La desconcertante distribución de los casos sugiere que el Zika no es el único factor de aumento de los casos de microcefalia
Por Declan Butler, 25 de julio de 2016
Los investigadores del Gobierno de Brasil están analizando la peculiar distribución en el país de los casos de microcefalia que se han relacionado con el Zika (bebés con la cabeza anormalmente pequeña).
El virus del Zika se ha extendido por todo Brasil, pero se han observado altas tasas de microcefalia sólo en el noreste del país. Aunque las evidencias sugieren que el Zika puede causar microcefalia, el patrón de agrupamiento sugiere que otros factores ambientes, socieconómicos o biológicos podrían estar en juego.
“Tenemos la sospecha de que algo más que el virus del Zika esta provocando la alta prevalencia e intensidad de los casos”, dice Fatima Marinho, Directora de análisis de la información y salud del Ministerio de Salud de Brasil. Si esto fuera cierto, podría cambiar la evaluación del riesgo por parte de los investigadores sobre el peligro que representa el Zika para las mujeres embarazadas y sus hijos.
La idea ya ha planeado durante mucho tiempo entre los investigadores brasileños. “Esto se ha estado discutiendo en casi todas las reuniones científicas”, dice Lavinia Schüller-Faccini, investigadora de la Universidad Federal de Rio Grande do Sul. Pero es la primera vez que los científicos del Ministerio de Salud asumen esta hipótesis.
El Ministerio ha solicitado a Oliver Brady, epidemiólogo de la Escuela de Higiene y Medicina Tropical de Londres, y a Simon Hay, Director de Ciencia Geoespacial en el Instituto para la Métrica y Evaluación Sanitaria de Seattle, Washington, que colaboren con los investigadores en Brasil. “El objetivo es entender por qué sólo estamos observando unas tasas tan elevadas en el noreste”, dice Brady, que voló hasta Brasilia para comenzar su trabajo.
“Creo que puede haber algo más”, dice Linda Birnbaum, Directora del Instituto Nacional de Ciencias de Salud Ambiental (NIEHS). El virus del Zika fue descubierto en 1947 y hasta ahora no se le había relacionado con defectos de nacimiento, y las cepas actuales del virus no muestran mutaciones significativas que pudieran haber aumentado su virulencia. “Entonces, ¿por qué ahora?”, se pregunta ella.
Sorprendentes agrupaciones
En el noreste es donde se registró un aumento de los casos de microcefalia en Brasil, hace un año. Las autoridades sanitarias esperaban observar con posterioridad tasas parecidas en otras partes del país. “Esperábamos un fuerte incremento de los defectos de nacimiento”, dice Marinho.
Hasta el 20 de julio casi el 90% de los 1709 casos confirmados de microcefalia o defectos congénitos del sistema nervioso central registrados en Brasil desde noviembre pasado, se dieron en un área relativamente pequeña: en la costa interior de la punta noreste del país. El área afectada es del tamaño del Reino Unido (Brasil es casi tan grande como los Estados Unidos).
Lo que es particularmente sorprendente, dice Marinho, es que sólo se han confirmado tres casos en el segundo estado más poblado de Brasil, Minas Gerais, que limita con la parte más afectada de la región noreste. La escasez de datos sobre la magnitud y el momento de aparición de los brotes de Zika en todo Brasil, hacen que sea difícil determinar si ese aumento de los casos de microcefalia en otros lugares simplemente se ha retrasado, pero los científicos creen que el Ministerio ha marcado el noreste por presentar unos valores atípicos.
¿Otros factores en juego?
Hay muchas hipótesis sobre lo que podría estar pasando. Marinho dice que los datos de su equipo, dispuestos para su publicación, insinúan que factores socioeconómicos podrían estar implicados. Por ejemplo, la mayoría de las mujeres que han tenido un bebé con microcefalia han sido jóvenes, solas, negras y pobres, tendiendo a vivir en pequeñas ciudades o en las afueras de las grandes ciudades, dice ella.
Otra idea es que otras infecciones a parte del Zika, como el dengue y la chikungunya, podrían estar interactuando para aumentar la intensidad de los defectos de nacimiento en la zona.
Una tercera posibilidad fue presentada en un artículo publicado el mes pasado (1), en el que los investigadores de los laboratorios brasileños observaron una correlación entre las bajas tasas de vacunación de la fiebre amarilla y las agrupaciones de microcefalia. Debido a que los virus de la fiebre amarilla y el Zika son de la misma familia de virus, ambos son flavivirus, los científicos han especulado que la vacuna podría proporcionan protección contra el Zika. “Es una hipótesis plausible”, dice Duane Gubler, que estudia las enfermedades transmitidas por mosquitos en la Escuela de Medicina de Duke-NUS en Singapur. Marinho, sin embargo, se muestra escéptica, argumentando que hay muchas zonas con bajas tasas de vacunación contra la fiebre amarilla que no han tenido muchos casos confirmados de microcefalia.
La primera médico brasileña que informó de la relación entre el Zika y la microcefalia, Adriana Melo del IPESQ, un Instituto de Investigación situado en Campina Grande, también se encuentra entre los que han sugerido otros factores que podrían estar involucrados. En una preimpresión de la publicación en el servidor bioRxiv el pasado 15 de julio (2), Melo y sus colegas de la Universidad Federal de Rio de Janeiro, informaron que habían encontrado proteínas de la diarrea viral bovina (VDVB) en los cerebros de tres fetos con microcefalia en el estado de Paraíba. Los cerebros dieron positivo al ARN del virus del Zika, pero los investigadores no encontraron proteínas del virus del Zika.
La diarrea viral bovina causa graves defectos de nacimiento en el ganado, pero no se sabe que infecte a las personas. Melo y su equipo sugieren que la infección del Zika podría reducir las barreras fisiológicas, por lo que sería más fácil para el virus de la diarrea bovina causar infecciones. Pero no han descartado la posibilidad, planteada por otros investigadores, que sus hallazgos pudieran deberse a contaminación con el virus de la diarrea bovina (el virus de la diarrea bovina es un contaminante común del suero fetal bovino y otros reactivos de laboratorio de origen bovino).
Datos fragmentarios
El estudio del Ministerio de Salud de Brasil investigará la posible conexión con el virus de la diarrea bovina, entre otras hipótesis, dice Brady. Los investigadores reanalizarán los datos en bruto de los casos de microcefalia, y modelarán conexiones con posibles cofactores tales como el estatus socioeconómico, contaminación del agua y enfermedades transmitidas por mosquitos. La mayor parte de esta información provendrá de las bases de datos del Ministerio de Salud, pero el equipo también estudiará los datos experimentales, como la forma de respuesta inmunes de las personas, que puede haber cambiado después de haber padecido infecciones por otros virus, como el dengue.
Pero los investigadores dicen que la información de que disponen no puede ser suficiente para precisar si otros factores, además del Zika, pueden estar involucrados. Gran parte de los datos en bruto de los casos de microcefalia provienen de informes hospitalarios rutinarios, a menudo incompletos. Y pruebas de laboratorio para confirmar la infección del virus Zika rara vez se han realizado.
En última instancia, los investigadores y las autoridades de salud pública podrían esperar a tener datos de mayor calidad de los programas de investigación como El Estudio sobre la presencia del virus del Zika entre los bebés durante el embarazo, que se inició el mes pasado en Puerto Rico y que tiene como objetivo controlar hasta 10.000 mujeres embarazadas. Los Institutos Nacionales de Salud de los Estados Unidos (incluyendo el NIEHS de Birnbaum) y la Fundación Oswaldo Cruz de Brasil, están realizando el trabajo, que también incluirá pruebas de si factores nutricionales, socieconómicos y ambientales juegan un destacado papel. El estudio se extenderá a Brasil, Colombia y otras zonas afectadas por el Zika.
Hasta que no se sepa más sobre el Zika y las causas del aumento de las tasas de microcefalia en el noreste de Brasil, las autoridades de salud pública y de asesoramiento pueden errar en las medidas de precaución, dice Ian Lipkin, especialista virólogo de la Universidad de Columbia, Nueva York.
Referencias
1. De Goes Cavalcanti, L. P. et al. J. Infect. Dev. Countries 10, 563–566 (2016).
2. Nogueira, F. C. S., Velasquez, E., Melo, A. S. O. & Domont, G. B. Preprint at bioRxiv http://dx.doi.org/10.1101/062596 (2016).
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Procedencia del artículo:
http://www.nature.com/news/brazil-asks-whether-zika-acts-alone-to-cause-birth-defects-1.20309
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