Unas pocas empresas están a punto de hacerse con la mayor parte de nuestro suministro de alimentos

La fusión de dos gigantes agropecuarios podría dificultar la vida de los agricultores de una manera no conocida hasta ahora

Por Tom Philpot, 31 de enero de 2018

motherjones.com

Los Tribunales de Defensa de la Competencia todavía podrían bloquear esta fusión. Organizaciones de campesinos continuarán su lucha para asumir el control de sus semillas y por sus derechos.

Los agricultores, sobre todo los que cultivan soja y maíz y aportan sus productos a nuestro sistema alimentario, se encuentran en una situación difícil. Para obtener las semillas, los herbicidas y los fertilizantes, estos agricultores dependen de un pequeño número de empresas que tienen una enorme influencia para aumentar los precios de estos insumos agrícolas. Y cuando están preparados para comercializar sus cosechas, se enfrentan a un puñado de poderosas empresas que comercian con los cereales y tienen mucha fuerza para mantener bajos los precios.

Estas empresas se están fusionando en nuevas entidades más grandes y poderosas. El Departamento de Justicia de los Estados Unidos está estudiando actualmente una propuesta de fusión entre dos gigantes de las semillas y los plaguicidas, Monsanto y Bayer [Merger], que de aceptarse reduciría aún más las opciones de los agricultores para la compra de los insumos. El gigante del comercio de semillas Archer Daniels Midland está intentando hacerse con el control de su rival Bunge, según dijo recientemente el Wall Street Journal, citando fuentes anónimas.

Ninguna de las dos empresas ha dicho nada, pero los inversores se lo han tomado en serio. El precio de la acciones de ADM han subido un 10% desde que se conoció la noticia, y las acciones de Bunge han subido un 15%.

Si ADM y Bunge se fusionan, esta alianza representará el último episodio de una consolidación en los mercados de productos agrícolas que comenzó en el año 2015, cuando Dow y DuPont anunciaron su intención de fusionarse, creando en última instancia una entidad combinada de semillas y plaguicidas del tamaño de su actual rival en ventas anuales, Monsanto. Desde entonces, el fabricante suizo de pesticidas y semillas Syngenta ha sido adquirido por la gran empresa química ChemChina; otras dos grandes empresas de fertilizantes, Agrium y Potash Corp, se han fusionado en un gigante denominado Nutrien, y por supuesto, Bayer está a la espera de adquirir Monsanto, un acuerdo que aún espera la aprobación de las Agencias de Regulación de Europa y de los Estados Unidos.

Todas estos negocios proveen de aquellos productos agrícolas que los agricultores necesitan para cultivar: semillas, pesticidas y fertilizantes. Al reducirse el número de empresas que los producen debido a las fusiones, se reduce la competencia, lo que supone un empuje de los precios para el resto de empresas fabricantes. Por ejemplo, si Bayer y Monsanto obtienen la aprobación de la fusión, tres empresas controlarán el 60% del mercado mundial se semillas y pesticidas. Un estudio de 2016 realizado por investigadores de Texas A&M descubrió que una fusión entre Monsanto y Bayer aumentaría el precio de las semillas de maíz y soja en torno a un 2%, y las de algodón en torno a un 20%. (También señalaron que en la década de 1960, alrededor de 70 fabricantes de plaguicidas operaban en los Estados Unidos, “pero las fusiones y adquisiciones han conllevado que actualmente sólo sean 8 las grandes empresas multinacionales”).

Lo que hace que el posible acuerdo entre ADM y Bunge sea diferente es el hecho de que también involucra a aquellas empresas que compran los productos a los agricultores y los procesan para obtener piensos para el ganado, ingredientes alimentarios y biocombustibles, así como para servir de intermediarios en los mercados de exportación de cereales. El mercado del comercio de cereales, ha estado estrechamente controlado durante décadas por unas pocas empresas, conocidas como ABCD, como ADM, Bunge, el gigante estadounidense Cargill (la empresa privada más grande de los Estados Unidos), y Louis Dreyfus Company, con sede en los Países Bajos.

Los productores estadounidenses de maíz, y los principales productores mundiales de este alimento para el ganado, compran esencialmente a tres empresas: ADM, Cargill e Ingredion (anteriormente Corn Products International). Controlan el 87% del mercado, según un estudio de 2014 realizado por la socióloga Mary Hendrickson, de la Universidad de Missouri. Hendrickson halló que en lo que se refiere a la soja que se cultiva en los Estados Unidos, también el mayor productor mundial de soja, ADM y Bunge son los dos principales compradores. Junto con Cargill y Ag Processing, con sede en Nebraska, procesan el 85% de la soja cultivada en los Estados Unidos.

Los defensores de los agricultores dicen que reducir el número de empresas en el mercado significa más presión sobre los precios de los cultivos para los agricultores, que ya están soportando el quinto año consecutivo de bajos precios en el maíz y la soja. Los mercados de cereales tienen un carácter mundial: los agricultores estadounidenses de maíz y soja compiten con sus homólogos de todo el mundo, sobre todo de Brasil, donde la producción de soja ha aumentado a unos niveles cercanos a los de los Estados Unidos en los últimos años y la producción de maíz se ha disparado. Mientras que ADM es el principal actor en los mercados de cereales de los Estados Unidos, Bunge es el rey en Brasil, especialmente en el procesamiento de la soja. Según Reuters, Bunge procesa el 27% de la soja brasileña, mientras que ADM posee un relativamente pequeño 10%. Una bestia de dos cabezas que se cierne sobre las dos regiones de producción de cereales más importantes del mundo, que de fusionarse tendrían aún más poder para obligar a los agricultores estadounidenses y brasileños a competir entre sí, haciendo bajar aún más los precios.

En una nota dirigida a sus clientes, Seth Goldstein, que informa sobre la situación de los negocios agrícolas para la empresa de inversiones Morningstar, escribió que las autoridades antimonopolio de los Estados Unidos y Brasil probablemente forzarían a la empresa a vender activos que se superponen en los respectivos países. Aún así, dijo: “La fusión de ADM y Bunge probablemente crearía el mayor comerciante y procesador de cereales de ambos continentes”, señalando a América del Norte y del Sur.

Phil Howard, profesor de la Universidad del Estado de Michigan, que estudia la consolidación empresarial en el sistema alimentario, compara la situación con otro sector agropecuario muy consolidado: la carne. Hay enormes empresas, como Smithfield, que cría cerdos que luego transforma en carne de cerdo usando los suyos propios, lo que se conoce como “suministro cautivo”, para completar comprando a ganaderos externos. Cuando el precio de los cerdos sube por encima de lo que estima Smithfield, la empresa simplemente sacrifica sus cerdos, lo que reduce el precio que los ganaderos independientes pueden obtener.

En un correo electrónico, Howard calificó la posible fusión AMD y Bunge como “el equivalente de los suministros cautivos de los procesadores de carne, pero referido al mercado mundial de cereales”.

Si pensamos que Bayer-Monsanto [Merger] es una fusión infernal, ahora nos enfrentamos a la verdad”, dijo Joe Maxwell, director ejecutivo de la Organización para Mercados Competitivos, un grupo con sede en Lincoln, Nebraska, que se ocupa de las cuestiones antimonopolio en los mercados agrícolas. “Con la concentración de los insumos agrícolas y de la compra de los cultivos, simplemente los agricultores van a ser echados de los mercados”.

Tom Philpott es periodista que se ocupa de la sección de alimentos y agricultura de Mother Jones.

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