por la coordinación pero nos dijeron: no podemos llegar hasta la gente para ayudarlos, dejad a los animales. Por eso nuestros animales murieron de inanición. Otros fueron alcanzados por la metralla de las bombas”, dice Barghoud.

“Alrededor del 80% del zoológico ha quedado dañado”, dice el padre de Mahmoud, de 55 años, Ahmed Barghoud. “Perdimos alrededor de 70.000 shekels en la Guerra. Intentamos reconstruir el zoo pero la reconstrucción requería mucho dinero, y el dinero que teníamos no era suficiente para conseguir los animales que teníamos antes.

Los Barghouds dicen que no es la primera vez que hacen frente a las dificultades. “Comenzamos el zoo bajo ocupación. Así, los hemos metido a través de los túneles en lugar de por los puestos fronterizos”, explica el más mayor de los Barghoud, citando las cuerdas de salvamento de cientos de rutas subterráneas desde Egipto hasta Gaza.

El asedio que Israel y la Comunidad internacional impusieron sobre Gaza justo después de la elección de Hamas en 2006, se estrechó duramente a mediados de 2007.

Bajo un asedio total donde una extensa lista de productos básicos y medicinas están prohibidas en la Franja y a las personas no se les permite asistencia médica, los animales exóticos bajan en la lista de prioridades.

“Obviamente, la ruta de los túneles es mucho más cara y menos segura, así que sólo podemos traer, en su mayoría, pequeños animales bastante comunes”.

Aún así, el zoo se las arregló para adquirir leones, lobos, zorros y avestruces que se sumaron a los animales ya existentes.

“Aunque los leones no son muy grandes, han tenido que ser transportados en jaulas de acero. Y otros animales han muerto en los túneles en sus jaulas de acero, dice Barghoud.

El ancho de los túneles varia; algunos pueden albergar coches pequeños, otros no son lo suficientemente grandes y no pasas sino es agachándote. Pero todos comparten el suelo de baches, el terreno desigual y las peligrosas redes eléctricas sobre sus cabezas que han provocado no sólo la muerte de animales, también la muerte de trabajadores de los túneles.

“Traer animales a través de los túneles es problemático también porque ellos no tienen papeles. Si tuviéramos elección, traeríamos animales con buena salud y vacunados a través de las fronteras. Pero no nos podemos dar ese lujo”, dice el más mayor de los Barghoud.

El asedio no sólo prohíbe animales y la mayor parte de las cosas relacionadas con la cría de animales de granja, también dificulta a los profesionales adquirir un entrenamiento avanzado fuera de Gaza.

“La carencia de veterinarios con conocimientos en animales salvajes es un problema serio”, dice Barghoud. “Cuando nuestras avestruces se pusieron enfermas, murieron enseguida porque el veterinario les administró la dosis y el tipo de medicamento equivocado. La misma suerte corrió una de nuestras hienas y dos lobos”.

Barghoud menciona diferentes conversaciones telefónicas con interlocutores que cree, eran agentes de la inteligencia israelí.

“Una vez, alguien que decía formar parte del ejército israelí llamó y dijo que si nosotros les dábamos a Shalit, nos proporcionarían alimento para nuestro animales!, dijo, refiriéndose al soldado capturado en 2006 en la frontera de Gaza mientras se reforzaba el asedio y el control militar israelí sobre la Franja.

“En otra ocasión se puso en contacto con nosotros el alcalde de Ramat Gan que nos prometió que nos mandaría dos cebras. Pero cuando nos volvió a llamar, dos semanas más tarde, pidió saber primero dónde estaba Shalit.

Aparte de esos intentos de soborno, los Barghouds dicen que recibieron descaradas peticiones de los israelíes para que dejaran de hablar con los periodistas. “Quiero que digas a los medios de comunicación que no perdisteis ningún animal durante la Guerra”, les exigió una voz árabe desde Israel.

En tales circunstancias los Barghouds quisieron traer jirafas, pero incluso en el más grande los túneles no hubieran cabido. Así que fueron creativos.

“Decidimos usar tinte de pelo, algo que no hiciera daño a los animales y convirtiera a los burros en cebras”.

Inicialmente, este esquema funcionó y los niños y adultos acudían en manadas para ver a las nuevas “cebras”.

Los niños estaban tan felices de verlas… Y eso es lo que nosotros queríamos, hacerles felices.

Todavía ahora, tan sólo un año más tarde, hay pocos visitantes. Uno de los burros-cebra ha muerto de causas naturales y el zoológico es un triste surtido de monos y pájaros, gatos domésticos, un solitario y enfermizo lobo, unos pocos zorros, un único león y los restantes burros-cebra.

“Los gastos son elevados”, explica Ahmed Barghoud. “Hemos tenido que poner dinero, una y otra vez, de nuestro bolsillo, porque no tenemos clientes”.

Frustrado y sin ver una solución mientras Gaza siga bajo asedio, Barghoud siente que hay pocas razones para mantener el zoo abierto.

No quiero sacar provecho de este parque. Mis hijos tienen ropa, yo tengo ropa, nosotros tenemos para comer, ¿qué más queremos?. Hacemos esto por los niños que viven bajo ocupación y asedio, para que ellos puedan jugar y ser niños de nuevo, porque lo necesitan.

Este artículo fue publicado originalmente en The Electronic Intifada. Traducido al castellano por Ana Comité para el Centro de Información Alternativa (AIC), Jerusalén.

http://www.alternativenews.org/castellano/index.php/topics/news/2728-ni-animales-ni-visitantes-en-el-solitario-zoo-de-gaza