por Harvey E. Whitney, Jr., 3 de julio 2012
La última moda en el ciberespacio para promocionar las Humanidades es incluir la imagen anterior en Facebook. Al parecer esta imagen fue creada por el Departamento de Humanidades de la Universidad de Utah, aunque la vi por primera vez en la página de Facebook del New Jersey Council of Humanities. Hasta el 2 de julio, a 1045 personas les gusta la imagen y 4370 veces se ha compartido. Son cifras considerables para una publicidad relacionada con las Ciencias Humanas, cuyas perspectivas de empleo son prácticamente nulas para los estudiantes, que por otro lado tendrás importantes cargas adicionales de deudas antes de entrar en el mercado laboral.
No estoy seguro si la rectitud moral sea una razón a tener en cuenta para promocionar el valor de las humanidades o que el valor de estas sea la rectitud moral. Desde luego, no ha habido pocos especialistas en Ciencias Humanas que se han burlado de la idea de sus valores morales objetivos y transculturales. Personas de la talla de Federico Nietzsche o Foucault han señalado que los valores morales objetivos son un artefacto de ambiciones metafísicas que se manifiesta en un afán de controlar a los demás. Esto es más o menos el lado filosófico de la teoría moral que ha sido vorazmente cooptada por otras disciplinas de carácter histórico: actualmente dentro de la disciplinas históricas, la historiografía o las interpretaciones de la historia es mucho más importante para los historiadores que la historia misma, además los buenos historiadores tienen prohibido emitir juicios morales sobre los pueblos de la historia que han cometido los males más terribles; al hacerlo imponemos nuestros estándares actuales y cada individuo tiene los suyos propios. Así pues, de acuerdos con algunos de estos historiadores, y sería poco aconsejable recurrir a algunos de los padres fundadores ( incluso con aspiraciones filosóficas, como John Locke) para defender la libertad y luchar contra la esclavitud, ya que han participado en la trata de esclavos y han sacado beneficio económico de ello. Este tipo de relativismo moral también sale a la luz en los debates entre los estudiantes y a nivel popular sobre si la Guerra Civil fue provocada por la cuestión de la esclavitud o por las incursiones federales en los derechos de los estados. Si una determinada interpretación de un texto supone la imposición de un juicio y no es algo totalmente independiente de las motivaciones y aspiraciones culturales de una personas, ¿ por qué no podemos decir lo mismo de las afirmaciones que se hacen de los valores morales?
En realidad, creo que esta publicidad hace más daño a las Humanidades que a la Ciencia, ya que parece dar por supuesto que los científicos no son capaces de emitir juicios éticos sobre la clonación ( o acerca de cualquier cosa) o se da a entender que la Ciencia carece de valores éticos. Es una suposición demasiado temeraria teniendo en cuenta que científicos como Robert Oppenheimer y Albert Einstein estaban profundamente preocupados por los Derechos Humanos, y que biólogos como Rachel Carson señalaron la obligación moral de los hombres en mantener la salud del medio ambiente. Pero también recuerdo a la Iglesia Católica, de donde surgieron muchas disciplinas clásicas, como la retórica, la lógica, la gramática, la historia, etc, que tuvo un papel muy activo en la persecución y castigo de aquellos hombres de ciencia cuyas conclusiones contradecían las doctrinas de la Iglesia: Galileo, nos viene a la mente, como otros muchos, cuyos escritos fueron incluidos por la Iglesia entre los libros prohibidos. Así que las disciplinas humanas de ninguna manera tienen la pureza moral ( o incluso epistémica), ya sea ahora o en sus orígenes como para proporcionar un fundamento objetivo y juzgar la legitimidad de las prácticas científicas.
Digo todo esto como un profesional que se dedica a estas disciplinas, y quizás pudiera parecerles a algunos lectores una crítica un tanto extraña viniendo de quien viene, pero siempre he pensado que nunca debiera haberse producido ese cisma entre la Ciencia y las Humanidades. Pero una vez que las Ciencias Humanas empezaron a beber de las aguas venenosas del postmodernismo allá por los años 1970-80 ( en parte por un esfuerzo en adquirir otra vez la relevancia perdida), el cisma entre Ciencias y Humanidades se hizo inevitable. Sin embargo, la primera obligación de las disciplinas humanas es la búsqueda de la verdad, por lo tanto, no hay razón para que no presentar la Ciencia como amoral, cuando algunas de sus figuras más representativas han hecho hincapié en los valores morales de la ciencia o de las terribles consecuencias de una Ciencia sin moral. Los departamentos de Humanidades creen mantener en exclusiva el pensamiento crítico, mientras que los científicos son, quizás, más conscientes de las consecuencias de sus disciplinas que los departamentos de Humanidades a los que damos crédito.
Harvey E. Whitney, Jr, enseña historia mundial en Howard Community College en Maryland y Northern Virginia Community College en Virginia. También ha enseñado Historia de la Ciencia en Florida State University y US history en Tallahassee Community College. Lea otros artículos de Harvey.
Fuente del artículo: http://dissidentvoice.org/2012/07/overselling-the-humanities/