Por la Dra. Mae-Wan Ho, 5 de septiembre de 2012
Instituto de Ciencia en Sociedad, ISIS
Las mutaciones en la mariposa vienen a confirmar los daños producidos a bajas dosis de radiación. Un estudio más a fondo, que combina trabajo de campo y de laboratorio, ha descubierto que las deformidades causadas por bajas dosis de radiación persisten y empeoran con las sucesivas generaciones, dice la Dra. Mae-Wan Ho.
La contaminación radiactiva procedente de la central nuclear de Fukushima ha producido daños fisiológicos y genéticos en la mariposa de hierba azul pálido, Zizzeeria maha, según se desprende de un estudio realizado por un equipo de investigadores de la Universidad de Ryukyu, Okinawa, Japón, cuyos resultados fueron publicados en agosto de 2012 (1).
Las mariposas adultas se recogieron en el área contaminada en mayo de 2011 y en ese momento mostraban anormalidades relativamente leves, pero que posteriormente se hicieron más severas, duplicándose las mutaciones en las generaciones posteriores. Estas anormalidades severas fueron heredadas, como se muestra en las deformidades de las crías de las mariposas.
Las mariposas adultas recogidas en esta zona en septiembre de 2011 mostraban anomalías más graves que las recogidas en el mes de mayo.
Anormalidades similares se reprodujeron experimentalmente mediante la exposición de las larvas de una zona no contaminada a radiación externa o interna.
Los impactos en la salud de dosis bajas de radiación es algo que se ha sido enérgicamente negado por los Gobiernos y el lobby pronuclear, así como por las autoridades reguladoras, a pesar de que hay pruebas abrumadoras por la contaminación radiactiva de Chernobyl, y los recientes hallazgos de laboratorio han documentado el “efecto espectador”, que amplifica la dosis y el daño producido por la radiación ionizante a bajo nivel ( véase ISIS Report [2] Death Camp Fukushima Chernobyl para más detalles).
El equipo dirigido por Atsuki Hiyama y Nohara Chiyo decidió llevar a cabo su estudio sobre la mariposa de hierba pálida azul (Figura 1), porque las mariposas son conocidos indicadores de las condiciones ambientales y porque esta especie se encuentra ampliamente distribuida por Japón. Además, fue posible establecer en el laboratorio un sistema satisfactorio de cría.
Primeras mariposas recogidas después del accidente y sus descendientes
La crisis de Fukushima y la explosión se produjeron el 12 de marzo de 2011, época en que las mariposas de hierba azul pálido pasan el invierno en estado larvario. Estas larvas estuvieron expuestas a la radiación, no sólo externamente, sino internamente al alimentarse de hojas contaminadas y se han convertido en la primera generación de mariposas adultas ( la primera del año), que el equipo recogió en diferentes áreas contaminadas, tanto al norte como al sur de Fukushima, entre el 13 al 18 de mayo de 2011. Se recogieron en total 144 adultos ( 111 machos y 33 hembras) en 10 localidades distintas (Figura 2). La mayoría de ellas parecían normales, pero una observación más atenta reveló leves anormalidades, tales como el menor tamaño de las alas en los machos, cambios en los patrones de coloración, ojos deformados y disposición ante el viento. La frecuencia total de anormalidades en 7 localidades, excluyendo Shiroishi, Koriyama y Tokio, para permitir la comparación con la segundo trabajo de campo, fue del 12,4%. El tamaño del ala delantera de los machos se redujo, y la reducción se ha correlacionado con la dosis de radiación que se depositó en el suelo en las localidades donde se realizó la recolección.
La descendencia de las hembras (f1) de la primera generación fue obtenida y criada en el laboratorio de Okinawa, situado a 1750 kilómetros de Fukushima, donde la radiación artificial apenas es detectable. En la generación f1, las tasas de mortalidad de las larvas, prepupas y pupas y las tasas de mortalidad de los adultos recogidos en Iwaki, Hirono, Motomita y Fukushima, fueron altas, con una tasa general de anormalidades del 18,3%, 1,5 veces más que la general de anormalidades en la generación parental. El tiempo medio de eclosión ( la mitad del tiempo necesario para que las larvas alcancen el estado de pupación) se correlacionó de forma negativa con la distancia de los lugares de recogida hasta la planta nuclear de Fukushima Daiichi. Del mismo modo, el tiempo medio de pupación, al igual que las anormalidades en los apéndices, aunque no era significativo estadísticamente. Las anormalidades en las mariposas f1 eran más graves, afectando a las patas, antenas, palpos, ojos, el abdomen y las alas.
Para investigar las anormalidades en las mariposas f1 que podían haber sido heredadas de diez hembras con anomalías ( excepto una de Shiroishi, que no tenía ninguna anomalía detectable), se cruzaron con los individuos f1 de aspecto normal de Tsukuba, el área más alejada de Fukushima Daiichi. Se colocaron tres machos vírgenes en una jaula por cada hembra virgen para asegurar el éxito reproductivo. Aunque este sistema de apareamiento casi siempre tiene éxito, produciéndose más de 100 crías por cada hembra cuando los machos y las hembras son normales y fértiles, 3 de las 10 hembras f1 produjeron menos de 2 hijos adultos.
A pesar del hecho de que las hembras se cruzaron con machos normales, y 3 de cada diez hembras eran casi completamente estériles, la tasa global de anormalidades en los adultos f2 supervivientes fueron heredades de la cubierta genética dominante ( o epigenética) . Además, una nueva anormalidad en una antena, que tomó la forma de una horquilla, no observada anteriormente, se encontró en un individuo de la generación f2.
El aumento de la severidad y frecuencia en las anormalidades de las mariposas adultas en las generaciones posteriores también se ha comprobado en las zonas de contaminación radiactiva. Algunas de las mariposas anormales se muestran en la Figura 3.
Figura 3: mariposas mutantes debido a la contaminación radiactiva de Fukushima
Anormalidades más severas seis meses después
Seis meses después del accidente, en septiembre y octubre de 2011, los investigadores recogieron de nuevo individuos en los mismos lugares, que serían probablemente mariposas de la cuarta o quinta generación. Se recogieron un total de 238 mariposas, 168 machos y 70 hembras. La tasa total de anormalidades observadas en las 7 localidades fue del 28,1%, más del doble que la cifra de anormalidades de los adultos de la primera generación obtenida de las mariposas recogidas en mayo. La tasa total de anormalidades presentes en los adultos recogidos en septiembre de 2011 se correlacionó con la exposición a dosis de radiación en la zona de recogida.
En cuanto a las mariposas de la primera generación, la f1, se obtuvieron a partir de mariposas recogidas en septiembre de 2011 y criadas en laboratorio. La tasa de mortalidad fue alta, al igual que la tasa de anormalidades, el 59,1% del total. Los resultados muestran que las poblaciones expuestas a radiación presente en el medio ambiente se habían deteriorado sustancialmente desde el mes de mayo. “Posiblemente debido al daño genético causado por la radiación procedente de la planta nuclear de Fukushima Daichii”, como se predijo a partir de los experimentos de reproducción realizados con los adultos de la primera generación.
Efectos de la exposición externa e interna
El equipo de investigación expuso a las larvas y pupas normales obtenidas de hembras capturadas en Okinawa ( donde los niveles de radiación son muy bajos) a radiación de cesio 137, uno de los principales isótopos radiactivos liberados en la nube radiactiva de Fukushima. Las larvas y pupas fueron expuestas a 55 mSv ( a una tasa de 0,2 mSv/h) o a 125 mSV (a una tasa de 0,32 mSv/h). Ambos niveles de exposición produjeron rasgos anormales. Las curvas de supervivencia demostraron que la tasa de mortalidad en las prepupas (~ 15%) fueron las mismas para ambas dosis, con la dosis más alta causando muertes adicionales (20%) en las etapas de pupa (Figura 4, gráfico de la izquierda).
A las larvas de Okinawa se las alimentó con hojas de plantas recogidas en diferentes localidades. Casi todos los individuos que consumieron hojas de la localidad no contaminada de Ube (ver figura 2) sobrevivieron, pero los individuos que consumieron hojas de las localidades contaminadas tuvieron una menor tasa de supervivencia (Figura 4, gráfico de la derecha)
Figura 4: Las tasas de supervivencia frente a la exposición a radiación artificial; izquierda externa; derecha, interna. (Para acceder a las imágenes originales es preciso estar registrado en el sitio web de ISIS)
Las alteraciones producidas (figura 5) son similares a las que se observan en las mariposas expuestas a la radiación en las áreas contaminadas por la central de Fukushima.
Figura 5: Anormalidades representativas de la exposición interna a la radiación
Conclusión
El estudio realizado por la Universidad de Ryukyu en Okinawa es el más completo y exhaustivo hasta la fecha sobre los efectos de bajas dosis de radiación ionizante producida por un accidente nuclear. Los investigadores han aportado datos de las dos colecciones de mariposas naturales y experimentos de cría en laboratorio que muestran que las poblaciones naturales de mariposa de hierba azul pálido se han deteriorado fisiológica y genéticamente por la exposición a contaminación radiactiva. Además, se realizaron experimentos en laboratorio en los que se expusieron a larvas normales a dosis bajas de radiación, tanto externa como internamente, ingiriendo hojas contaminadas, retratando la misma situación de mortalidad y anormalidades observadas en las mariposas recogidas en el área de Fukushima.
Estamos totalmente de acuerdo con el biólogo de la Universidad de Carolina del Sur Tim Mousseau, quien comentó (3): “Este estudio es muy importante y contundente en sus implicaciones, tanto para las comunidades humanas y biológicas que viven en Fukushima”.
Reiteramos el llamamiento realizado en el Informe (2): “Está claro que los niños que viven en las zonas altamente contaminadas de la zona oficial de evacuación alrededor de la central de Fukushima Daichii, deben ser evacuados con rapidez para evitar un desastre humanitario a la escala de Chernobyl. Este esfuerzo de concertación internacional es necesario para proporcionar ayuda para la evacuación de los niños y continuar la vigilancia sanitaria y las investigaciones sobre radioprotección. Por último, es posible eliminar la energía obtenida de los reactores nucleares, sustituyéndola por otra sostenible y mucho más accesible para todos, como ya se explicó ampliamente en (4) Energías verdes y renovables al 100% en el año 2050, Informe ISIS)
(Para acceder a las referencias es preciso estar registrado en el sitio web de ISIS)
Fuente: http://www.i-sis.org.uk/Fukushima_mutant_butterflies.php