GMWatch, 11 de mayo de 2014
Imagen: http://sustainablepulse.com/2014/05/11/must-face-harm-caused-imported-gm-soybeans-1-3-billion-chinese-people/
Un artículo publicado recientemente por Mi Zhen-yu, Exvicepresidente de la Academia Militar China de las Ciencias, causó un gran impacto en China. El artículo advierte de los peligros para la salud del consumo de la soja transgénica.
Este es un resumen del artículo de Mi Zhen-yu, traducido al inglés por Chen-I-wan, consejero del Committee of Disaster History, Asociación para la Prevención de Catástrofes de China, y del Comité de Predicción de Riesgos Naturales, de la Sociedad Geofísica de China.
Por lo que se dice, los chinos, al igual que los estadounidenses, están lejos de ser un ejemplo de buena salud, algo que los grupos de presión de los transgénicos omiten cuando dicen que se han consumido grandes cantidades de transgénicos sin que eso haya tenido un efecto adverso sobre la salud. Mi Zhen-yu dice que la salud en China ha empeorado de forma acusada en los últimos años, y de ello no hay que excluir el consumo de la soja transgénica.
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Debemos abordar el daño causado a 1.300 millones de personas por la importación de la soja transgénica
Chen I-wan, 11 de mayo de 2014
http://blog.sina.com.cn/s/blog_4bb17e9d0102edhg.html
[Resumen]
“Debemos afrontar el daño causado por la importación de la soja transgénica a 1300 millones de personas”, decía Mi Zhen-yu en el Periódico de Tecnología y Ciencia el pasado 25 de abril de 2014. Este periódico está publicado por el Ministerio de Ciencia y Tecnología de China, fundado en 1992.
El artículo hace hincapié: “En el año 2013, China importó 63,38 millones de tonelada de soja transgénica, procedente de Estados Unidos y otros países. La mayor parte de esta soja transgénica importada se utiliza en la producción de aceite de soja ( que recibe el nombre de Golden Fish). El aceite obtenido a partir de la soja transgénica, que es muy utilizado, no por su calidad sino por su bajo precio, ha dominado rápidamente el mercado del aceite para uso alimentario en China, cubriendo la mayor parte de la demanda de los restaurantes y otros comercios. La presencia de residuos de glifosato en el aceite de soja transgénica, que se consume al menos tres veces al día, penetra en el cuerpo de los niños de las escuelas primaria y secundaria, estudiantes universitarios, profesores, empleados y soldados del ejército chino, funcionarios públicos y otros consumidores. A lo largo de estos últimos 20 años la salud de los chinos ha empeorado rápidamente, con la aparición de varias enfermedades. La situación es alarmante. La salud pública nacional de China ha sufrido un rápido deterioro. Entre los factores: la contaminación del agua y otros factores, entre los que no se debe olvidar el daño producido por la soja transgénica. Asegurar la completa inocuidad de los alimentos es una firme tarea del Estado. Es una cuestión de salud humana y vida, sobre lo que no caben los titubeos. Es tiempo de desmontar las trabas en la información sobre los transgénicos. Los departamentos afectados deben realizar investigaciones epidemiológicas, y afrontar la realidad, controlar los riesgos, atenerse al principio de precaución y adoptar medidas eficaces para asegurar la vida y la salud de las personas.
Mi Zhen-yu, Exvicepresidente de la Academia Militar de Ciencias, es doctor y teniente coronel, representante en el 8º Congreso Nacional de Pueblo y miembro del Comité Político del 9º Comité Consultivo Nacional de Pueblo.
Este artículo envía un mensaje claro, señalando los daños producidos por el glifosato, los transgénicos y el aceite extraído de la soja transgénica, algo que va ganando cuerpo entre los ciudadanos de China, entre los profesionales de varios campos, incluyendo personal militar.
(Nota: Chen I-wan es traductor, consejero de la Asociación para la Prevención de Catástrofes de China y Consejo del Comité de Predicciones de Riesgos Naturales, de la Sociedad Geofísica de China).
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