¿Tienen la culpa los maestros del rendimiento de los alumnos desfavorecidos socialmente?

Escrito por Myles Hoenig/ 22 de junio de 2011

Dissidentvocie.org

Race to the Top

El Consejo de la Ciudad de Baltimore, gracias a la iniciativa de la concejal Mary Pat Clarke, ha emitido una resolución de apoyo a la organización Save Our Schools (Salvemos nuestras escuelas), y ha hecho también un llamamiento a la manifestación que se celebrará en Washington el próximo 30 de julio. Esta manifestación y el llamamiento nacional, pretenden dar un toque de atención hacia el estado de nuestras escuelas públicas, y sobre todo hacer hincapié en esa especie de histeria colectiva que culpa a los maestros del bajo rendimiento de los alumnos en las pruebas educativas a las que se les somete.

Esta resolución llega en un momento muy importante para la educación y la formulación de las políticas que la han de guiar. El gobernador Martin O’Malley debe nombrar a un nuevo superintendente de las escuelas, ahora que Nancy Grasmick se retira. Tal vez el Gobernador tenga en cuenta al Consejo de la Ciudad de Baltimore y se pueda invertir la situación.

La Sra, Grasmick fue una fuerte defensora de Race to the Top, que ha sido considerado como “una competencia a la baja” o “ratas corriendo hacia lo alto”. Toda la política educativa del presidente Barack Obama consiste es sustituir las escuelas públicas por escuelas no sindicalizadas, donde los maestros estén despojados de sus derechos de negociación colectiva. Pero todo ello se basan en datos erróneos y fraudulentos, a menudo por una mala evaluación del rendimiento escolar y de los estudiantes, o el hecho de que el salario del maestro dependa de los resultados de los exámenes. También se ignora la realidad económica con el fin de echar la culpa a estos de los evidentes fracasos.

La política de culpar a los maestros es simple. Si fallan los objetivos legítimos que perseguimos con la educación, entonces hay que buscar un chivo expiatorio. Es un enfoque que sustentan ambos partidos: el presidente Obama, demócrata, canta un mantra similar al de Scott Walker, gobernador republicano de Wisconsin – todos deben compartir los sacrificios. En educación, pasando la responsabilidad casi total a los maestros, es una manera de compartir los sacrificios.

Nuestro enfoque educativo es que se quiere convertir en un negocio: los maestros son los trabajadores y los estudiantes los productos básicos. Pero considere lo siguiente: El Estado que obtiene mejores puntuaciones en los exámenes es el de Massachussetts, que es un Estado en el que los maestros están sindicalizados en su mayoría.

Por el contrario, Carolina del Sur, es el Estado más antisindical del país, mostrando los peores resultados entre los estudiantes, pero a esto no dicen ni pío los “reformadores”. ¿Será culpa de los sindicatos que los estudiantes no tengan mayor rendimiento? ¿No se fabrican bien los “productos”?

Los datos que respaldan el bajo rendimiento de los estudiantes echando la culpa a los maestros, son fáciles de refutar. Diane Ravitch, plantea que todo lo que se ha dicho sobre el éxito de Michelle Rhee, rectora de las escuelas públicas, puede estar basado en un fraude generalizado. Desgraciadamente, la sra. Rhee, que tiene el síndrome de Superman y una de las campeonas de la educación, no se encuentra sola.

¿Quién es el favorecido? Race to the Top, no está ciertamente a favor del estudiante. Favorece la elaboración de pruebas y nuevas herramientas de evaluación, con un software excesivamente caso, los gurús del desarrollo profesional, de donde reclutará a los jóvenes para la Tech for America…

El pago por méritos – se están vinculando los salarios de los maestros a los resultados de los exámenes, también en Baltimore-, es uno de los factores de venta, que traerá como consecuencia que allí donde se requieran personas más capacitadas debido a las dificultades o barrios deprimidos económicamente, ningún maestro querrá acudir al ver disminuido su salario.

El Gobernador O’Malley habrá recibido un mensaje de sus antiguos colegas del Consejo de la Ciudad de Baltimore. Busque un superintendente que no vea a los maestros como un problema, o que el maestro no tenga que enfrentarse a los esquemas salvajes del pago por méritos, si no se es del grupo selecto, o de considerar lo bueno que es una prueba tipo cuestionario de múltiples opciones. Esto no es educación. El modelo ya no funciona, y la sustitución del superintendente debe hacerse por otra persona que intente convertir a nuestro Estado en el centro neurálgico de la educación, como fue en otros tiempos.

En la manifestación de Washington de este verano vamos a manifestar que la educación y la pedagogía no pueden considerarse como el libro de cuentas de una empresa.

• Este artículo fue publicado por primera vez en Baltimore Sun .

Myles Hoenig es un profesor de Maryland, Dirección de correo: myles.hoenig @ gmail.com

http://dissidentvoice.org/2011/06/stop-blaming-teachers-for-poor-student-performance/#more-33906

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