¿Decrecer o cambiar? Una conversación con Noam Chomsky

Por Mickey Z., 19 de enero de 2010

Si bien Noam Chomsky no necesita presentación, como se suele decir, eso no significa que la entrevista no tenga que seguir un plan. Después de verle en un vídeo titulado ¿Se acaba el petróleo?, decidí mantener una conversión con él sobre el futuro… más bien sobre la falta de futuro.

¿Qué pasará si los activistas no protestan para lograr provocar un cambio en la forma en la que los humanos vivimos actualmente? Chomsky, y yo también, por supuesto, está de acuerdo en que sería mejor que ese cambio se produjese y hubiese una respuesta positiva a la pregunta anterior. Sobre otros asuntos no estábamos de acuerdo.

Nuestra discusión fue, más o menos, la siguiente…

Mickey Z.: Hace poco vi un vídeo sobre el cambio climático, en el que usted era uno de los entrevistados más destacados. Usted decía que las recientes elecciones han sido un “golpe de gracia” para la humanidad y que “debemos besarnos en señal de despedida”. Ha leído sus trabajos durante décadas, pero no recuerdo que utilizase otras veces ese tono en el decir, en este contexto. En su opinión ¿ los seres humanos hemos esperado demasiado para actuar? ¿Cree usted que se puede y se debe reducir el tamaño de nuestra cultura industrial antes de que se venga abajo de por sí?

Noam Chomsky: Si dije que las recientes elecciones eran una sentencia de muerte, es que fui demasiado lejos. Pero creo que es justo decir que el resultado supone una amenaza. Incluso la prensa de negocios también hizo alusión a ello. Bloomberg Business Week informó que los resultados de la elecciones han conllevado la creación de docenas de oficinas de negacionistas del cambio climático, apoyando el crecimiento el senador James Inhofe, quien ha declarado que el calentamiento global es el “mayor engaño perpetrado al pueblo estadounidense”, y se siente “justificado” por los resultados. Probablemente también celebre el hecho de que, según las últimas encuestas, apenas un tercio de los estadounidenses creen ahora que las actividades humanas sean un factor que interviene en el cambio climático, quizás el resultado de una agresiva campaña llevada a cabo por las empresas más importantes, anunciado abiertamente, para lograr este resultado. Hay que tener en cuenta que los que orquestan la campaña saben que el “engaño” es real y siniestro, pero juegan su papel institucional: maximizar los beneficios a corto plazo y dejando a un lado lo marginal, en este caso, el destino de nuestra especie. La transformación de las instituciones básicas de nuestra sociedad no es un desafío menor. Esta confluencia de factores debería ser una advertencia de un panorama muy sombrío. Si Estados Unidos continúa retrasando las acciones para afrontar estos graves problemas, el resto del mundo aún tendrá menos incentivos para llevar a cabo medidas serias. No creo que implique una reducción de nuestra cultura industrial. Por el contrario, necesita de una conversión en una forma sostenible que satisfaga las necesidades humanas, no basado en las ganancias privadas. Por ejemplo, la alta velocidad ferroviaria y la tecnología solar no reduce el tamaño de nuestra cultura industrial.

MZ.: Cuando digo reducir nuestra cultura industrial estoy sugiriendo que cualquier estilo de vida basado en la extracción de recursos sin tregua es, por definición, insostenible. Por lo tanto, si me responde que debe servir a las necesidades humanas, esto es en parte lo que nos ha metido en primer lugar en este lío. Teniendo en cuenta que el 80% de los bosques han sido destruidos y el 90% de los grandes peces del océano también, ¿ tal vez no necesitamos una mayor perspectiva holística sobre las “necesidades”?

NC.: Incluso así, le daría la misma respuesta. Las necesidades humanas han de ser atendidas por un estilo de vida sostenible, casi por definición, si tenemos en cuenta las generaciones venideras. Y un cambio en las tecnologías, como el ferrocarril de alta velocidad, en vez de maximizar las energías fósiles, y la energía solar, que no consiste en la extracción implacable de recursos.

MZ.: ¿ Creo que sabe lo que quiero decir sobre las necesidades no humanas? No podemos sobrevivir sin un ecosistema que no funcione, donde los bienes sean reciclados por sugerencia, CFL, bombillas, etc, en una cantidad pequeña, demasiado tarde. Alguien que ha estudiado las cambiantes mareas de la cultura humana, ¿puede prever un cambio en la actitud de los estadounidenses para realizar los sacrificios necesarios para garantizar la viabilidad de las próximas generaciones?

N.C.: No estoy muy seguro sobre lo que quiere decir con “necesidades no humanas”. Evidentemente, que los ecosistemas funcionen es una necesidad humana. ¿ Quizás esté pensando en las necesidades de los animales no humanos? ¿De los escarabajos? Probablemente sobrevivan independientemente de lo que hagamos sobre los ecosistemas. Estoy de acuerdo que las sugerencias que se dan son insuficientes. Si es demasiado tarde, entonces lo que sigue, lógicamente, es darse un beso y decirse adiós. Pero creo que es un pronóstico demasiado sombrío. En cuanto a si los estadounidenses pueden cambiar, resulta difícil ser optimista. Ciertamente, las tendencias actuales van en la dirección opuesta, como ya he dicho.

M.Z.: Por lo tanto, si usted no es optimista sobre la modificación en el modo de vida de los estadounidenses, ¿qué es lo que impide mantener el sombrío pronóstico que citamos?

NC.: Porque no ser optimista está demasiado lejos de la predicción de que todo ha terminado ya. Todavía hay opciones. Si realmente cree que el juego ha terminado, ¿ qué sentido tiene el discutir sobre estos temas?

M.Z.: El único juego que veo es la creencia generalizada de que los pequeños ajustes y cambios pueden producir una gran transformación. Lo que me pregunto es lo que sinceramente ve usted. ¿Qué opciones nos quedan?

N.C.: Creo que estamos de acuerdo en eso. La opción que queda es tomar decisiones dramáticas y de largo alcance, y cuanto antes mejor.

N.Z.: Esto me lleva de nuevo al punto inicial sobre el decrecimiento. El tren de alta velocidad requiere de materiales tóxicos y prácticas insostenibles en minería, etc. La energía solar es obviamente mejor que los combustibles fósiles, pero no es verdaderamente sostenible si únicamente se emplea para sustituir a aquellos, en nombre de una insostenible cultura industrial y tecnológica. En cuanto a los escarabajos, que se mencionaron anteriormente, seguramente usted sabe que son unos valiosos insectos, que como las abejas están siendo arrasados por la misma cultura humana. Así que le pido una idea más clara de cómo ve las tremendas medidas y de gran alcance que hay que tomar.

N.C.: Las abejas están desapareciendo, pero no los escarabajos. En la actualidad, la elección no está entre la eliminación del transporte y el consumo de combustibles fósiles, sino entre formas de transporte que derrochen más o menos. Lo mismo respecto a la energía solar. No tiene sentido discutir sobre las distintas opciones si ni siquiera hay una remota posibilidad de ser viables, y sería un arma de destrucción masiva si lo fueran. Lo que hay que hacer hoy en día es (1) una conversión a gran escala (climatización, etc) (2), un cambio radical hacia un transporte más eficiente, como el tren de alta velocidad, (3), grandes medidas para promover fuentes energéticas sostenibles, probablemente la solar a más largo plazo, (4) y otros ajustes que sean factibles. Si se hace efectivo, podría ser suficiente para evitar el desastre. Si no es así, podemos entregar nuestra alma, porque no hay alternativas en este mundo, al menos no he visto ninguna otra.

Además no veo una forma racional de oponerse al tren de alta velocidad debido a sus costos ambientes, y por otro lado no tener en cuenta las consecuencias sociales y humanas que conlleva la eliminación radical que del transporte.

M.Z.: El medio ambiente y otros costes son prácticamente indistinguibles de las actuaciones sociales y humanas. Yo, que siento que el modo de vida insostenible actual ha puesto en riesgo la vida en la Tierra, veo mucho mejor el proceso de desmantelamiento de este sistema que las posibles consecuencias. Ninguna de las opciones es, ni remotamente, apetecible, pero sólo una opción ataca a la naturaleza destructiva de la infraestructura industrial tal y como está ahora.

N.C.: Su respuesta ilustra perfectamente el problema que se presenta constantemente. Usted tiene derecho a dar esta opinión, pero se limita a afirmar que esto no nos trae nada convincente. Lamento que usted no aborde en su comentario esta cuestión.

M.Z.: Lo siento, pero no veo cómo se puede hacer.

N.C.: Entonces estamos de acuerdo.

M.Z.: A pesar de que seguía hablando en esos momentos, esto marcó el final de nuestra conversación oficial. Sin embargo, creo que actuaría de forma negligente si no dijera que estoy en desacuerdo con que no hay alternativas en este mundo en base a las cuatro opciones señaladas por Chomsky anteriormente.

Todos sabemos que hay mucho más, mucho más de lo que nosotros podríamos estar haciendo ahora, y la única razón por la que muchos creen que estas prácticas no tienen ni la más remota posibilidad de ser viables, es porque pocos activistas pueden ver más allá de las necesidades humanas o de un cambio drástico del estómago. Para mí, la opción más destructiva ( pasa usar las palabras de Chomsky) es la de mantener la actual estructura que amenaza la vida en toda la Tierra.

Mickey Z. es probablemente la única persona en el planeta que ha aparecido tanto en una película de karate con Billy «Tae Bo» y en un libro de política con Howard Zinn. Es autor de 9 libros, siendo los más recientes Autodefensa para radicales, y su segunda novela, Querido Vito, que se puede encontrar en la web. ( http://www.mickeyz.net)



http://dissidentvoice.org/2011/01/downsize-or-modify-a-conversation-with-noam-chomsky/