Por Brandon Turbeville, 24 de diciembre de 2011
Activist Post
Recientemente el anuncio de una compañía de Biotecnología del Reino Unido, Oxitec, ha causado un gran revuelo en algunas comunidades de Florida. Esto se debe a que Oxitec planea la liberación de entre 5.000 a 10.000 mosquitos modificados genéticamente en los Cayos de Florida, probablemente cerca de Key West Cemetery. El experimento se publicita como un intento de erradicar enfermedades trasmitidas por los mosquitos, en particular la fiebre del dengue.
Estos mosquitos han sido modificados genéticamente para que dependan de la tetraciclina, un antibiótico, y el objetivo es que los machos se apareen con las hembras existentes en el medio y trasmitan esta dependencia de la tetraciclina a la descendencia, muriendo con posterioridad. La hipótesis es que toda una generación de mosquitos morirán en el proceso.
Los opositores a la modificación genética, y muchas personas de la zona de Florida, se plantean muchas dudas sobre las consecuencias de este experimento.
Por ejemplo, Eric Hoffman de Amigos de la Tierra se pregunta: “¿Cuáles son los riesgos ecológicos de los mosquitos transgénicos liberados, incluido el riesgo de perturbación de la cadena trófica o la ocupación del nicho ecológico vacío por otros insectos más peligrosos en lugar de Aedes aegypti (el mosquito al que se asocia con la transmisión del dengue)? “. Lo cierto es que no se conocen a ciencia cierta los efectos de la liberación al entorno natural de los mosquitos modificados genéticamente.
Incluso si el experimento tuviera éxito, ¿cuál sería el efecto de la erradicación de toda una población de mosquitos? Los mosquitos son una fuente de alimentos para muchos tipos de peces, aves y otros insectos, y su ausencia en la cadena alimentaria dejaría una brecha muy importante para los seres vivos que dependen de ellos para su sustento. Al final, no sabemos qué pasaría en la cadena alimentaria si Aedes aegypti es eliminado de los ecosistemas.
No sólo eso, sino que la erradicación de este mosquito podría provocar la invasión de otras especies que podrían ser incluso más peligrosas para la salud humana. Por ejemplo, el mosquito tigre asiático, considerada una de las especies de mosquito más invasora en todo el mundo, se sabe que es portador del virus de la fiebre del dengue, así como del virus del Nilo. ¿Cuál sería el resultado de una invasión de mosquitos tigre en el sur de Florida? Un programa de erradicación del Aedes aegypti quizás nos podría dar la respuesta.
Otro riesgo del experimento de Oxitec es el riesgo potencial de liberar hembras transgénicas al medio, que son las que pican a los seres humanos. Oxitec afirma que su población de mosquitos transgénicos es sólo de machos, sin embargo existe la posibilidad de que se liberen hembras también.
Como dice Hoffman: “La clasificación de los mosquitos se lleva a mano y podría haber un error de hasta un 0,5% de insectos hembra liberados. Esto plantearía un riesgo para la salud humana, ya que las personas podrían ser picadas por mosquitos transgénicos. También podría obstaculizar los esfuerzos para limitar la propagación de la fiebre del dengue”.
Además, el hecho de que los mosquitos modificados genéticamente hayan sido preparados para que mueran en ausencia de tetraciclina también supone un problema. La tetraciclina es un antibiótico de uso muy común en la producción agrícola y el tratamiento de aguas residuales. Por lo tanto, si hubiera algún tipo de contaminación de una zona con este antibiótico, y si los niveles existentes fueran lo suficientemente altos, la población de mosquitos transgénicos podría persistir y coexistir con la población natural de mosquitos.
Si estos mosquitos sobreviven el tiempo suficiente, es posible que desarrollasen y transmitiesen los rasgos que les permitiese sobrevivir, incluso en ausencia de tetraciclina, creando así el efecto contrario al objetivo declarado del experimento. En efecto, ¿quién sabe cuáles son los niveles de tetraciclina existentes en el área de Florida, donde estos mosquitos van a ser liberados? ¿Alguna vez se han contabilizado?
¿Y estamos seguros de que estos mosquitos se mantengan dentro de los límites previstos por Oxitec? E incluso se podría llegar a pensar si la fiebre del dengue podría evolucionar y volverse más virulenta y mortal como consecuencia de la liberación de los mosquitos transgénicos. Como dice Hoffman:
“También existe la preocupación sobre la posibilidad de que el virus del dengue evolucione y se haga más virulento en respuesta a la introducción de mosquitos modificados genéticamente. Lo cierto es que es muy difícil predecir el comportamiento dentro de un sistema extremadamente complejo. Se necesitan un mayor número de investigaciones sobre las potenciales consecuencia de introducción el medio de mosquitos transgénicos.
Los investigadores no saben como sobre la correlación existente entre los niveles de población de Aedes aegypti y la infección por dengue en los seres humanos. De acuerdo con un artículo publicado en Science en 2002, la densidad de las poblaciones de Aedes aegypti tiene poca correlación con las tasas de infección en humanos. Esto se debe al hecho de que los mosquitos persisten y transmiten con eficacia el virus del dengue incluso con densidades de población muy baja, ya que preferentemente y con frecuencia pican a los humanos. Además, la eventual introducción de mosquitos transgénicos podría conducir a aumentar la supervivencia del virus del dengue y por lo tanto, existir mayor riesgo de infección humana.
Los enormes costes de estos métodos de erradicación y su alta rentabilidad para empresas como Oxitec, también plantea preguntas acerca de este método de erradicación de los mosquitos de Florida.
Debido a que los mosquitos se reproducen de forma continua, sería preciso liberar de forma continua mosquitos transgénicos en un área determinada, allí donde se pretende su erradicación. Sin embargo, Oxitec no asegura que la liberación continua de mosquitos transgénicos lleve a un colapso de la población natural, ya que los machos transgénicos sólo tienen un éxito del 50% de aparearse con un mosquito natural, de acuerdo con los datos proporcionados en un estudio anterior con un mosquito transgénico en las Islas Caimán. La verdad es que nadie sabe con certeza los resultados de la liberación continua, o una sola vez, de estos mosquitos al medio.
Es por esta razón que habría que liberar mosquitos cada pocos meses e incluso cada pocas semanas. Oxitec ha sugerido que para que el proyecto se lleve a cabo de forma adecuada, hacen falta por los menos 100 millones de mosquitos. La liberación continua de mosquitos transgénicos como parte de un programa de erradicación de las enfermedades transmitidas por mosquitos convierte a una comunidad en cliente de Oxitec y debe pagar de forma repetida a esta empresa, ya que estos mosquitos están patentados.
Desde el punto de vista de Oxitec, la liberación de mosquitos transgénicos es una forma de hacer dinero. Sobre todo porque hay que liberar mosquitos una y otra vez a fin de mantener baja la población de mosquitos naturales. Si un país, un Estado o una Comunidad decide suspender los pagos a Oxitec, o se dejasen de liberar mosquitos transgénicos, es probable que se produjese un rebote en la población de mosquitos naturales y ello podría aumentar la prevalencia de la enfermedad.
De acuerdo con Eric Hoffman, Oxitec no ha dicho nada en lo relativo a qué pasaría si se dejan de liberar mosquitos transgénicos al medio después de que hubiese comenzado el proyecto.
Si los Gobiernos están realmente preocupados por la prevalencia de las enfermedades transmitidas por los mosquitos, se deben echar un vistazo a otros métodos de probada eficacia para reducir la transmisión de enfermedades.
En algunas comunidades se llevan a cabo programas educativos, que van desde el uso de mosquiteros tratados con insecticida, las cortinas, o poner tapa a los recipientes de agua; todo ello tiene un efecto significativo en la reducción de poblaciones de Aedes aegypti y, por tanto, se reduce el potencial de transmisión de la enfermedad de la fiebre del dengue.
Mientras que los métodos antes mencionados de prevención de enfermedades conllevan sus propios riesgos (exposición constante a insecticidas, etc), el riesgo relacionado con la liberación de mosquitos transgénicos en un entorno abierto y natural presenta un panorama más aterrador. Esto se debe en gran parte porque se desconocen los efectos adversos que puede tener en el entorno local o incluso ecosistemas más amplios.
Es preciso que se nos oiga, antes de que estas criaturas artificiales sean soltadas a los hábitat naturales.
Brandon Turbeville es un periodista de Mullins, Carolina del Sur. Está licenciado por la Universidad Francis Marion, donde obtuvo un premio como estudiante universitario. Ha publicado numerosos artículos sobre temas relacionados con la salud, la economía, las libertades civiles. Es autor de Codex Alimentarius, el fin de la libertad en materia de salud.
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