Nuestro hombre en Bilderberg: tengo mi boli

Entrada 7

No se puede distinguir la cara del delegado de Bilderberg que hace esquí acuático, pero estoy seguro de que no es Ken Clarke ¿Será el subsecretario de Estado de EE.UU, James Steinberg? No, Steinberg prefiere la cuerda mucho más corta. “El próximo año traigo unos objetivos más potentes”, dice Paul Dorneanu, un joven rumano cazador de Bilderberg, que fue quien sacó la foto.

Foto: Jean-Paul Dupanloup

Me enseña otra: es una foto sacada desde muy lejos en la que se ve a dos globalistas en un flotador, a los que arrastra una lancha. Si fuera más nítida quizás podríamos ver a Peter Mandelson charlando con Jean-Claude Trichet, el presidente del Banco Central: “ ¿Cómo vender…¡splassssh!…. ¡guauuuuu!… al electorado la abolición de la libra….¡splassssh! ? ¡Otra vez! ¡Otra vez! Otra vuelta en torno a la bahía.

Los nombres de los asistentes de este año están empezando a gotear: el primer ministro de Grecia, Kostas Karamanlis es seguro, me dice Jim Tucker; también el ex primer ministro sueco y un puto grupo de expertos; Carl Bildt, que pronunció un importante discurso: “ Habló de la necesidad de un departamento mundial de tesorería y un departamento mundial de la salud, después habló de la crisis mundial y del calentamiento global. La gripe porcina fue el primer punto que trataron…”

Le digo a Jim que como sabe esas cosas: “ Tengo mis fuentes”, se ríe, mientras tiembla la ceniza del cigarrillo. “Nunca me han defraudado” Me informan desde el interior. Tal vez Jim y la reina Beatriz tuvieron algún lío allá en los 60.

Es justo que se reúnan en privado, pero es extraño que ni siquiera sepamos quiénes son los que se reúnen. Lo sabemos de algunos de ellos, gracias sobre todo a las fuentes de Tucker, pero ¿cómo es que personalidades públicas, elegidas en votación, se reúnen para hablar de la política mundial como particulares sin nombre? ¿Qué diría usted a esta pregunta George Osborne? ¿Diría usted que es justo?

Una de las peores ironías de Bilderberg es que, intentando todos mantener el anonimato, si uno llega para informarse sobre la conferencia, se pasa el día enseñando su carné de conducir, se le pide la fecha de nacimiento, el nombre de su padre, en qué hotel está y por qué ha venido aquí.

He sido trasladado bajo custodia policial sólo por haberme acercado a media milla del hotel. Los pocos periodistas que han venido este año están siendo acosados, seguidos, detenidos. Está Bernie, de la American Free Press, documentalista, y Gerhard ( suena a personajes de Dragones y Mazmorras) que ha fletado un barco para tratar de sacar fotos desde el mar, pero fue detenido a tres millas de la localidad por la marina griega.

Esto concuerda con lo que dijo un oficial de policía a la Asociación de Prensa ( bajo anonimato) : “ El complejo estaba protegido por cientos de policías, comandos de la marina, guardia costera y dos F-16 de combate”. Sí, sí, dos F-16 de combate.

Ahora, si me preguntan por qué este evento no está siendo cubierto adecuadamente por los medios de comunicación del mundo, cuando la marina griega intercepta los barcos a tres millas, rondan F-16 en torno al paraíso acuático, me lo pone difícil. Si usted está en ascuas por tener más información de Bilderberg, pues tendrá que ver lo que ha visto Paul Dorneanu, leer la prensa libre o mirar tras los barrotes de Prision Planet.

Yo no puedo decirles mucho. Puedo decirles (según la policía) que muchos delegados pasaron rápidamente entre las 2 y las 4 de la mañana del jueves para evitar ser vistos. ¿Es que uno de ellos es el príncipe de la tinieblas, el barón Mandelson? ¿Qué tal si le preguntamos dónde ha estado este fin de semana? Y si se fue dos veces a jugar con el flotador Speedo. Si es así ¿tendría que hacer cola pues estaba antes Eric Schmidt?

Puedo decirles que había mucho movimiento de ventanas oscurecidas arriba y abajo de la colina. ¿Cambio de personal? ¿Prostitutas? Una noche me topé de lleno con un delegado que salió un momento a la farmacia, con el guardaespaldas controlando el pavimento. Habría cogido mi cámara, pero me acordé de lo que había escrito Jon Tonson en un comentario de una de mis obras: “No hacer movimientos bruscos”. Y no bromeaba. Me alejé. Yo y la cola que llevaba.
La verdad es que pensé que sería divertido pasar un rato con pantalones cortos y decir cosas como “NOBILIZACIÓN”. Es peculiar mirar mi primer informe y ver como finjo que esquivo fantasmas por las calles oscuras. Ja, ja, ja. ¿Y ahora? Me he escondido dos veces en el hueco de la misma escalera para tratar de librarme de los hombres que me siguen. Tengo un agujero favorito entre los pernos de la puerta aquí en el centro de la ciudad de Atenas. Eso es en lo que mi vida ha cambiado.

He luchado con un hombre en la estación del metro, he gritado pidiendo ayuda en la plaza Omonia, diciendo: “ Estás mintiendo” a los detectives de una comisaría de Atenas; he parado a un hombre montado en una motocicleta y le he rogado con lágrimas en los ojos: “No me deje solo”. He sido detenido, seguido, buscado, empujado, calumniado, intimidado, puesto en duda y diciendo que es mentira. Así que son muchas las mentiras.

Les he dicho la verdad sobre lo que ha sucedido esta semana. Me pregunto si los políticos británicos que han asistido a Bilderberg 2009 podrán decirnos pasado un tiempo la verdad. Me pregunto si alguien mejor que yo, mejor reportero que yo, más importante, podría preguntárselo a ellos. ¿Habrá alguien?

Mis informaciones sobre la conferencia de 2009 son el vacío de la falta de información, o sea, lo contrario de lo que vine aquí. Soy una broma. Estos envíos una farsa. Es una parodia de una farsa de una parodia de dos farsas de un engaño. Soy una vergüenza para el buen nombre del periodismo. Debería estar avergonzado.

Dicho esto, la información de hoy es mejor que la de otros días. Tengo una reunión con el jefe del CID de Atenas. Tenemos algunas cosas que discutir…

guardian.co.uk, Monday 18 May 2009 10.09 BST

Charlie Skelton