Manipulación del LIBOR: otro gran escándalo financiero

Por Madison Ruppert, 6 de julio de 2012

Activist Post

El Presidente de Barclays Bank Marcus Agius (izquierda), el Director ejecutivo Bob Diamond (centro) y el Jefe de Operaciones Jerry del Missier (derecha). AFP

La manipulación de la tasa de oferta interbancaria de Londres, o Libor, es un escándalo que a medida que pasan los días va creciendo y se perfila como uno de los mayores, sino el mayor, escándalo financiero de todos los tiempos. Tanto es así, que los 16 billones de dólares concedidos como préstamos de emergencia por la Reserva Federal de Estados Unidos puede parecer una cantidad pequeña.

Para la gente que todavía desconoce lo ocurrido, diremos que en el centro del escándalo se encuentra un banco británico, Barclays, cuyo ex Director General declaró ayer ( por el día 4 de julio) en el Parlamento británico.

El testimonio de Bob Diamond fue casi hasta doloroso. Diamond volvió a insistir en las excusas ya utilizadas de forma reiterada por los delincuentes del sector financiero, que se podría resumir en algo así como: “Fue horrible, pero yo no tengo la culpa”.

El LIBOR es, para decirlo de una forma simple, la tasa de interés a la cual los bancos pueden prestarse el dinero entre ellos. Sin embargo, esto no es algo que sólo afecte a los bancos del Reino Unido. De hecho, el LIBOR se utiliza como un indicador de muy diferentes tipos de interés en el mundo, abarcando una amplia gama de los llamadas “productos financieros”. El LIBOR se utiliza como una indicación aproximada del nivel de confianza entre los bancos, de modo que cuando las tasas de interés suben quiere decir que el nivel de confianza es bajo y la estabilidad financiera incierta.

Uno de los más importante, aunque poco sorprendente, aspectos que rodean el escándalo, se recoge en un correo electrónico que el 29 de octubre de 2008 Diamond envió al entonces Presidente Ejecutivo John Varley. En este correo se dan detalles de una conversación entre Diamond y el Vicegobernador del Banco de Inglaterra, Paul Tucker, que tuvo lugar poco antes, en la que Tucker animó a Diamond a manipular a la baja las tasas del LIBOR.

En una nota enviada por Barclays a la Comisión Especial del Tesoro Público, publicada por The Telegraph el 3 de julio, se revela que: “Después de la llamada, Bob Diamond, transmitió el contenido de la conversación a Jerry de Missier ( por entonces Jefe de Operaciones de Barclays)”.

Sin embargo, en la nota también se dice:

Bob Diamond no cree que recibiera instrucciones por parte de Paul Tucker y diese esas instrucciones a Jerry de Missier. Sin embargo, Jerry de Missier llegó a la conclusión de que la instrucción había sido transmitida por el Banco de Inglaterra para no mantener el LIBOR en niveles tan altos, y por lo tanto transmitió la información en este sentido a los peticionarios”.

Esto es sólo el comienzo. Como señala correctamente Matt Taibbi en su blog de la revista Rolling Stone:

Lo que es peor aún es que en el correo electrónico Diamond sugiere que Tucker sólo cumplía órdenes, es decir, que Tucker había recibido llamadas telefónicas de una “una serie de figuras destacadas de dentro de Whitehall, es decir, del Gobierno británico, expresando preocupación por las altas tasas de interés del LIBOR de Barclays”.

Si esto es verdad, significaría que Tucker fue esencialmente un mensajero del Gobierno británico que transmitió las instrucciones a Diamond para crear la falsa sensación de estabilidad financiera manipulando las tasas de interés de los préstamos.

En el correo electrónico, Diamond dice que en realidad el problema de Barclays es que estaba informando de los datos reales del interés, no del mantenido artificialmente bajo antes de su difusión.

Le pregunté a Tucker si se podía decir la realidad, que no todos los bancos estaban dando las cifras de los valores reales de las transacciones”, escribió Diamond en el correo electrónico.

Tucker, de forma astuta, siguió las instrucciones de Diamond para manipular las tasas de interés, en lo que Taibbi caracteriza como “la manera dolorosamente oblicua de un caballero inglés para tratar de involucrar a una prostituta sin usar palabras malsonantes”.

Tucker dijo a Diamond que “ mientras estaba seguro de que Barclays no necesitaba consejos”, Barclays no tenía por qué informar de las altas tasas ( léase, las reales) como habían hecho hasta ahora.

Diamond sigue diciendo que Tucker indicó que : “No siempre se tenía que dar el caso de que Barclays diese las cifras más altas de interés, como había hecho recientemente”.

Los intentos por parte de Barclays para restar importancia al correo electrónico y descargar la culpa de Diamond y de Messier con ese pasaje en la nota, son simplemente ridículos.

Barclays admite: “algunos operadores trataron de manipular el LIBOR de Barclays mediante el envío de solicitudes de los peticionarios” y que “la mayoría de ellas fueron enviadas entre 2005 a septiembre de 2007 y de forma esporádica en 2008/2009. Ya no hubo solicitudes de los peticionarios a partir de mayo de 2009”.

Sin embargo, según dicen ellos, “ninguna persona del banco tenía conocimiento, por encima del nivel de supervisor, de esta conducta. La alta gerencia no estaba al tanto”.

Se trata de otra ridícula afirmación cuando uno examina realmente los hechos. Uno tendría que leer de forma poco cuidadosa el correo electrónico de Diamond para obtener tal conclusión.

Taibbi, por ejemplo, sospecha que la mención en el correo electrónico de Diamond a Whitehall, podría ser “una parte importante de la defensa en el terreno político por parte de Diamond, lanzando una granada de mano al Gobierno de Su Majestad antes de que fuese asado a la parrilla en el Parlamento”.

Taibbi también señala que por desgracia ( al menos por ahora) la única evidencia que tenemos con respecto a la mención a Whitehall es por parte de Diamond, y “en las circunstancias actuales sus palabras significan menos que nada”.

Esto es especialmente cierto viniendo de un hombre que dijo en 2011 que era el momento de que los bancos dejasen de disculparse por lo que habían hecho. Sin embargo, por lo que sabemos, la conversación entre Diamond y Tucker se produjo, y sabemos que estuvieron hablando sobre las tasas del LIBOR. El único problema es no sabemos hasta dónde alcanza esta cadena.

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Este artículo apareció por primera vez en : End the Lie.

Madison Ruppert es el editor del sitio alternativo de noticias End The Lie, y no tiene afiliación con ONG alguna, partido político, escuela económica u otra organización o causa. Tiene su propio programa de radio de 20:00 a 22:00 horas. Si tiene dudas o comentarios que hacer no dude en ponerse en contacto con él en: admin@EndtheLie.com

Fuente: http://www.activistpost.com/2012/07/libor-mega-scandal-of-all-mega-scandals.html