Por Sayer Ji, 29 de noviembre de 2014
Un reciente estudio publicado este mes en la revista Nature
desafía esa vieja suposición ya centenaria sobre la
patogenicidad innata de esas partículas extremadamente
pequeñas, autorreplicantes, conocidas como virus.
En el estudio, titulado : “Un virus entérico puede reemplazar las funciones beneficiosas de las bacterias comensales”, se describen los descubrimientos de los investigadores, un virus entérico de RNA puede reemplazar las funciones beneficiosas de las bacterias comensales del intestino. Conocido como Norovirus murino (MNV), los investigadores encontraron que infectando con el Norovirus murino a los ratones libres de gérmenes o que habían sido tratados con antibióticos “se restauraba la morfología intestinal y las funciones de los linfocitos, sin inducir ningún tipo de inflamación o de enfermedad”.
Es decir, la infección con MNV compensaba los efectos perjudiciales del tratamiento con antibióticos cuando se había producido lesión intestinal o una infección por bacterias patógenas. Estos datos indican que los virus eucariotas tienen la capacidad de apoyar la homeostasis intestinal y la inmunidad de la mucosa intestinal, de manera similar a las bacterias comensales.
En contra de la creencia común de que los virus son vectores de morbilidad y mortalidad, que hay que deshacernos de todos ellos para evitar daños, este nuevo estudio se suma al creciente número de investigaciones que muestran que nuestro genoma en su 80% es de origen vírico. (Véase, por ejemplo, este artículo: LA FUNCIÓN DE LOS VIRUS EN LA EVOLUCIÓN; MÁXIMO SANDÍN, DPTO. BIOLOGÍA U.A.M. (pdf))
Al informar sobre este nuevo estudio, vale la pena mencionar lo que dice la revista Science Daily: “Estos nuevos resultados son la primera sólida evidencia de que los virus presentes en el tracto gastrointestinal pueden ayudar a mantener la salud y curar un intestino dañado”.
Los resultados de este estudio se pueden resumir de la siguiente manera:
“Se infectó con MNV a ratones que estaban libres de gérmenes y ratones tratados con antibióticos, y se descubrió que la infección desencadenaba la reparación del tejido intestinal dañado por la inflamación, un creciente número de células intestinales con sus funciones restauradas, y el tejido intestinal normalizado. Estos resultados se observaron sólo 2 semanas después de la infección con MNV.
La infección con MNV también ayudó ayudó a restaurar el sistema inmunológico del intestino. Encontraron un aumento de las vías de señalización con interferones, unas proteínas antivirales del tipo 1, lo que sugiere que el virus juega un papel muy importante en el desarrollo de la respuesta inmune.
Los investigadores también documentaron una duplicación en el nivel de células T en la sangre y la detección de anticuerpos en el intestino y en la sangre de los ratones tratados con antibióticos, después de la infección con MNV. Estas observaciones son compatibles con una normalización de la respuesta inmune. Los autores concluyen que la infección viral del tubo digestivo puede ser útil en los casos de que el tratamiento con antibióticos ha diezmado las bacterias intestinales.
El tratamiento con MNV también fue capaz de aumentar la supervivencia de los ratones que habían sido tratados con antibióticos y presentan el perjudicial dextrano sulfato de sodio.
A medida que aumenta nuestro conocimiento de las funciones críticas de los microorganismos, se está produciendo un cambio en el paradigma médico, aunque sólo está en sus comienzos en la práctica clínica. Si nuestra identidad está íntimamente relacionada con los microorganismos, por ejemplo, las bacterias de nuestro cuerpo representan 10 veces más que el número de células y un 99% más de material genético del que se encuentra en el cuerpo humano, el descubrimiento de que los virus presentes en nuestro cuerpo, cuyo número total se denomina viroma, realiza funciones indispensables para el mantenimiento de nuestra salud, la pregunta ahora es cómo contribuyen al desarrollo de algunas enfermedades humanas y diversas patologías
Cómo informaba el artículo de Science Daily, el investigador principal, Ken Cadwell, PhD, de la Universidad de Nueva York, dice:
“Ya sabemos desde hace mucho tiempo que las personas se están continuamente infectado con virus y bacterias, y sin embargo no enferman. Ahora tenemos evidencias científicas de que no todas las infecciones víricas son perjudiciales, sino todo lo contrario, pueden ser beneficiosas para la salud, así como también sabemos que muchas infecciones bacterianas también son positivas para mantener la salud”.
En disonancia con las hipótesis higienistas, las infecciones naturales de la infancia y las posteriores, potencian nuestro sistema inmunológico y ayudan a equilibrar la inmunidad innata (Th1) y la inmunidad adaptativa (Th2), y por lo tanto necesarias para mantener un sistema inmunológico saludable. Las vacunas vienen a romper este equilibrio y pueden estar contribuyendo a una desregulación inmune generalizada, tanto por la supresión de los mecanismos de inmunidad innata, así como por sobreestimulación de la inmunidad adaptativa, lo que contribuye a una autoinmunidad generalizada en las poblaciones expuestas.
A medida que cierta Ciencia y Biología molecular avanza en el conocimiento de la sorprendente relación de nuestro cuerpo con el universo microbiano, nos hacemos una pregunta crucial: el aumento en el número de vacunas que se está publicitando en la actualidad ¿mejora realmente nuestra salud? […]
Para más información sobre las vacuna lea otros artículos que hemos publicado:Why Vaccines Aren’t Paleo y Vaccination Agenda: An Implicit Transhumanism / Dehumanism.
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Este artículo apareció por primera vez en GreenMedInfo.
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Procedencia del artículo:
http://www.activistpost.com/2014/11/why-we-may-need-viruses-more-than.html#more
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