Observatorio Europeo de las Corporaciones, 14 de diciembre de 2016
Finalmente la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) nos ha enviado los datos en bruto de tres importantes estudios científicos que utilizó para realizar su evaluación del glifosato, son los llamados “los Tres Misteriosos”. Sin embargo, debido a diversas preocupaciones legales, grandes secciones de los datos han sido eliminados. No obstante, la EFSA dice que “con la información publicada es suficiente para que un científico pueda examinar la evaluación del glifosato que realizó la EFSA y los Estados miembros de la UE”. ¿Será este el caso?
El 10 de diciembre de 2015, el Director General de nuestra organización presentó una solicitud de acceso a los documentos sobre los tres estudios que la EFSA consideró cruciales para su evaluación del glifosato. Durante años, el Observatorio Europeo de las Corporaciones (CEO) ha estado solicitando a la EFSA y a la Comisión Europea que, del mismo modo que se hace con los ensayos clínicos de los medicamentos, se publiquen los datos que respaldan los dictámenes científicos de la EFSA para permitir un escrutinio por parte de la comunidad científica. No es el caso que ahora nos ocupa, porque si bien las normas de la UE estipulan que estos datos deben ser proporcionados por la propia Industria, pero dado que las empresas no quieren que los competidores utilicen estos datos, entonces no los publican.
La EFSA rechazó por primera vez la petición alegando la oposición por parte de los propietarios de los estudios, las empresas productores de herbicidas basados en el glifosato, ya que de revelar estos datos pondría en peligro sus secretos comerciales y sus derechos de propiedad intelectual. En marzo de 2016, los eurodiputados del Partido Verde presentaron otra solicitud de acceso a documentos, y un año más tarde, después de que la EFSA y la Comisión Europea dijesen que justificar la aprobación de una nueva normativa en base a los datos que la Industria mantiene en secreto era un callejón sin salida política, la Agencia finalmente decidió publicar los datos como solicitaron nuestra organización CEO y los eurodiputados del Partido Verde. Se ha convertido en un hecho destacable, al menos en principio: la Agencia nunca los había hecho públicos con anterioridad. Por parte del CEO, estos son los estudios que están en juego:
– “Carcinogenicity Study with Glyphosate Technical in Swiss Albino Mice” (2001), following OECD Guideline 451 & GLP – propiedad de una empresa israelí, ADAMA Agricultural Solutions, fabricante de pesticidas, estudio que nunca ha sido publicado;
– “Glyphosate technical: Dietary Carcinogenicity Study in the Mouse” (2009), following OECD Guideline 451 & GLP – estudio perteneciente a una empresa australiana de plaguicidas, Nufarm, estudio que tampoco ha sido publicado;
– “HR-001: 18-Month Oral Oncogenicity Study in Mice” (1997), following following OECD Guideline 451 & GLP – propiedad de una empresa japonesa de plaguicidas, Arysta LifeSciences Corporation, nunca publicado.
La EFSA ha publicado resúmenes detallados de estos estudios. El estudio de la empresa ADAMA es del año 2001 y se resume en la página 1013; el estudio de empresa NUFARM, del año 2009, se resume en la página 1023; y el estudio de Arysta, de 1997, en la página 1030.
Lo que debieran permitir los datos en bruto publicados por la EFSA es corroborar si estos estudios han sido correctamente interpretados por los autores, así como por los científicos de la EFSA y de los Estados miembro. Es decir, sería nada menos que permitir que la labor de la EFSA fue finalmente examinada por la comunidad científica. ¿Será esto posible?. Algunas dificultades ya han aparecido:
– Los documentos han llegado a nuestra organización (CEO) en forma de pdf, de 566, 1143 y 1133 páginas respectivamente. Pero se trata de imágenes: no se pueden emplear para realizar una búsqueda, o importar los datos para su manejo mediante otro software. Se trata de un problema serio: datos en este formato sólo pueden ser procesados mediante un copiado manual o por reconocimiento óptico de caracteres (OCR), pero ambos procesos suelen provocar errores.
– La EFSA ha suprimido importantes secciones de los documentos por razones jurídicas ( véase la lista completa de las secciones eliminadas), incluso del resumen y las conclusiones.
– Nuestra organización CEO podría ser demandada de publicar los datos en bruto, por lo que hemos decidido de momento no hacerlo, incluso si tuviera mucho más sentido el hacerlo.
Por lo tanto, para averiguar si esta publicación de la EFSA, e indirectamente la legislación aplicable en la UE, va a permitir el examen científico o no, el CEO va a compartir los datos con científicos que ya habían expresado su interés en recibirlos. El CEO también está dispuesto a compartirlos con otros, siempre y cuando esas personas no tengan vínculos con ninguna organización ni representen a empresas competidoras de los propietarios del estudio (eso supondría para CEO un riesgo de demanda). ¿Cuál será el veredicto? ¿Van a permitir los datos un examen científico de la labor de la EFSA? De no ser así, ¿por qué se difunden?
La Comisión Europea está evaluando actualmente el marco de la UE para la evaluación de los plaguicidas, el Reglamento 1107/2009, una revisión que podría ir en una u otra dirección (aunque el texto tiene imperfecciones, también ha sido duramente criticado por la Industria de los Plaguicidas por su enfoque basado en los riesgos de carcinogenicidad y disruptores endocrinos…). Sea cual sea el camino que tomase, una conclusión parece ineludible: la UE debe encontrar la manera de basarse en estudios secretos para tomar decisiones tan importantes.
Lista de partes purgadas de los documentos aportados por la EFSA:
https://corporateeurope.org/sites/default/files/attachments/list_of_redacted_sections.pdf
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