15-05-2010 Univers-nature
Los ciudadanos de un Estado miembro de la Unión Europea tienen derecho a realizar una petición ante el Parlamento mediante a presentación de al menos un millón de firmas de un tercio de los Estados miembros.
Basándose en esta norma, Frédéric Crépin, teniendo en cuenta el sobreembalaje como una “violación de un crecimiento sostenible que respete el medio ambiente”, tal y como se recoge en el Tratado de la Unión Europea, tiene la intención de obligar al Parlamento a tomar cartas en el asunto y cambiar la legislación.
Desde el grupo contra los embalajes, que se encuentra en Facebook, que ha recibido más de 130.000 visitas, un pequeño grupo de voluntarios garantizan la actualización de la página web, la redacción de la petición, la recogida de firmas y su traducción a distintos idiomas. Hasta el momento, desde el 12 de mayo, ya se han recogido más de 2500 firmas, y esperan que el número aumente hasta conseguir el millón de firmas que son necesarias.
Como referencia, tenemos la Ley Grenelle, que no se dirige directamente contra el sobreembalaje, pero que establece no puede sobrepasar el 80% del peso del producto ni suponer más allá del 60-70% del coste del mismo.
Este tipo de iniciativas podría traer algo de aire fresco, frente a nuestras bloqueadas democracias.
Pascal Farcy
Texto de la petición:
A la Comisión de las peticiones del Parlamento europeo,
Nosotros, ciudadanos europeos y residentes de la Unión europea, consideramos que el aumento creciente del sobreembalaje, es decir del conjunto de los embalajes manifiestamente de gran tamaño solamente con el fin de asegurar el desarrollo de las ventas de los productos contenidos, es un ataque al principio de desarrollo sostenible respetuoso con el medio ambiente mencionado expresamente en el Tratado de la Unión Europea.
Consideramos que la reducción de los residuos y la protección del medio ambiente requieren de medidas que limiten el sobreembalaje, la investigación sobre embalajes ecológicos o el desarrollo de los procedimientos de valorización de los residuos de embalaje no es un fin en sí mismo, de modo solamente una reducción de los residuos en la fuente permitirá limitar el impacto de nuestros productos de consumo sobre el medio ambiente.
Consideramos que la ausencia de función propia o contribución de un elemento de embalaje a la protección del producto contenido, su conservación, su transporte, su almacenamiento, su identificación o la información del consumidor justifica su supresión.
Porque el embalaje de un producto puede representar un 80% del peso total del producto terminado y constituir hasta un 65% de su coste, la reducción de los embalajes debe permitir a cada consumidor reducir el volumen global de su producción de residuos y realizar ahorros pertinentes.
Ante el Derecho de la Unión Europea y en particular la Directiva europea 94/62 que no propone criterios para limitar la puesta en el mercado de los embalajes, pedimos a las instituciones europeas tomar medidas para imponer a los fabricantes la limitación de los embalajes.
La presente petición pide medidas que limiten el embalaje, en masa y en volumen, en cumplimiento del estricto respeto de exigencias de seguridad de los productos y de higiene.
Texto de la petición y recogida de firmas en: