Por Rachel Parent, 6 de diciembre de 2016
He tenido la oportunidad de asistir recientemente al Tribunal Internacional Monsanto de la Haya contra, en Holanda, tras recibir una invitación por parte de la Dra. Vandana Shiva, y puedo decir que me he sentido muy emocionada. Quizás algunas personas no se sentirían entusiasmadas con la idea de asistir a un tribunal para exponer los crímenes contra la humanidad y el medio ambiente, pero en mi caso puedo decir que estaba absolutamente fascinada.
Tuve la oportunidad de escuchar a algunas de las víctimas de Monsanto y cómo esta Corporación ha afectado a todos los niveles de nuestra vida: desde los alimentos que ingerimos, todo lo relacionado con los transgénicos y el herbicida Roundup, y su enorme codicia con un impacto adverso sobre la pobreza y la seguridad alimentaria.
El objetivo del tribunal era presentar a Monsanto en un escenario que reflejara los procedimientos de un tribunal internacional de justicia. Los cargos contra la Corporación incluían violación de los derechos humanos, crímenes contra la humanidad y ecocidio. Más de 750 personas de más de 30 naciones participaron en el juicio, entre los que se encontraba la asamblea popular, donde me sentí honrada de tener la oportunidad de dirigirme a los presentes.
“Monsanto ha desarrollado una serie de
productos muy tóxicos que han dañado
el medio ambiente
y han causado enfermedades
y la muerte a miles de personas”
Eminentes jueces de Argentina, México, Senegal, Bélgica y Canadá, escucharon de boca de los testigos los abusos de Monsanto, de expertos y víctimas. 20 demandantes en total, de América del Norte y del Sur, de Europa, Asia y África. Monsanto fue invitada a presentar alegaciones como demandada y a impugnar las demandas presentadas, pero se negó a asistir, diciendo (como era de esperar) que todo aquello era un montaje publicitario. El tribunal cumplió los principios generales del derecho y del procedimiento civil, incluidos los abogados que preparaban y presentaban sus conclusiones ante los jueces.
Desde principios del siglo XX, Monsanto ha desarrollado una serie de productos muy tóxicos que han dañado de manera permanente el medio ambiente y han causado enfermedades y la muertes a miles de personas. Entre estos productos se encuentran el PCB (bifenilos policlorados), dioxinas, DDT y Roundup, el herbicida más utilizado en todo el mundo. Es una de las Corporaciones que domina la cadena alimentaria de los Estados Unidos, con sus semillas modificadas genéticamente y sus herbicidas, y se ha hecho tristemente famosa por sus despiadadas batallas legales contra los pequeños agricultores y sus décadas de contaminación del ambiente. Monsanto se ha convertido en un símbolo de la Agricultura Industrial y todos los males que la misma acarrea: un sistema que contamina el suministro de alimentos con transgénicos y pesticidas; contamina el medio ambiente, acaba con la biodiversidad y contribuye al cambio climático.
Monsanto tiene un pésimo historial de encubrimiento y está ignorando los daños a los seres humanos y ambientales causados por sus productos. Ha empleado tácticas similares a los grandes productores de tabaco, que han tratado de confundir y desinformar tanto al público en general como a los responsables políticos, con esfuerzos coordinados de relaciones públicos, grupos de presión científicos comprados por Monsanto.
Durante dos días, en La Haya, los jueces del tribunal escucharon las pruebas presentadas por los demandantes, y que Monsanto, debido a los daños causados, debía ser acusado de crímenes contra la humanidad, incluido el delito de ecocidio. Para muchos de los que asistieron, era la primera vez que podían compartir su historia de sufrimiento. Los testimonios fueron traducidos a seis idiomas diferentes, permitiendo escuchar las historias de las víctimas y apreciar lo que este tribunal significaba para ellos.
Fue muy emocionante escuchar a gente como la francesa Sabine Grataloup y la argentina María Liz Robledo, víctimas de cáncer inducido por el glifosato, señalando las dificultades a las que se estaban enfrentando.
Y siguieron los testimonios presentados por Timothy Litzenburg, abogado estadounidense que representa a miles de víctimas del linfoma no Hodgkin inducido por el glifosato, discutiendo con detalle el impacto del glifosato en la salud humana.
También se pudo escuchar el testimonio de expertos, como el del Dr. Damián Verzeñassi, de la Facultad de Ciencias Médicas de la Universidad Nacional de Rosario, Argentina, uno de los 30 expertos que testificaron sobre los impactos del glifosato en la salud. El Dr. Verzeñassi está siendo perseguido por denunciar los daños provocados por los transgénicos y los productos agroquímicos: al regresar a su oficina se encontró con que ésta estaba cerrada y sus colegas de investigación trasladados de puesto.
Y el testimonio de Diego Fernández, agricultor argentino, que ofreció un discurso valiente sobre su paso desde la Agricultura Industrial a la ecológica, las batallas a las que ha tenido que enfrentarse y por qué lo hizo: para beneficiar la tierra, la salud y el medio ambiente.
“Se espera que el dictamen jurídico
se utilice en futuros casos contra las
corporaciones multinacionales,
obligándoles a rendir cuentas por los
daños causados por su avaricia”
Como mencioné anteriormente, tuve la oportunidad de intervenir en la asamblea popular, que se celebraba de manera paralela al tribunal y en ella se reunieron movimientos de todo el mundo para intercambiar ideas sobre cómo luchar contra los problemas causados por la Agricultura Industrial. A la asamblea asistieron expertos, científicos y representantes de la sociedad civil y agricultores, quienes propusieron varias formas de avanzar con modelos más saludables y sostenibles para la alimentación y la agricultura.
La Dra. Vandana Shiva, física y activista de renombre mundial, resumió el sentimiento general de este juicio diciendo: “Hemos trabajado para llevar a Monsanto a juicio por sus crímenes contra la tierra, sus crímenes contra nuestros hijos, sus crímenes por intentar adueñarse y patentar la vida y expandir venenos. Sabemos que podemos cultivar mejor sin venenos”.
Aunque las resoluciones del tribunal no son jurídicamente vinculantes, los jueces darán un dictamen jurídico sobre si Monsanto es culpable de violación de los derechos humanos más básicos y de ecocidio. Se espera que este dictamen jurídico se utilice en futuros casos contra las corporaciones multinacionales, obligándolas a rendir cuentas por los daños causados por su avaricia. Se espera este dictamen para el día 10 de diciembre, Día Internacional de los Derechos Humanos y será enviado a Monsanto y a las Naciones Unidas.
Tuve la oportunidad de experimentar de primera mano muchos testimonios veraces sobre las atrocidades que afectan a personas de todo el mundo provocadas por Monsanto. Volví a casa encendida por la pasión mostrada por todos los valientes participantes y ahora espero que mucha más gente se decida a hablar sobre cómo sus vidas están siendo destrozadas por Monsanto.
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