Título original: Enigma en el océano Atlántico: ¡no hay suficiente plástico!
Por Jean-Luc Goudet, Futura-Sciences, el 23 de agosto de 2010
Veinte años midiendo los desechos de plástico en el Atlántico norte muestran que la cantidad es adecuada pero falta. O bien los humanos administramos cada vez mejor nuestros desechos, o bien esta polución se camufla en lugares desconocidos por los científicos, tal vez, por ejemplo, en el tubo digestivo de animales marinos.
Después de la materia oscura de los astrónomos, el plástico que les falta a los oceanógrafos. Según un equipo americano, en efecto, la cantidad de pedazos de plástico cogidos en las redes en el centro del Atlántico norte, por cierto importante, no aumentó después de más de veinte años. Incomprensible, dicen…
La concentración de desechos flotantes en el centro de las cuencas oceánicas, favorecida por periodos en los que giran sobre vastas regiones, es bien conocida hoy. El célebre Great Pacific Garbage Patch, en el Pacífico norte, es el ejemplo emblemático. En el Atlántico, un fenómeno semejante es seguido desde dos décadas por los equipos de Sea Education Asociación (SEA, Massachusetts).
Embarcados a bordo de uno de los dos veleros de esta asociación creada en 1971 y desde entonces afiliada el centro oceanográfico de Wood’ s Hole, los estudiantes surcan los océanos. Desde la creación de SEA, afirma hoy su sitio, 7.000 de ellos recorrieron más de un millón de millas marinas (a saber, cerca de dos millones de kilómetros).
Una de sus tareas fue la de contar los pedazos de plástico cosechados en una red arrastrada por el buque. SEA acaba de publicar en la revista Science el resultado de estos 22 años de mediciones en el Atlántico norte, entre 1986 y 2008. En 6.136 recolectas de plástico (cuando la red es puesta en el agua), los autores mencionan la presencia de plástico en el 60 % de los casos. En lo esencial, los componentes son el polietileno y el polipropileno, dos polímeros muy utilizados en los embalajes.
Fragmentación peligrosa
La repartición de los desechos no es homogénea en absoluto: la concentración aumenta a medida que se aleja de la costa. La zona más contaminada está situada entre 22 y 38 grados de latitud, o sea, respectivamente, la de las Canarias y la de Azores. El fenómeno de recogida de desechos en el centro de las cuencas oceánicas es empleado aquí, pues es la zona de acumulación siguiendo las corrientes conocidas.
Pero, afirman los autores de la publicación, un hecho inquietante: las cantidades recogidas son más o menos estables desde hace veinte años. Sin embargo la producción de desechos ha aumentado. ¿Por qué no observamos la misma tendencia en la superficie y en el seno de las masas de agua atlánticas?
La publicación no va más lejos que la descripción de los hechos observados y no proporciona pues explicaciones. Existen sin embargo hipótesis, ya contempladas. Los pedazos de plástico pueden fragmentarse hasta alcanzar tamaños minúsculos e incluso microscópicos, pueden traspasar por la red, pero pueden ser captados por los organismos filtradores del plancton, que podrían ingerirlos. Pueden también acabar por fijarse sobre organismos marinos y, después de la muerte de su portador, sumergirse con él para mezclarse entre el sedimento marino.
Observaciones anteriores muestran que el plástico puede desaparecer a nuestros ojos pero continúa continuando el océano. En 2004, Richard Thompson, de la Universidad de Plymouth (Reino Unido), había publicado los resultados de un estudio realizado en 20 playas británicas que mostraban la presencia de fragmentos de plástico de todo tamaño, hasta de 20 micrones.
Extendido en 2006 a diferentes regiones del globo, sobre varios continentes, el estudio ha sido concluido con resultados similares. En 2009, Katsuhiko Saido, químico de la Universidad Nihon (Chiba, Japón), había demostrado que los polímeros podían degradarse en el océano, contrariamente a lo que se creía. Esta transformación química produce bisfenol A (A BPA) y el oligómero PS (el componente elemental del poliestireno), dos productos que no dejan de afectar a los organismos vivos.
Si los resultados de SEA no son una sorpresa, ponen sobre la mesa de nuevo la pregunta de la toxicidad de los desechos de plástico una vez que son vertidos a los océanos de todo el mundo.
Sobre el mismo tema:
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Los océanos contaminados peligrosamente por el plástico en descomposición
North Pacific Gyre Garbage (2′ 51) + Expediente
The Seven Deadly Plastics (vídeo)
¡The Middle Of The Pacific, in The Middle Of The Pacific Océano! (+ Documentary)
Plástico Bottles área Killing the Océano
Only el 4 % of Untouched Ocean Left: Global Report
Fuente del artículo: http://www.futura-sciences.com
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