Por Jon Rappoport, 10 de abril de 2013
Ya no se trata de un goteo del grifo, ni de una pequeña vía de agua. Es una inundación. Estoy hablando de la crítica a la Ingeniería Genética desarrollada por Monsanto y aplicada a la producción de alimentos.
Durante los últimos 20 años, científicos independientes han llevado acabo estudios que muestran los peligros de los transgénicos, y finalmente The New York Times también se ha unido a una creciente multitud.
Mark Bittman, columnista de temas de alimentación de la revista Times habla de la decepción creada por la Ingeniería Genética. Titulaba a su columna del 2 de abril: “¿Por qué necesitan protección los transgénicos?. Y decía:
“La Ingeniería Genética ha decepcionado a muchas personas que habían puesto grandes esperanzas en ella”.
Se acabó la fiesta. Apaguen las luces.
Bittman lo explica: “…La Ingeniería Genética, o por decir más correctamente, la Ingeniería Transgénica – un gen de otra planta, bacteria o animal es introducido en una planta con la esperanza de mejorar la carga genética natural- ha resultado decepcionante”.
Pero por si esto no fuera suficiente, Bittman lo señala con mayor detalle: “En los casi 20 años que se lleva aplicando la Ingeniería Genética en la agricultura se han producido dos éxitos notables, con otros que no lo son tanto. El desarrollo de cultivos resistentes al herbicida Roundup de Monsanto, y los cultivos Bt que desarrollan su propio insecticida. Los primeros han fracasado: aparición de malas hierbas resistentes a Roundup; los segundos también muestran signos de fracaso: los insectos también desarrolla resistencia a la toxina Bt insertada en la planta – una toxina bacteriana- antes de que se puedan presentar nuevas variedades”.
Bittman señala que la resistencia de las supermalezas es algo evidente: los científicos que llevaron a la práctica la Ingeniería Genética desde sus inicios no pensaban que el tratamiento de las plantas con Roundup iba a producir el fracaso de esta tecnología, sin evitar lo que querían evitar. Las malas hierbas no se extinguen, sino que se hacen resistentes y prosperan.
“El resultado es la mayor crisis en la Agricultura del monocultivo, que representa el 90% de toda la soja, el 70% del maíz que se cultiva con semillas Roundup Ready, y radica en la incapacidad del glifosato (ingrediente activo de Roundup) para un control de las malas hierbas, y por el contrario una docena de ellas ya han desarrollado resistencia”.
Así que como las malas hierbas han desarrollado resistencia e inmunidad a los herbicidas, los insectos perjudiciales que se pensaba iban a ser eliminados por la toxina Bt de Monsanto siguen proliferando.
Hace 5 años era impensable que The New York Times expresase de forma tan clara un rechazo a la tecnología de los transgénicos. Ahora “todo el mundo lo sabe”, y considera que ya no tiene sentido ocultar esta información por más tiempo.
Desde luego si fuera un diario más crítico presentaría esta información en primera página, mostrando el enorme fracaso, el enorme fraude que hay detrás de los transgénicos, y posiblemente vería que el número de lectores aumenta.
Los editores lo entienden bien. Sueltan la liebre tratando de que los investigadores, que antes se mostraban reticentes frente a las Corporaciones y los Gobiernos, saquen a la luz la información que han estado reteniendo: las prácticas de Monsanto, de sus socios en el Gobierno, la falsificación de datos, etc.
La FDA ( Agencia de Alimentos y Medicamentos) y la USDA ( Departamento de Agricultura de los Estados Unidos) tratarán de explicarse de una forma y otra, pero habrá personas que tratarán de mostrar las cosas de otra manera: la ocultación y mentiras de estas dos agencias gubernamentales. Y una vez que se hable claramente de los peligros para la salud humana y los peligros causados por los trasngénicos ocupará un lugar central, y eso de que “nadie se ha puesto enfermo por consumir alimentos transgénicos” se esfumará en el aire.
Bueno quizás nos digan: “Nunca se ha probado que sean peligrosos para la salud”, sin embargo estaremos seguros de que “sabían que había problemas desde el primer momento”. Sí, The New York Times puede producir este cambio. Pero quizás no lo haga, por dos razones: la primera, considera a la Agroindustria como demasiado grande como para fracasar. Actualmente existe en los Estados Unidos una enorme superficie cultivada con transgénicos, y se produciría una hecatombe de consecuencias impredecibles. Y en segundo lugar, The New York Times ve en la Industria de la Ingeniería Genética una forma de extender la globalización por todo el planeta.
La centralización de la cadena alimentaria en unas pocas manos significa que la población va a comer de acuerdo con los dictados de unos pocos hombres, que la redistribución de los recursos básicos va a estar controlada; eso es lo que conlleva la globalización:
“Es algo que está muy bien… por aquí vivimos bien, un poco más allá ya no tan bien y los más alejados ya ni siquiera viven”.
Pero ésta es nuestra opinión. No se preocupe y sea feliz.
Jon Rappoport ha escrito “The Matrix Revealed y “Salida de la Matriz”. Jon ha sido candidato a un escaño en el Congreso de los Estados Unidos por el Distrito 29 de California. Candidato al Premio Pulitzer, lleva trabajando como periodista de investigación desde hace 30 años, escribiendo artículos de política, medicina, salud.
Fuente: http://www.activistpost.com/2013/04/even-ny-times-is-now-rejecting-monsanto.html#more