El SMC se niega a publicar el derecho de réplica de los autores de un estudio sobre el maíz NK603
El Science Media Centre del Reino Unido (SMC) ha difundido una serie de informaciones un tanto denigrantes sobre los expertos que han realizado un nuevo estudio en el que se mostrarían profundas diferencias moleculares entre el maíz transgénico NK603 y su pariente más cercano no transgénico.
El problema es que los expertos seleccionados por el SMC aparentemente han considerado los hechos de una forma errónea. Es algo comprensible dada la excesiva rapidez que se han dado en recopilar, publicar y distribuir la crítica la misma mañana en la que se publicaba el estudio en la revista. Pero no es una excusa válida de aquellos que quieren dar una información precisa, basada en evidencias, dirigida al público y los responsables políticos.
Dos de los autores del estudio original, el Dr. Michael Antoniou y el Dr. Robin Mesnage, enviaron un correo electrónico con sus respuestas a las críticas de los expertos del SMC, señalando que contenían inexactitudes objetivas y tergiversaciones del documento. Pidieron educadamente que el SMC publicara las respuestas en la misma página web en la que apareció la crítica a su estudio.
Pero Tom Sheldon del SMC se ha negado a hacerlo: “Me temo que no podemos publicarlas, pues si no esto se acabaría convirtiendo en un foro de discusión para los científicos, algo que no es”.
Con otras palabras, el SMC se niega a ofrecer el derecho de réplica a aquellos cuyo trabajo se ve tergiversado o difamado. Esto confirma nuestra visión, ya desde hace tiempo, de que el SMC es un organismo que sacrifica la exactitud científica en favor de la defensa y promoción de los cultivos transgénicos y sus herbicidas asociados, junto con otros productos industriales de riesgo y controvertidos.
No es algo sorprendente, dado que el 70% de la financiación que recibe el SMC proviene de la Industria.
Para aquellas gentes y periodistas que estén interesado en la exactitud científica, a continuación recogemos las respuestas de los científicos a las críticas de SMC. Estas respuestas han sido ampliamente distribuidas por correo electrónico y las ofrecemos aquí con el permiso de los autores.
El Dr. Michael Antoniou y el Dr. Robin Mesnage responden a la “Reacción del análisis multiómico del maíz transgénico NK603 publicado en Scientific Reports”, críticas recopiladas por el Science Media Center.
El Dr. Dan MacLean, Jefe de Bioinformática en el Laboratorio de Sainsbury, dijo:
– “Uno de los grandes problemas de este análisis es que los materiales fueron recogidos en condiciones potencialmente muy diferentes: en diferentes partes de la misma finca, composiciones químicas potencialmente diferentes en el suelo, diferentes contenidos de agua, diferentes elevaciones del terreno, exposiciones y temperaturas. Bajo condiciones de laboratorio estrictas, el metaboloma y el proteoma son muy variables y las estadísticas presentadas aquí no controlan ni de cerca esos factores.
Son muchos los factores que podrían estar afectando a la expresión y los diferentes niveles en las plantas y no se presentan estadísticas de exploración y control. El análisis viene a decir que “todo es igual, vamos a hacer las pruebas”, y luego utilizan las de menor potencia. Se requiere un modelado estadístico mucho mejor para permitir que se pueda atribuir cualquier cambio de proteínas/metaboloma a cualquiera de las variables experimentales supuestamente bajo prueba.
Esto tiene el efecto de tomar una discutible serie de decisiones. No se puede llegar a unas conclusiones claras, y ciertamente no en base a los valores de p. Por lo tanto, no se podía esperar que todos los análisis mostraran con claridad unos determinados patrones debido al considerable ruido de las muchas cosas que están cambiando”.
El Dr. Michael Antoniou y el Dr. Robin Mesnage responden:
– Dan MacLean afirma que diferentes condiciones de crecimiento podrían explicar las diferencias encontradas entre los cultivos transgénicos y los no transgénicos. Sin embargo, esto sugiere que no ha leído con suficiente detenimiento el artículo, ya que en la sección Materiales y Métodos declaramos que todos estos factores fueron controlados cuidadosamente, minimizando así la posibilidad de que contribuyeran de manera significativa a los cambios observados en los cultivos transgénicos. El tipo de suelo en todo el área de cultivo era el mismo, como se muestra en el análisis de suelos en los datos complementarios que se pueden consultar en la red (Archivo Adicional 1). Las distintas parcelas en las que se cultivaron los distintos cultivos no estaban lo bastante espaciadas como para presentar diferencias significativas de nivel, contenido de agua, distinta exposición o temperaturas.
También minimizamos la posibilidad de que diferentes temporadas de crecimiento influyeran en las diferencias. Como se menciona en nuestra artículo, “las modificaciones observadas en la comparación entre el maíz transgénico NK603 al que se le aplicó el herbicida Roundup, el maíz NK603 sin usar este herbicida y el maíz isogénico de control, estuvieron altamente correlacionadas entre los dos cultivos realizados durante en dos temporadas diferentes”.
Sin embargo, aunque nuestro diseño experimental haya tenido en cuenta el efecto de la temporada de cultivo, se necesitarían más experimentos bajo diferentes condiciones para determinar la gama completa de los efectos debidos al proceso de transformación transgénica en este tipo de maíz.
Dan MacLean cuestiona los métodos analíticos estadísticos utilizados. Sin embargo, estos métodos se vienen utilizando durante décadas para explorar la importancia de las diferencias observadas en la investigación biomédica. Es muy conocido que se pueden cometer errores al utilizar estadísticas de bajo poder cuando un estudio está midiendo múltiples variables y es por esta razón que se ajustaron los valores de p utilizando el método multiprueba de Benjamini-Hochberg para una cantidad elevada de comparaciones.
La investigación que hemos emprendido utilizando estos métodos estadísticos de perfil molecular y analítico establecen con certeza las diferencias biológicas entre el maíz transgénico y su contraparte no transgénica, considerando:
1) las vías bioquímicas afectadas en las plantas
2) los dos cultivos de maíz
3) los estudios previamente publicados.
Los resultados de estos análisis fueron muy consistentes y sólidos.
No está claro a qué se refiere con “variables experimentales supuestamente bajo prueba”, porque de hecho sólo una variable experimental estaba sometida a examen: el efecto del proceso de transgénesis en este tipo de maíz.
Nuestro experimento ha establecido diferencias biológicas entre el cultivo transgénico y los tipos de maíz no transgénico probados, incluyendo los elevados niveles de poliaminas potencialmente tóxicas (putrescina y cadaverina) en el maíz transgénico. Sin embargo, los efectos toxicológicos sobre el consumidor están fuera del alcance de nuestro estudio, como se indica en el documento.
El Dr. Joe Perry, ex Presidente del Panel Científico sobre Transgénicos de la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA), dijo:
– “En contraste con el análisis de la composición, que se hace para cada aplicación, según indicación de la EFSA, lo que implica pruebas de campo con réplicas adecuadas, este estudio parece haberse realizado con parcelas únicas sin réplicas.
Por lo tanto, no es posible decir con certeza si las diferentes señaladas se deben a diferencias entre los tratamientos o diferencias entre los dos campos utilizados ( o dos parcelas dentro del mismo campo).
En otras palabras, los principios básicos del diseño experimental parecen no haberse seguido. Por esta razón se puede decir que se trata de un estudio científico incompleto.
Más detalles sobre la realización de experimento serían útiles para confirmar o no esta impresión inicial”.
El Dr. Michael Antoniou y el Dr. Robin Mesnage responden:
– Lo que dice Joe Perry cuando afirma que nuestro estudio se realizó con parcelas únicas, sin réplica, es incorrecto. En realidad fueron dos los cultivos de maíz durante dos temporadas de cultivo distintas, y los resultados fueron consistentes en ambos casos, tal como se presentan.
Los análisis de composición de los cultivos transgénicos efectuados por las empresas productoras de transgénicos y presentados a las Agencias de Regulación para su aprobación y comercialización son muy superficiales, observando elementos importantes, tales como las proteínas totales, los carbohidratos y las grasas. No examinan los tipos de proteínas o metabolitos que están presentes, sin embargo, estos factores pueden determinar si un cultivo transgénico es sustancialmente equivalente a un cultivo no transgénico y seguro para su consumo.
Como se explicó en la respuesta a Dan MacLean, las diferencias entre los campos en los que se cultivaron las variedades de maíz fueron controladas y, por tanto, no fueron un factor determinante para explicar las diferencias en el maíz transgénico.
Profesor Johnjoe McFadden, Profesor de Genética Molécular en la Universidad de Surrey, dijo:
– “El estudio científico es correcto allí hasta donde llega. Pero el análisis no hace hincapié en la insuficiencia del principio de equivalencia sustancial. ¿Cuál es la consideración de equivalente? Si se realiza un análisis detallado en base a cualquier cambio en un organismo, se detectará un nivel de cambio: los organismos son muy sensibles y, por ejemplo, se producen cambios similares cuando son tratados con plaguicidas y herbicidas o cuando son atacados por plagas.
Es de esperar que prácticamente cualquier perturbación en un organismo generará una respuesta que puede ser detectada mediante estas poderosas técnicas, eso es después de todo lo que hace la vida.
Así que todo lo que muestra es que la transgénesis, los plaguicidas, los herbicidas, la sequía, la depredación, o incluso el crecimiento en un campo diferente, podría provocar una respuesta por parte del organismo. Si los cultivos transgénicos se prohibieran por estos motivos, entonces todos los pesticidas, herbicidas, y de hecho cualquier cosa que provoque un cambio, también debieran prohibirse”.
El Dr. Michael Antoniou y el Dr. Robin Mesnage responden:
– “Johnjoe McFadden parece decir que nuestro análisis es demasiado detallado, pero los métodos empleados se encuentran a la vanguardia de los estudios científicos y son muy utilizados en investigación y diagnóstico. Es incorrecto sugerir que las diferencias por el uso de herbicidas y pesticidas podrían ser responsables de los cambios en el maíz transgénico, ya que estos factores se tuvieron en cuenta. Nuestro análisis reveló, efectivamente, un efecto como resultado de la aplicación del herbicida Roundup en el maíz transgénico tolerante a este herbicida, pero este factor no estableció una diferencia tan grande como el propio proceso de transgénesis (ve figura 2 de nuestro artículo).
Además, se realizó un análisis detallado de los residuos de plaguicidas en el maíz transgénico y en el maíz no transgénico (archivo adicional 2) y se encontró que no había rastros por encima de los niveles de detección. No hubo diferencias en el uso de pesticidas o fertilizantes entre el maíz transgénico y el no transgénico, excepto que el herbicida Roundup se aplicó a un cultivo del maíz transgénico, de acuerdo con la forma de cultivo para este tipo de maíz. Por lo tanto, las diferencias observadas en el maíz transgénico no pueden atribuirse al uso o presencia de pesticidas.
Sin embargo, aunque la relevancia toxicológica de las diferencias no está clara, lo que sí está claro es que el uso de estas herramientas de perfiles moleculares permite una mejor comprensión de la composición de las plantas modificadas genéticamente y, por lo tanto, podrían mejorar la evaluación del riesgo de los efectos no genéticos de la modificación genética. De hecho, los ingenieros genéticos no pueden controlar o predecir los efectos de la ingeniería genética en las plantas y actualmente no se miden a nivel molecular”.
“Un análisis multiómico integrado del maíz transgénico tolerante a Roundup NK603 revela trastornos del metabolismo causados por el proceso de modificación”, por Robin Mesnage et al., publicado en Scientific Reports a las 10 horas del lunes 19 de diciembre”.
http://www.nature.com/articles/srep37855
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