Por Claire Robinson, 10 de junio de 2025
gmwatch.org
La Asociación Europea de la Industria sin OGM (ENGA) y el Proyecto sin OGM, la principal organización de etiquetado de OGM de Norteamérica, han publicado un informe conjunto que arroja luz sobre la realidad del mercado de los nuevos transgénicos. A pesar del bombo publicitario y la presión política para desregular estos cultivos modificados genéticamente, el informe concluye que solo se cultivan tres nuevos transgénicos y que ninguno de ellos ha contribuido a los objetivos de sostenibilidad.
La conclusión principal del informe es clara: aquellos en la industria alimentaria que deseen producir sin transgénicos aún pueden, y deben, seguir haciéndolo. No hay una avalancha de nuevos transgénicos en el mercado mundial. Actualmente solo se cultivan tres nuevos transgénicos: dos variedades de maíz, cultivadas en EE. UU., resistentes a insectos y herbicidas, y un tomate con mayor contenido en GABA, destinado a reducir la presión arterial, cultivado en Japón. Actualmente se están desarrollando 49 nuevos cultivos transgénicos y dos de los primeros ejemplos ya se han retirado debido a su fracaso comercial.
«A pesar del bombo publicitario, las pruebas de nuestro informe son abrumadoras: los nuevos transgénicos son solo una promesa y están lejos de ser una realidad en el mercado», afirmó Heike Moldenhauer, secretaria general de ENGA. «Además, a pesar de las afirmaciones generalizadas, ni un solo nuevo transgénico actualmente en el mercado cumple las promesas de sostenibilidad, una de las principales razones por las que sus defensores están presionando para que se desregulen».
Este informe, el primero de una serie de informes anuales destinados a informar a los sectores de la alimentación y la alimentación animal sobre los principales avances de los nuevos transgénicos, revela lo siguiente
* Solo se cultivan tres nuevos cultivos transgénicos en todo el mundo: dos en Estados Unidos y uno en Japón.
* Muchos de los 49 cultivos «en desarrollo» han sido autorizados para su comercialización, especialmente en Estados Unidos, pero en realidad no se cultivan.
* Ninguno de los nuevos transgénicos en desarrollo aborda la resiliencia climática o la pérdida de biodiversidad, y solo dos muestran potencial para la tolerancia a la sequía o la sal.
GMWatch señala que, si bien los «nuevos transgénicos» son realmente nuevos en el sentido de que son una segunda generación de transgénicos que siguen a la primera generación de soja y maíz transgénicos tolerantes a herbicidas y con insecticida Bt, las técnicas utilizadas para producirlos existen desde hace muchos años. La herramienta de edición genética CRISPR demostró por primera vez su eficacia en plantas en 2013, y la herramienta posteriormente denominada TALENs se describió en 2009-2010. Es mucho tiempo para esperar a que una nueva tecnología produzca algo útil.
Comentando el historial de fracasos de los nuevos transgénicos, Hans Eisenbeis, director de Misión y Mensajes del Proyecto No OGM, dijo: «Los esfuerzos por lanzar la próxima generación de plantas OGM utilizando tecnologías de edición genética como CRISPR simplemente no están despegando, a pesar de las regulaciones permisivas (como las de EE. UU.), las exageradas afirmaciones de sostenibilidad y los miles de millones de dólares en inversión pública y privada».
Este informe pone de relieve los cambios en el desarrollo de los nuevos transgénicos en comparación con sus antiguos homólogos. Mientras que la aplicación de la antigua ingeniería genética se centraba en gran medida en cuatro plantas —soja, maíz, colza y algodón— utilizadas como piensos, ingredientes de alimentos procesados, combustible o ropa, el espectro de aplicación de los nuevos transgénicos es mucho más amplio. Con la nueva ingeniería genética, las empresas están trabajando en una variedad de plantas destinadas al consumo humano directo.
Los desarrolladores de nuevos transgénicos se han diversificado: mientras que los antiguos transgénicos eran producidos y comercializados principalmente por los «cuatro gigantes genéticos» Corteva, Bayer, BASF y Syngenta, ahora son muchas las empresas que participan en el desarrollo de nuevos transgénicos, al igual que los institutos estatales. Este informe expone los «puntos críticos de la regulación» en todo el mundo.
En el informe, un mapa de los nuevos transgénicos en desarrollo revela que la gran mayoría se encuentran en Estados Unidos (30), seguido de China (8), Brasil (6) y Argentina (5). GMWatch comenta que este hallazgo sugiere que la aventura de editar genéticamente el suministro alimentario es abrumadoramente estadounidense.
ENGA y el Proyecto No OGM recomiendan encarecidamente a las empresas de la industria alimentaria que:
* Excluyan explícitamente los nuevos transgénicos en sus requisitos a los proveedores.
* Confíen en sistemas de certificación independientes que garanticen que los productos están libres de nuevos transgénicos.
El nuevo informe está disponible en el sitio web de ENGA
https://www.enga.org/fileadmin/user_upload/New_GMOs_Market-report-2025.pdf
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